FIMPES entrega a la UDLAP máximo galardón que reconoce su calidad académica

En el marco de la LXXXVI Asamblea General Ordinaria de la Federación de Instituciones Mexicanas Particulares de Educación Superior (FIMPES), la Universidad de las Américas Puebla (UDLAP) recibió la Acreditación 7, de parte de la organización, documento que valida la calidad académica de la institución educativa por los próximos 7 años. “La acreditación ante FIMPES es una de las más importantes que tiene la institución porque acredita todos los programas académicos y los servicios que ofrece la universidad”, comentó en entrevista el Mtro. Enrique Silva Celma, decano de Apoyo Académico de la UDLAP, quien además destacó que ésta es la cuarta ocasión que la Universidad de las Américas Puebla obtiene este máximo galardón, todas por un periodo de 7 años: “Esta acreditación se otorga por 3, 5 o 7 años, dependiendo del grado de cumplimiento de los criterios; en el caso de la UDLAP, esta fue otorgada por 7 años debido a que no recibió observaciones ni recomendaciones en su proceso de acreditación, es decir, se cumplieron cabalmente con todos los criterios que la FIMPES requiere de las universidades”. Asimismo, el decano de Apoyo Académico de la UDLAP dio a conocer que el obtener la acreditación ante este organismo, implica un largo proceso que comprende el desarrollo de autoevaluaciones de cumplimiento de cada uno de los indicadores de calidad, los cuales son verificados y validados por visitas de pares académicos, además de ser dictaminados y validados por comités propios del organismo de acreditación: “Se evalúan alrededor de 100 parámetros que permiten a los estudiantes tener la garantía de que la institución es seria, piensa en su proceso educativo y ofrece una educación de alta calidad. Algunos de estos parámetros son: programas académicos (diseño adecuado de los planes de estudio), facultad (grados académicos con los que cuentan), servicios (biblioteca, alimentos, seguridad, médicos, estacionamientos, instalaciones deportivas, etc.), finanzas, desempeño de los estudiantes, entre otros. Finalmente, el Mtro. Enrique Silva afirmó que este reconocimiento significa para la UDLAP dar un testimonio de que se cuenta con la calidad conforme a lo que requieren los mejores organismos de acreditación del país, además de que transmite la certeza en los estudiantes de que se cuida todos los aspectos importantes para su desarrollo educativo. “El logro de esta acreditación es el resultado de todo lo que hace la comunidad universitaria día a día para que el estudiante tenga esa garantía de que llega a una institución que piensa en todo momento en él”, finalizó el decano de Apoyo Académico de la Universidad de las Américas Puebla. Cabe comentar que la FIMPES es una agrupación, conformada por alrededor de 110 universidades privadas de México, que busca impulsar la calidad entre las universidades particulares del país. Uno de los principales requisitos para ingresar y permanecer en la federación es obtener un dictamen de acreditación, para lo cual la institución debe realizar un autoestudio que abarca la totalidad de los programas y servicios ofrecidos por la universidad. Fuente: [2024-01-julio]. UDLAP. FIMPES entrega a la UDLAP máximo galardón que reconoce la calidad académica de la institución por los próximos 7 años. https://blog.udlap.mx/blog/2024/07/01/fimpes-entrega-a-la-udlap-maximo-galardon-que-reconoce-la-calidad-academica-de-la-institucion-por-los-proximos-7-anios/

Expertos de la Facultad de Psicología coincidieron en que el objetivo debe ser contribuir con información sistemática sobre la enseñanza

Aumentar la calidad académica y pedagógica en las aulas, así como mejorar la relación entre estudiantes y profesores, requiere impulsar la cultura de evaluación sobre el trabajo docente, con instrumentos más eficaces que permitan conocer con mayor claridad la opinión de la comunidad estudiantil, aseguró el académico de la Facultad de Psicología de la UNAM, Marco Antonio Rigo Lemini. Durante el conversatorio “Comisión de Evaluación del Despeño Docente, pasado y presente en la Facultad de Psicología”, destacó que se requiere incrementar la confianza y legitimidad a estos mecanismos y que la comunidad se acostumbre a evaluar y ser evaluada. De acuerdo con el experto, los resultados deben servir para entender cómo interactúan profesores y alumnos en las clases, y cómo estas relaciones son más productivas en términos de aprendizaje. Hay que impulsar una cultura evaluativa en la que toda la comunidad – profesores, alumnos y autoridades- estén dispuestos a evaluar y ser evaluados con prudencia, moderación, humildad y sentido autocrítico, consideró. Aun cuando hay cierta polémica sobre qué hacer con los resultados de la valoración del trabajo de las y los maestros, hay acuerdo unánime para que se traduzcan en tarea formativa y de avance académico, a través de cursos, talleres, actividades de actualización y consultas con los especialistas. También debe cumplir con una función de rendición de cuentas y de exigencia de responsabilidades. “Si el profesor no llega a la clase, llega tarde o siempre envía a los adjuntos, es importante que se sepa para reforzar la mejora docente, no solo en lo formativo”. Insistió en que se puede tener un estupendo instrumento y un procedimiento óptimo para recabar datos sobre la opinión de los estudiantes, pero si quienes participan en la evaluación carecen de confianza en ella, el instrumento, desde el punto de vista psicométrico, servirá de poco. Rigo Lemini puntualizó que hay tres razones principales por las cuales es importante contar con un sistema a través de cuestionarios de opinión: los datos recogidos permiten análisis e interpretación de lo que ocurre en las aulas, por ejemplo ver si hay diferencias entre profesores de carrera y de asignatura en su desempeño, por lo menos a partir de la opinión de las y los alumnos; o en la evaluación entre niveles escolares. La segunda permite identificar las deficiencias y limitaciones en la forma de impartir clases, pues se debe reconocer que la mayoría de nosotros tenemos preparación pedagógica y didáctica exprofeso para ello. El tercer punto, dijo, es que, a partir de los resultados y el análisis de los reactivos, se pueden tomar decisiones, a fin de mejorar los planes de estudios y, en general, impulsar mejoras como institución, como pueden ser aspectos que tienen que ver con infraestructura, equipamiento de los salones, atención a las preocupaciones del alumnado, así como gestión en la asignación del profesorado a grupos, etcétera. La profesora Leydy Aleen Erazo Ñañez, especialista en modelos de evaluación educativa e integrante de la Comisión de Evaluación del Despeño Docente de la FP, subrayó: Este tipo de procesos sirven, entre otros rubros, como retroalimentación para revisar el estado que guarda la enseñanza institucionalmente y, al mismo tiempo, reflexionar sobre las prácticas para optimizar los aprendizajes de los estudiantes. De igual forma, proporcionan oportunidades de formación y actualización. El diseño y contenido de esos instrumentos están basados en modelos de enseñanza efectiva, de tal manera que las acciones que se emprenden a partir de los resultados obtenidos cuentan con la evidencia de que existe impacto real y mejoría en los procesos de enseñanza-aprendizaje de los estudiantes de educación superior. En su oportunidad, María Elena Jaimes Pineda, jefa de la Unidad de Planeación, también de la FP, enfatizó que el objetivo de toda evaluación en la materia debe ser contribuir con información sistemática sobre la enseñanza, fomentando la reflexión de los profesores para avanzar en el progreso de los procesos enseñanza-aprendizaje. “Debemos generar una cultura de evaluación, pero para eso los alumnos deben saber que este espacio no es ni de venganza, ni de alabar a un profesor; o sea, se tiene que dar una opinión objetiva para incidir en la mejora en la docencia respecto del trabajo colaborativo como un elemento de primer orden”. En tanto, el jefe de la División de Estudios de dicha entidad académica, Prócoro Millán Benítez, reconoció que la participación de la comunidad estudiantil en ese tipo de ejercicios es baja, por lo que es necesario mayor difusión y establecer mejores mecanismos para conocer con amplitud cuál es la percepción de las y los alumnos sobre la aplicación de los instrumentos de medición y el desempeño académico de sus profesores. Fuente: [2023-16-diciembre]. Boletín UNAM-DGCS-957. Sugieren generar mayor cultura de evaluación docente. https://www.dgcs.unam.mx/boletin/bdboletin/2023_957.html
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