La violencia armada se arraiga “en los cultivos de arroz de Haití”

PUERTO PRÍNCIPE, Nueva York. – La violencia descontrolada en la capital de Haití se intensifica en Artibonite, la principal región productora de arroz, atemorizando a niñas, niños, adolescentes y familias y destruyendo los medios de subsistencia en un momento de hambre y desnutrición sin precedentes y de resurgimiento de la epidemia del cólera.

Las últimas cifras disponibles muestran que entre mayo y junio de 2023, al menos 60 personas murieron o resultaron heridas en enfrentamientos por territorio y recursos entre grupos armados, en comparación con cuatro personas durante el mismo período del año pasado. Casi la mitad de los 298 secuestros en todo el país durante ese período ocurrieron en Bas Artibonite, o la parte baja de Artibonite, afectando a su mayoría a civiles que viajaban en transporte público. En un incidente, 15 mujeres que se dirigían al mercado fueron secuestradas y violadas.

Más de 100 escuelas han cerrado debido a la inseguridad y sólo una de cada cuatro instalaciones sanitarias en todo el departamento continúa siendo accesible debido a desafíos relacionados con la seguridad. Aproximadamente un tercio de la población, casi la mitad siendo niñas, niños y adolescentes, ahora necesita asistencia humanitaria.

La violencia brutal, similar a la presenciada en Puerto Príncipe, ha desplazado por la fuerza a familias y ha interrumpido la producción agrícola y de arroz, sustento de la economía. En junio, más de 22.000 personas habían sido desplazadas, frente a menos de 10.000 en abril. La mayoría ha buscado refugio entre las comunidades de acogida, mientras que cientos se refugian en precarios espacios improvisados con poco acceso a servicios básicos o protección frente a los grupos armados.

“Ningún ser humano, y ciertamente ninguna niña, niño o adolescente, debería tener que enfrentarse a una brutalidad, privación y anarquía tan impactantes. La situación actual es sencillamente insostenible”, afirmó Catherine Russell, Directora Ejecutiva de UNICEF.

“El sistema humanitario, incluido UNICEF, proporciona y amplía la respuesta, pero necesitamos el apoyo de la comunidad internacional para llegar a la niñez, adolescencia y familias haitianas que en este momento necesitan ayuda desesperadamente”, señaló Russell.

Quien también es la designada Líder de Incidencia para Haití del Comité Permanente entre Organismos, un grupo de organizaciones humanitarias

Esta semana, el Consejo de Seguridad de la ONU adoptó una resolución sobre la creación de una misión multinacional de apoyo a la seguridad de un año de duración para ayudar a abordar la inseguridad entre los civiles en Haití. Esto debe ir acompañado de medidas para salvaguardar el espacio humanitario y proteger a las personas en situación de riesgo.

Entre el 20 de julio y el 31 de agosto, Haití fue uno de los cinco países del mundo con más casos de cólera registrados, y Artibonite ha sido el más afectado. Los trabajadores humanitarios afirman que la inseguridad ha dificultado enormemente, y en algunos casos imposibilitado, el acceso a seis de las 17 comunas del departamento, entre ellos Saint Marc, Verrettes y Petite Rivière, focos de cólera donde algunas familias se encuentran prácticamente asediadas por la violencia. Dos de las tres principales plantas de tratamiento de agua de Artibonite han cerrado debido a la inseguridad, y la tercera se enfrenta a problemas de distribución 

La combinación de la creciente inseguridad, el acceso restringido a los servicios esenciales de salud, agua y saneamiento y el cólera suponen amenazas particularmente letales para la niñez y adolescencia con desnutrición. Se espera que al menos 115.000 niñas, niños y adolescentes en Haití sufran desnutrición potencialmente mortal este año, un aumento del 30 por ciento con respecto a 2022. En Artibonite, se estima que el número de niñas, niños y adolescentes que requieren tratamiento vital se ha duplicado con creces desde el 2020.

La propagación de la violencia desde Puerto Príncipe a Artibonite exacerba una emergencia humanitaria considerada ya crítica. Más de 5 millones de personas, entre ellas un récord de 3 millones de niñas, niños y adolescentes necesitan asistencia humanitaria en 2023. Casi cinco millones de personas padecen de hambruna aguda. Haití ya era el país más pobre y menos desarrollado del hemisferio occidental mucho antes de la crisis actual.

Junto con sus aliados, UNICEF ha llegado a más de 150.000 personas en Artibonite, incluso por medio de una campaña de vacunación contra el cólera, y a 350.000 personas con agua potable, tabletas de cloro y kits de higiene, y ha reparado fuentes de agua dañadas. Más de 32.100 niñas, niños y adolescentes han sido evaluados por desnutrición este año, incluyendo a más de 3.400 que recibieron vitales alimentos terapéuticos listos para su consumo, que UNICEF adquiere para todo el país. 

Decenas de trabajadores sanitarios han sido desplegados para apoyar al deteriorado sistema sanitario; 100 centros de salud provistos de equipos de cadena de frío y 40 unidades maternas con kits solares. Las escuelas y los estudiantes de las zonas afectadas por la violencia han recibido más de 13.600 kits; y cientos de las familias más vulnerables están recibiendo asistencia en efectivo para ayudar con la escolarización.

El financiamiento continúa siendo una limitación crítica. El Plan de Respuesta Humanitaria de las Naciones Unidas para 2023, de $720 millones, está financiado por poco más de una cuarta parte y UNICEF sólo ha recibido el 20% de los $246 millones de su llamamiento de financiamiento para 2023.

Fuente: [2023-05-octubre]. Unisef. La Violencia armada se arraiga “en los cultivos de arroz de Haití” https://www.unicef.org/lac/comunicados-prensa/la-violencia-armada-se-arraiga-en-los-cultivos-de-arroz-de-hait%C3%AD

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