octubre 2020

Lo nuevo de la nueva normalidad

Lo nuevo de la nueva normalidad Dr. Tomás Atonal Gutiérrez La noción de “nueva normalidad” es difusa, por lo que este esfuerzo por ubicar algunas concepciones para situarnos en la realidad o nueva realidad es importante. En ese sentido, es fundamental aclarar el concepto de normalidad. Según la Real Academia Española, normalidad significa cualidad o condición de normal; por lo que la nueva normalidad como expresión común ahora en pleno proceso de la pandemia provocada por el covid-19, y de la que se hablará de ahora en adelante, más como una condición social, psicológica, económica y de salud, adquiere una entidad social. Para aclarar el concepto en el contexto actual, apoyaremos la reflexión inicialmente en una postura filosófica. Romero (1950) sostiene que la categoría “normalidad” designa ante todo, un télos axiológicamente articulado que determina una suerte de proyecto o modelo disciplinar deseable o impuesto, llamado a regir el desarrollo de la sociedad. Tal categoría como sustantivo abstracto, en su proceso de establecimiento tiende a designar un estado de la filosofía (“ser normal”), provocando la “normalización”, misma que refiere más bien a un proceso que indica los mecanismos por los que algo puede o debe transformarse (“se vuelve normal”). De esta manera, “normalización” conserva una carga semántica cercana a la idea de “normativización”; esto es, a la idea de someter a normas de regular y controlar aquello que se vuelve objeto de la “normalización”, entendiendo a este proceso como la aceptación de normas y acuerdos para ser y actuar. En sentido denominativo, la nueva normalidad, se acepta como un conjunto de acciones y nuevos comportamientos que encumbrarán todos los quehaceres humanos como resultado de la pandemia. De facto, el concepto adquiere  identidad social, el cual se ha impuesto como producto de una serie de medidas sanitarias con las que las personas deben vivir de ahora en adelante. Dichos comportamientos resultan de una condición que crea otra, que socialmente cuesta aceptarla y adaptarse a ella. Especialmente porque la pandemia como primera condición no se esperaba, y porque generó una segunda, resultado forzado para protegerse de la primera. Dichas conductas se exteriorizan como representaciones, imaginarios y expectativas colectivas que ingresan en la trama social del lenguaje, en la vida y en la simbología de la sociedad, pretendiendo crear hábitos, los cuales en este momento representan un choque feroz entre las costumbres tradicionales y las nuevas en el comportamiento social, y que intentan fijar una nueva entidad social. Entidad que debe interactuar y conducirse de forma diferente a lo acostumbrado, determinando sus relaciones por medio del distanciamiento social de unos a otros, de una familias a otras, para protegerse y proteger a los demás, promoviendo el distanciamiento físico como medida preventiva para evitar mayores contagios.  El término “distanciamiento social” implica una sensación de desconexión de los seres humanos, y en un momento en que estar físicamente aislado de los demás puede afectar la salud mental. Sobre este tema la Organización Mundial de la Salud (OMS) subraya y precisa cuán importante es que las personas se mantengan socialmente conectadas, por lo que prefiere llamarle distanciamiento físico, al respecto, Maria Van Kerkhove, epidemióloga de enfermedades infecciosas, aclaró la postura. Hemos llamado ‘distanciamiento físico’, porque es importante permanecer físicamente separados pero socialmente conectados, y agregó que las personas deben cuidar su salud mental y la de sus seres queridos durante la pandemia (20/03/2020), “No hay confinamiento de la risa, no hay confinamiento para hablar con la familia y encontrar formas de conectarse”. Sin embargo, las dos formas de distanciamiento, el social y el físico, ya habían habitado nuestra sociedad. Para ilustrar lo anterior, baste recordar parte de la historia política y económica del país. Los problemas económicos generados en el gobierno de Carlos Salinas de Gortari, entre ellos la privatización de empresas, la poca participación del estado en el proceso económico, la reducción del gasto público en los renglones sociales, la contención salarial, devaluaciones del peso mexicano, crisis económicas, incapacidad económica para abrir plazas laborales, entre otros problemas, generaron desempleo, pobreza, marginación y extrema desigualdad de ingresos entre ricos y pobres. La dinámica de la pobreza en el país durante las décadas de políticas neoliberales es tan insatisfactoria como la desigualdad de ingresos. A diferencia de la tendencia mundial, la pobreza por ingresos en México hasta el año 2016 es tan alta en porcentaje (53%) como lo fue hace 24 años, pero equivalente a 20 millones más de personas en esta situación. En particular, desde el 2006 a la fecha, es decir, en los sexenios de Calderón y de Peña, la pobreza por ingresos ha venido en constante aumento (Jaramillo, 2011). Las condiciones anteriores dieron pauta a la pauperización en muchos sentidos, especialmente en rubros de salud y educación, en salud las evidencias mostradas en las primeras conferencias del Gobierno Federal expusieron que la pandemia encontró caldo de cultivo en los mexicanos por padecer especialmente enfermedades como: diabetes, obesidad, hipertensión y malestares del corazón, como factores que incrementan el riesgo de complicaciones por el COVID-19. Esta condición es más grave en la población de menores ingresos, de manera especial, en la población rural e indígena. En el tema de educación, el promedio de escolaridad es de 9.1 % en la población de más de 15 años (INEGI, 2015). Aun cuando el nivel de estudios se ha incrementado en los últimos años, este factor no ha sido suficiente para dar credibilidad al mortal virus por parte de la sociedad.    Lo anterior, es parte de los motivos que originaron el distanciamiento social y físico, pues ante estos escenarios muchas familias se han desintegrado, de forma tal que las necesidades económicas han orillado a que padres y madres de familia, y en algunos casos los hijos también contribuyan a la manutención de los integrantes, dejando a los descendientes en guarderías, escuelas, con familiares o solos en casa. Aunado a esto, están los fallecimientos provocados por la pandemia, de los cuales muchos fueron los padres de familia.  Por lo que el distanciamiento había hecho acto de presencia. Lo que

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El docente: de la disfonía a la fatiga por zoom en época de “norma antiestrés”

El docente: de la disfonía a la fatiga por zoom en época de “norma antiestrés” Dra. Densy Malena Peláez Pacheco Palabras clave: fatiga por zoom, tecnopatologías, burnout, NOM-035, estrés, Cancún, México. Ser docente es una de las actividades más nobles y gratificantes, pero también es una actividad demandante; el estar frente a grupo en una modalidad presencial o en un entorno virtual puede generar algunos problemas de salud. En nuestro país, la salud en el trabajo se fundamenta en el artículo 123 de la Constitución política del Estado y las Normas Oficiales Mexicanas que emite la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) determinan las condiciones mínimas necesarias para la prevención de riesgos laborales. En los últimos días, algunos anuncios en redes sociales han causado confusión en la población respecto a la promulgación de la NOM-035, llamada “norma antiestrés” o “norma de ambientes tóxicos”. Si bien es conocido que las actividades propias de la pandemia por COVID-19 han incrementado los problemas de salud emocional, se debe dejar claro que esta norma relacionada con la prevención del riesgo psicosocial no derivó de la pandemia; la NOM-35 ya se había publicado el 2018, entró en vigor el 2019, en este 2020 se encuentra en su segunda etapa; definitivamente, no es para que el trabajador obtenga un beneficio económico después de demandar al empleador por el estrés que el trabajo le genera. “Si la organización no cumple con las medidas de seguridad y estabilidad que marca la NOM-035, la STPS multará a la empresa. Este cobro no será una retribución para el trabajador o trabajadores afectados” (Rodríguez, 2020). En resumen, la NOM-35 tiene el objetivo de establecer las herramientas necesarias para poder cumplir la  identificación, análisis y prevención de los factores de riesgo en el trabajo.  Apoya a los trabajadores para tener un ambiente laboral agradable; vigila el cumplimiento de las acciones en casos graves de acoso, de riesgos psicosociales tales como la sobrecarga de trabajo y el liderazgo negativo, entre otros; además amplía el apoyo de psicología organizacional a las empresas que lo requieran. Constituye un gran paso para potenciar las capacidades de la organización a través de buenas prácticas, pero también es un gran reto porque según datos de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) México es el país donde más horas trabaja una persona al año, con un promedio de dos mil 257 horas, por arriba de la media internacional de mil 759; además, si se profundiza su aplicación en los centros educativos, aparecen algunos cuestionamientos derivados de ciertas particularidades como lo son el número de alumnos y las normativas de la Secretaría de Educación Pública (SEP) entre otros. Las escuelas además de recibir a supervisores escolares e inspectores de prevención y protección civil y PROFECO, tendrán que recibir a inspectores de la STPS que muy probablemente no tengan capacitación pedagógica. Y si los centros de trabajo fallan, pueden ser multados por incidente, con multas [….] de $21,122 a $422,450. Cualquiera de estas cifras llevaría a la quiebra a muchas escuelas del país. (Reforma, 2019) Desde la publicación de la NOM-035, se han ofertado diplomados, cursos y similares para capacitar a los responsables de recursos humanos; sin embargo, en el caso de los docentes, más que un curso sobre la norma, ayudaría tener en cuenta algunas recomendaciones para el cuidado de la salud física y mental en conjunto con los líderes de la institución educativa. Según la UNESCO, en la década pasada, para los docentes, se mencionaban algunos padecimientos frecuentes, tales como la disfonía (pérdida del timbre normal de voz), el lumbago (dolor lumbar) y la flebopatía crónica de los miembros inferiores (várices). Hoy, con la aparición de nuevas modalidades de enseñanza, y con el uso de plataformas digitales, aparecen y se reconocen las tecnopatologías, llamadas también tecnoenfermedades o enfermedades 3.0; éstas son una serie de alteraciones físicas y psicológicas que cada vez se evidencian más, y si bien no se hallan todavía del todo tipificadas, se consideran inevitables por el uso excesivo de dispositivos móviles, computadoras y  tabletas, entre otros.  “Por mucho que el ratón haya ido mejorando con el paso del tiempo, su forma poco ha variado […] cambia tu ratón tradicional por uno vertical” (De Usera, 2020). Una posición sostenida y levantada de la muñeca frente al teclado o al mouse puede desarrollar: el síndrome del túnel carpiano quedando comprometida tanto la movilidad como la sensibilidad de la mano; también se puede presentar la nedrinitis palmar, que se caracteriza por la inflamación de las palmas de las manos después del uso reiterado de ciertos dispositivos. En cuanto a la tendinitis de la muñeca, actualmente se ha presentado en varios docentes; sin embargo, cabe resaltar que ésta no es consecuencia directa del uso de nuevas tecnologías, sino que ha ido cambiando de denominación según las costumbres y hábitos sociales; entre otros, ha recibido el nombre de codo de tenista y artrosis de las costureras. Para evitar estas tres afecciones,  es aconsejable tomar un descanso de 15 minutos cada 2-3 horas de trabajo, realizar ejercicios en brazos y muñecas, evitar posturas forzadas del cuerpo y procurar el uso  de  dispositivos del tamaño adecuado y con diseño ergonómico. “El nivel de ruido de fondo con 17 alumnos realizando un trabajo de grupo es aproximadamente 45-50 dB” (Heart-it, 2020). La OMS recomienda que el nivel más alto permisible de exposición al ruido en el lugar de trabajo sea de 85 dB durante un máximo de 8 horas al día; sin embargo, en clase en línea, para tener mejor resolución de audio, frecuentemente se utilizan audífonos, con lo que se incrementan las señales de sonido llegando incluso a los 100 dB en un intento de neutralizar las interferencias externas; esta falta de regulación del volumen promueve el llamado: mal de iPod y la pérdida de audición prematura. Todo depende de la intensidad sonora como del tiempo de exposición, por ello se recomienda regular el uso de audífonos. “Si normalmente se parpadea  de 16 a 20 veces por minuto, al usar la computadora se

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María de Lourdes González Peña

Distintas posturas ante la eliminación de los fideicomisos para la Ciencia y la Tecnología

Distintas posturas ante la eliminación de los fideicomisos para la Ciencia y la Tecnología El contar con una inversión suficiente para la investigación se ha vuelto un tema de tensión y de atención en México. Sin duda, el tema no es nuevo y existen posturas encontradas. Algunos/as investigadores ubicados en diferentes Estados de República Mexicana expresaron en las redes o en diversos medios su preocupación ante la determinación que tomó el Senado de aprobar la extinción en lo general y en lo particular de los 109 fideicomisos creados por ley en las diferentes áreas, incluyendo los 91 que se refieren al tema de Ciencia y Tecnología (Moreno y Arvizu, 2020a, 2020b).   Por lo anterior y dado lo sensible del tema aparecen en los diarios mexicanos, titulares como, Afligen profundamente las decisiones en torno al financiamiento a la investigación: GRAUE (DGCS UNAM, 2020); AMLO pide auditoria a fideicomisos tras su desaparición; Conacyt denuncia transferencias a particulares (Redacción Animal Político, 2020); Reprueban golpe a la investigación (Morales); Fideicomisos de Conacyt propiciaban la corrupción: Álvarez-Buylla (La redacción, 2020); Senado aprueba en lo general y particular extinción de 109 fideicomisos (Moreno y Arvizu, 2020); Vienen buenos tiempos para la ciencia: María Elena Álvarez-Buylla, directora de Conacyt (Milenio, 2020); Auditorías a fideicomisos; se presentarán denuncias por corrupción (López, 2020).   Algunas voces de profesores/as investigadores/as manifiestan aflicción ante la eliminación de los 109 fideicomisos del CONACYT (Didou, 2020). De igual manera, instituciones educativas de nivel Superior como la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) expresaron su preocupación ante tales decisiones, porque señalan que la apuesta es a la educación y a la investigación como palanca para el desarrollo. Incluso, el rector de la UNAM, Enrique Grau, incluso subrayó la importancia de la investigación como forma de “transitar a la sociedad del conocimiento y fortalecer a las instituciones educativas del más alto nivel como lo es la UNAM”.   Por otra parte, la directora general del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), Elena Álvarez-Buylla, invitada a participar en la conferencia matutina el 21 de Octubre expresó que al ser designada la titular de Conacyt tenía claro que el desarrollo científico y tecnológico en México era fundamental para garantizar la soberanía nacional y contribuir al bienestar del pueblo de México, pero que también tenía muy claro el compromiso de revisar los fideicomisos y en su caso, ante el uso discrecional y opaco de los mismos, promover el cerrarlos (López, 2020).   Se invitó a la conferencia matutina a la titular de Conacyt para informar sobre las irregularidades que resultaron al examinar los fideicomisos y al respecto detalló para la ciudadanía que había transferencias millonarias del 2015 al 2018 destinadas a apoyar proyectos del sector privado, por más de quince mil millones de pesos y también a través del programa PEI, exponiendo que es un programa fiscal, que todos los años se alimentó de traspasos y alcanzó la cifra de más de veintiséis mil millones de pesos a favor de corporaciones como: Volkswagen, Sabritas, Pepsico, Ford, Bayer y otras farmacéuticas, mientras que a la ciencia del 100% del total de los recursos que por derecho tenía, tan solo se le destinaba un 56% porque el 44% restante se le transfería al sector privado (López, 2020). Figura 1. Transferencias millonarias al sector privado vía Conacyt.  Fuente: (Lopez, 2020) La directora general del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), Elena Álvarez-Buylla, subrayó que aquí hay muchísimas preguntas y que todavía que hay que averiguar sobre el destino de los recursos. Fue así, que calificó de buena noticia que se vayan a cerrar los fideicomisos que producían 500 millones de pesos anuales de gastos operativos y administrativos y sobre todo porque subrayó que pese al costo de mantenerlos habría que poner en la balanza que durante el ciclo 2017 – 2018, el Conacyt no asignó un solo peso para ciencia. Así también, con un gráfico explicó que durante el periodo que corre de 2013 a 2018, el gasto aumento 7 lugares y la eficiencia disminuyó en 16 (La Redacción, 2020; López, 2020).   Ante las declaraciones de la titular del Conacyt de irregularidades en los fideicomisos durante la conferencia matutina del 21 Octubre, ella concedió otra entrevista en donde aseguró a la comunidad científica de México que se tendrá transparencia, reestructuración y articulación entre los recursos y el desarrollo científico y tecnológico. Aseveró además, que se tendrán más recursos para desarrollar las iniciativas de investigación destacándolo como fundamental para desarrollar la soberanía nacional y lo calificó como un gran logro. Y declaró que el Conacyt garantizaba que tanto los estímulos para los miembros del Sistema Nacional de Investigadores (SNI), como las becas que reciben las y los estudiantes becarios del Conacyt, en todas las modalidades sea, especialidad, maestría, doctorado y posdoctorados tanto nacionales como en el extranjero seguirán ministrándose en tiempo y forma, y añadió que se tiene proyectado liberar los recursos que se destinaban a otros fines para que sean efectivos para el uso de la ciencia, la tecnología y la innovación (Milenio, 2020).   Elena Álvarez-Buylla, directora del Conacyt en su mensaje a la comunidad científica agregó que pronto el Conacyt dará a conocer el plan estratégico anunciado, así como los diferentes compromisos con acuerdos claros, transparentes, y destacó que los tiempos serán oportunos para la asignación de recursos necesarios para el funcionamiento. Además, añadió que están asegurados los recursos y acentuó que no va a haber menos, que va a haber más. Agregó que se tiene proyectado que se aumenten las becas y se fortalecerán los apoyos para aquellos grupos que social e históricamente se les ha excluido, refiriéndose particularmente a las mujeres indígenas, a las madres mexicanas, jefas de familia y a las personas con discapacidad (La Redacción, 2020; Milenio, 2020).   En tanto, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador declaró durante la conferencia matutina del 21 de Octubre que desde el inicio de la actual administración federal, se comenzó el proceso para la cancelación de los fideicomisos del Conacyt porque subrayó

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Reflexiones sobre un proyecto de educación indígena del siglo XVI: el Colegio de Santa Cruz de Tlatelolco.

Reflexiones sobre un proyecto de educación indígena del siglo XVI: el Colegio de Santa Cruz de Tlatelolco. Edilberto Mendieta García Si bien es entendido que el proceso de conquista por parte de los europeos en el continente americano fue en momentos cruel y devastador, también es cierto que de éste mismo, surgieron las actuales naciones y la población del día de hoy. Varios grupos originarios lamentablemente cayeron en el exterminio y muchas lenguas dejaron de hablarse. Sin embargo no todo fue destrucción, dentro de este vertiginoso suceso, al menos en el caso de España, hubo personas que supieron admirar las virtudes de los indígenas a lo largo de varios siglos, quizá los dos ejemplos más notorios lo exhibieron las órdenes mendicantes, los franciscanos en México y los jesuitas en Paraguay, donde los religiosos, celosos de su fe y deseosos de implantar un cristianismo más prístino, avocaron sus esfuerzos para construir utopías entre los nativos, surgiendo conventos-escuela, hospitales-pueblo y misiones. a) Los franciscanos y su labor educativa. Una de las labores educativas más importantes que se desarrollaron en México fue la llevada a cabo por los frailes franciscanos. Su visión evangelizadora les permitió empatar los preceptos de la fe con una educación académica. José María Kobayashi en su estudio sobre este tema, afirmó lo siguiente: “De aquí la máxima importancia que la Iglesia a través de los siglos ha dado siempre a la instrucción y a la educación, consciente del daño y riesgo que pueden acarrear tales medios cuando falta aquélla” (Kobayashi, 1985: 150). ¿Cómo se dio este suceso? Entre 1523 y 1524 llegó la orden franciscana con fray Pedro de Gante y con Fray Martín de Valencia, con una meta muy clara: convertir a los indígenas al reino de Jesucristo. Los frailes observaron que las élites indígenas eran quienes llevaban la batuta en sus comunidades, y era preciso arrancar con ellos la siembra de la semilla de la fe; por lo que solicitaron el apoyo de Hernán Cortés para comenzar su obra, el conquistador de Tenochtitlan ordenó a los principales llevaran a sus hijos a casas improvisadas que funcionaron como los primigenios “conventos-escuelas”, y el primer problema fue aprender las lenguas indígenas, mas esto se solucionó a través de una aguda observación y del juego con los niños. Fray Pedro de Gante, fray Toribio de Benavente Motolinía y Fray Andrés de Olmos, se convirtieron en notables nahuatlatos, a este grupo se sumaron posteriormente otros dos más: Fray Bernardino de Sahagún (el pionero de la antropología mexicana) y Fray Alonso de Molina (el más importante lingüista del náhuatl). En estas prístinas escuelas, comenzaron a educar a la niñez noble de México con las primeras letras, el canto, el rezo de algunas oraciones y los principios básicos del cristianismo católico. Los primeros logros fueron prometedores, aunque con resultados a veces funestos. Los casos más notorios fueron los llamados “niños mártires de Tlaxcala” quienes murieron en defensa de la nueva fe entre 1527 y 1529, o el crudo suceso en el cual unos chicos enfrentaron en el mercado de Tlaxcala a un sacerdote llamado Ometochtli quien se hizo llamar dios, cosa que a los infantes replicaron “No es dios sino diablo, que os miente y engaña” (Benavente, 2001: 266) y lo ultimaron a pedradas. Sin embargo, la labor evangelizadora de los franciscanos ya había iniciado ¿Se podría dar otro paso? ¿Educar a los indígenas más allá de las primeras letras? ¿Era posible? Eso era uno de los debates más apasionados que se dieron en esa época. En México Fray Juan de Zumárraga emitió desde su llegada a su sede obispal hasta 1536 una serie de epístolas al rey Carlos I de España, abogando por la autorización de una escuela superior que permitiera formar un sacerdocio nativo que apoyase la titánica labor de evangelizar la Nueva España. En la península ibérica el eminente teólogo Alfonso de Castro, junto a otros eruditos, no fue ajeno a esta propuesta, la cual defendió y consideró pertinente, escribiendo un tratado a favor en 1542 (Kobayashi, 1985: 281-283). Esto significaba desarrollar un proceso mucho más complejo, pues se debía brindar una educación que no sólo abarcara con la enseñanza de la escritura y lectura de la lengua española, sino estudiar latín, teología y filosofía, para preparar a tales sacerdotes, y este tipo de conocimiento rivalizaba con el expuesto en las universidades europeas. Sin embargo, las otras órdenes mendicantes no compartían este furor. Los dominicos y los agustinos a lo más que llegaban era enseñar a los niños a leer y a escribir, a repetir oraciones como el Pater Nostery el Ave María, y alguno que otro aspecto de la catequesis. Para éstos, la educación superior era algo imposible. También hubo sectores del gobierno y de la sociedad novohispana que vieron como innecesarios y hasta peligrosos estas acciones, incluso se escribieron misivas al rey criticando esta labor. b) El Colegio de Santa Cruz de Tlatelolco La suma de estos esfuerzos concluyó de la siguiente manera: el virrey Antonio de Mendoza, el presidente de la Segunda Audiencia Sebastián Ramírez de Fuenleal y el obispo Juan de Zumárraga, el 6 de enero de 1536 fundaron el Imperial Colegio de Santa Cruz en Tlatelolco, con muchas esperanzas puestas. Si bien empezó con dos modestos cuartos de abobe al principio, rápidamente se construyeron mejores cuartos de piedra. Los primeros alumnos fueron elegidos de entre las élites indígenas y se les sometió a una estricta vida, casi monacal, pernoctaban en el Colegio, cumplían con las oraciones matinales, y estudiaban arduamente. El Colegio tuvo al menos en el siglo XVI entre sesenta y setenta alumnos, todos ellos entre los 8 y los 12 años, y cumplidos los 15, se les remitía a sus hogares. Además se le designaron predios en algunos poblados para su manutención, la Corona en ocasiones dio recursos y la institución recibió unas donaciones pías. Además, lentamente se le dotó de una biblioteca, obras de importantes clásicos como Aristóteles, Plutarco o Salustio, textos de transcendentales padres de la Iglesia como San Agustín

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