Limitar

Firman manifiesto que pide frenar “el uso indiscriminado de la tecnología” en las escuelas

Más de 100 personalidades del mundo de la empresa, la universidad o la ciencia han firmado un manifiesto de carácter humanista en donde, entre otras medidas, se llama a establecer “una moratoria” a la “introducción indiscriminada de la tecnología en las escuelas por debajo de una determinada edad”, así como a limitar el uso de los teléfonos móviles por parte de los niños y adolescentes. Los firmantes del llamado Manifiesto OFF advierten de “un profundo deterioro tanto de la capacidad de atención como de la salud mental de la población en general, y más especialmente de los jóvenes, que se acompaña de un incremento del sentimiento de soledad y aislamiento”. Por eso reclaman también acciones de formación dirigidas a profesores y padres para “concienciarles de los riesgos a los que los jóvenes están expuestos”, más cursos sobre programación y funcionamiento de los algoritmos y un refuerzo en la investigación que analiza los efectos cognitivos de las pantallas. El texto, presentado este miércoles, aboga por “retomar el control” sobre las máquinas. Su promotor, el emprendedor Diego Hidalgo, autor de Anestesiados. La humanidad bajo el impero de la tecnología y máster en Sociología por la Universidad de Cambridge, explica que “el objetivo del manifiesto es llamar la atención de las autoridades y de los ciudadanos respecto al punto crítico al que estamos llegando en nuestra relación con la tecnología digital”. “No somos tecnófobos, pero, al final, si no se establecen unos límites claros, la tecnología digital al final se convierte en nuestra enemiga. Es el ser humano el que usa la tecnología, no la tecnología la que usa el ser humano”, recalca. EL NUEVO ‘NO FUMAR’ Y pone el ejemplo de los jóvenes. “Cada vez más estudios establecen una correlación directa entre el uso de los smartphones con los problemas de salud mental. En todo el mundo se han disparado estos problemas, y por eso llamamos a regular el acceso a estos dispositivos de forma drástica. ¿Y si la prohibición de smartphones y redes sociales a menores por debajo de cierta edad se convirtiera en el nuevo No Fumar?”, reflexiona. Y cita un estudio realizado por la plataforma Sapiens Lab que indica que los jóvenes adultos que recibieron su primer teléfono a los 18 años tienen una salud mental más robusta que los que lo empezaron a usar a los 14 años. Pero su propuesta no se queda sólo en el retraso de la entrega al primer teléfono móvil, sino que el manifiesto plantea limitar el uso de pantallas dentro de las aulas. “No se ha establecido una relación positiva entre la digitalización y el aprendizaje, pero se han invertido enormes cantidades de dinero en las aulas. Obligar a los niños a acudir a las pantallas para hacer tareas que podrían realizar a mano, cuando se ha visto lo beneficioso que es tomar apuntes en papel, es contribuir al desaprendizaje de habilidades cognitivas básicas, además de que complica la vida a los alumnos, a los profesores y a los padres”, señala. “Yo soy muy partidario de la tecnología como herramienta en las escuelas cuando amplifica las capacidades de los alumnos, pero tiene que haber una base relacionada con la transmisión del conocimiento que la tecnología no puede sustituir. Y la manera de aprender y debatir como ciudadanos no puede ser sustituida por eso que requiere la interacción humana, el conocimiento sin dispositivos y el entendimiento profundo de las personas. Tiene que haber espacios donde se sea capaz de hablar, reflexionar, pensar y crear conocimiento sin tecnología”, reflexiona el columnista de EL MUNDO José Ignacio Torreblanca, uno de los firmantes. El manifiesto está firmado a nivel general por Adolescència Lliure de Mòbils, asociación catalana con 10.000 familias a favor de la restricción del smartphone en la adolescencia. También por la presidenta de la Asociación Europea por la Transición Digital, Ana Caballero, una de las impulsoras del pacto de Estado al que se está intentando llegar para restringir el uso de las pantallas y que ya se ha materializado en un acuerdo autonómico para restringir los teléfonos móviles en los colegios e institutos de toda España. “EL SER HUMANO DEBE SER EL CENTRO” “He firmado el manifiesto porque la tecnología siempre tiene que respetar al ser humano, y me preocupa el condicionamiento de nuestras elecciones mediante modelos predictivos que utilizan nuestros datos y las discriminaciones y sesgos ligados a la aplicación de inteligencia artificial. Igual que el manifiesto, defiendo la regulación para la protección del individuo. El ser humano debe primar y ser el centro de la regulación cuando hablamos de tecnología”, señala Caballero. Entre los firmantes hay muchos maestros, catedráticos de universidad, orientadores educativos y representantes de las asociaciones de padres, así como psicólogos, neurocientíficos y psiquiatras. También hay tecnólogos, como el catedrático Juan José Casares, director fundacional del primer centro de supercomputación de España, o el investigador en Inteligencia Artificial Arnaud Billion. Los ex ministros Jordi Sevilla, Narcis Serra, César Antonio Molina y Tomás de la Quadra-Salcedo y los ex políticos José María Lasalle y Juan Moscoso del Prado también apoyan un manifiesto que igualmente han suscrito Federico Mayor Zaragoza, ex director general de la Unesco, y que por parte del mundo financiero respaldan, entre otros, el CEO de Atresmedia, Javier Bardají, y el presidente de CaixaBank, José Ignacio Gorigolzarri. DESCONEXIÓN DIGITAL El manifiesto también reivindica el derecho a la desconexión digital, exige la introducción de la funcionalidad OFF en los dispositivos tecnológicos y demanda protocolos que validen la adecuación ética de los algoritmos usados por las empresas y los gobiernos. Igualmente persigue que se prohíba la publicidad microfocalizada, que permite utilizar los datos personales para vender a los ciudadanos productos a la carta, y llama a la protección “constitucional y transnacional de los neuroderechos”, entendida como “la prohibición de acceder a nuestra actividad neuronal y recaudar sus datos con la posibilidad de interferir en nuestra actividad mental”. “Nuestra dependencia individual y colectiva de las infraestructuras digitales constituye una vulnerabilidad que, además, puede ser explotada con fines malintencionados -criminales, terroristas o ideológicos- paralizando, destruyendo o dañando elementos críticos para nuestra existencia”, advierten los firmantes. Fuente: [2024-21-febrero]. Más de 100 personalidades firman un manifiesto que pide frenar “el uso indiscriminado de la tecnología” en las escuelas. https://www.elmundo.es/espana/2024/02/21/65d63457fc6c83075e8b45d2.html

Firman manifiesto que pide frenar “el uso indiscriminado de la tecnología” en las escuelas Leer más »

Así regula España el uso que hacen los menores de la tecnología

Mientras la tecnología avanza rápido, cada vez son más los padres y expertos que abogan por limitar su acceso a los más pequeños. El pasado mes de noviembre, dos profesoras de Secundaria presentaron en el Congreso más de 63.000 firmas para pedir al Gobierno la prohibición del uso de los móviles hasta los 16 años en las escuelas. Su objetivo era generar un debate sobre el papel de los dispositivos en las aulas. Y vaya si lo consiguieron. Desde entonces, la pregunta sobre si permitir o no los teléfonos en las clases ha inundado los medios, las calles, las escuelas y, lo más importante, ha llegado al Gobierno. Hasta ese momento, solo cuatro comunidades autónomas, Madrid, Castilla-La Mancha, Galicia y Castilla y León, regulaban el uso de teléfonos móviles en las aulas. Pero la discusión que querían abrir las profesoras se convirtió en un debate nacional y en diciembre, la ministra de Educación, Formación Profesional y Deportes, Pilar Alegría, convocó una reunión con las comunidades autónomas para regular el uso de los smartphones en los centros educativos. Desde entonces y hasta el pasado miércoles, día en el que se llevó a cabo la reunión de la ministra, ocho territorios, incluidos Ceuta yMelilla, han puesto ya en marcha su propia regulación para limitar el uso de los teléfonos en las aulas. En el otro lado del tablero está País Vasco que decidió no enviar a ningún representante a la reunión con Alegría para seguir su “propia hoja de ruta” en cuanto a la regulación de este tipo de dispositivos. Por su parte, Cantabria, Navarra, Comunidad Valenciana o La Rioja están aún trabajando en posibles normas o simplemente han optado por dejar de momento en manos de los centros educativos la decisión de limitar o no los teléfonos en clase. La recomendación del Gobierno es clara: prohibidos los teléfonos móviles en Primaria, y en Secundaria, Bachillerato y FP, solo bajo supervisión del docente. En la actualidadad, según concluye la Encuesta sobre Equipamiento y Uso de Tecnologías de Información y Comunicación en los Hogares, publicada por el INE, casi la mitad de los niños de 11 años usa móvil. Además, el 70,6% de los que tienen 12 años usa el smartphone y un 70% de los niños de entre 10 y 15 años tiene teléfono propio. Esto supone que más de dos millones de menores que se encuentran en esa franja de edad disponen de un teléfono móvil en España. “Nuestros jóvenes están expuestos a las pantallas en general de una manera excesiva, y esto es algo que hay que trabajar. Hay que trabajar en la moderación y graduar el uso que se hace. Que haya un aprendizaje en el uso de pantallas y smartphones. También es necesaria una supervisión activa del uso que hacen los niños”, explica Patricia Sáenz Valiente, coordinadora del Área de Tecnología de la Información y Comunicación Aplicadas a la Educación en los Grados de Maestro y Pedagogía de la Universidad Internacional de La Rioja. “Ya no hablamos del control parental que ofrece el dispositivo, si no de un adulto que se responsabiliza y de una mayor educación para que se conozcan los riesgos y lo que supone tener una pantalla y su uso. Pero no podemos apartar a los jóvenes y cerrar los ojos ante los avances”, agrega. PANTALLAS EN LAS AULAS En 2017, Suecia lanzó su Estrategia Nacional de Digitalización del Sistema Escolarcon el objetivo de convertir al país en “el mejor del mundo en el uso de las oportunidades de digitalización”. Seis años más tarde, la actual ministra de Educación, Lotta Edholm, ha decidido comenzar a retirar las pantallas de las aulas para volver progresivamente a los libros de texto. Para este cometido se invirtieron el año pasado 58 millones de euros, a los que se añadirá otra partida similar este curso para que cada estudiante tenga un libro por materia. La motivación principal de Edholm para eliminar las tabletas que durante años han estado en las escuelas está en la comprensión lectora. Aunque los estudiantes suecos obtienen puntuaciones superiores a la media europea, la evaluación del Estudio Internacional de Progreso en la Capacidad Lectora destacó un empeoramiento entre los niños suecos. Según los expertos consultados por el propio gobierno nórdico, el uso excesivo de pantallas durante las lecciones escolares puede hacer que los jóvenes se retrasen en las materias básicas, como la lectura o la escritura. En España, en 2020, cuando la pademia obligó a convertir las clases en digitales, el Gobierno presentó el programa Educa en Digital para impulsar la transformación tecnológica de la educación en nuestro país. Mediante este programa, el Ejecutivo se comprometía a destinar 260 millones de euros. De ellos, 190 millones a través de Red.es (184 millones de fondos FEDER) y 70 millones de las comunidades autónomas para dotar de dispositivos y conectividad a los centros educativos, especialmente a los alumnos más vulnerables. Cuatro años más tarde, España no tiene claro si seguir con tabletas y portátiles en las aulas o no. Tal y como explicaba Olga R. Sanmartín en El Mundo a finales de 2023 en su artículo El gran fiasco de las pantallas en la educación, muchas escuelas de negocios y universidades están empezando a dar marcha atrás en el uso de pantallas al igual que algunos colegios al comprobar que los alumnos emplean los Chromebooks para acceder a contenido no adecuado para su edad. Pero más allá de los terminales y las pantallas en las aulas, otra de las preocupaciones crecientes está en los accesos de menores a las redes o páginas de contenido para adultos. “Lamento todo lo que han pasado. Nadie debería pasar por lo que sus familias han sufrido y por eso invertimos tanto y vamos a seguir realizando esfuerzos en toda la industria”, se disculpaba el CEO de Meta hace una semana en el Congreso de Estados Unidos ante padres de menores que han sufrido daños por culpa de las redes sociales. Mark Zuckerberg, junto con los directores ejecutivos de X, Linda Yaccarino; TikTok, Shou Zi Chew; Snap, Evan Spiegel; y

Así regula España el uso que hacen los menores de la tecnología Leer más »

Instagram
Scroll al inicio