ALDEA POTEMKIN – ““Emilia Pérezzzzz o de las propiedades del agua” –

Israel Torres Hernández
El comentario “Es hermoso ver una película que es cine” agitó más la polémica álgida. Si bien Guillermo del Toro se ha caracterizado por abordar situaciones diversas al mezclar, con atingencia, la fantasía, los temas oscuros y la realidad, por ejemplo “Cronos”, por lo cual ha sido premiado muchas veces, esta vez falló en su comentario. ¿Pareciera que unos cuantos como él han notado algo excepcional en “Emilia Pérez”, contrario a la mayoría que vio lo mismo con desidia y enojo, y se ha manifestado con críticas y memes en redes sociales? Y lo insólito: han dado la razón a Eugenio Derbez. Por si fuera poco, hasta en los cines de Argentina los índices de asistencia han sido muy bajos pese al impulso de sus trece nominaciones para la entrega 97 de los Oscar. En seguida estas líneas respecto a la relación entre el agua, la película y sus protagonistas.
Primera propiedad: insípida. Las protagonistas Selena Gómez, Karla Sofía Gazcón y Zoé Saldaña no transmitieron al público el dramatismo de asuntos como la desaparición forzada y el narcotráfico porque no son actrices para dicha intensidad. Si el objetivo era denunciar tales problemas fallaron al trivializarlos en una “comedia musical queer”, como el filme es promocionado en algunos medios de comunicación. Más allá de pronunciaciones pésimas y diálogos confusos respecto al español hablado en México, las coreografías y canciones absurdas no soportaron para hacerla célebre. ¡Y es viable que gané el Oscar a mejor película extranjera!
Segunda propiedad: incolora. El director francés Jacques Audiard se inspiró en el libro “Écoute” (Escucha) de Boris Razon, publicado en 2018, para hacer “Emilia Pérez”. Si su disposición era hacer la adaptación fílmica ¿Por qué no abordar los conflictos con fidelidad, por ejemplo acorde a la gravedad de la violencia? ¿Por qué no grabar en lugares donde la sociedad vive y enfrenta a diario los contratiempos? ¿Por qué no contratar actores mexicanos para roles principales y no sólo estrellas? Quizá las respuestas están en la descripción del texto que Audiard no leyó con atingencia: “una novela sobre la identidad en la era de las redes sociales y la vigilancia generalizada”. México es tan significativo en la película como el “Manitas del Monte” en el libro.
Tercera propiedad: inodora. El periodista Álvaro Cueva expresó al respecto: “Cuidado, ser ignorante no tiene nada de chistoso. “Emilia Pérez” no es una historia de un narco, no se está burlando de México, es la historia de una persona que quiere cambiar su vida, tal vez como tú, es la historia de una santa. Por eso es importante que sepas de lo que estás hablando, que no seas ignorante. Cuidado con la divulgación de la ignorancia, sobre todo ahora que estamos tan evolucionados, que tenemos Tik Tok”. Antigarantía Cinépolis: la película recaudó 15 mdd y costó 27 mdd; la gente habló.
Por último, “Emilia Pérez” posee las propiedades del agua, menos la nutriente. Para la ideología woke –ya en decadencia- debería ser la película distintiva de esta época. Mientras en Cannes fue ovacionada con 12 minutos de aplausos, la gran parodia “Johhane Sacreblu” obtuvo 13 millones de vistas en You Tube. Para el discurso político del Hollywood de la inclusión forzada está ¿a la par? de “Ben Hur”, “Danza con lobos”, “El padrino”, “La la land”, “Lo que el viento se llevó”, “Titanic” y “Oppenheimer”.
Segunda propiedad: incolora. El director francés Jacques Audiard se inspiró en el libro “Écoute” (Escucha) de Boris Razon, publicado en 2018, para hacer “Emilia Pérez”. Si su disposición era hacer la adaptación fílmica ¿Por qué no abordar los conflictos con fidelidad, por ejemplo acorde a la gravedad de la violencia? ¿Por qué no grabar en lugares donde la sociedad vive y enfrenta a diario los contratiempos? ¿Por qué no contratar actores mexicanos para roles principales y no sólo estrellas? Quizá las respuestas están en la descripción del texto que Audiard no leyó con atingencia: “una novela sobre la identidad en la era de las redes sociales y la vigilancia generalizada”. México es tan significativo en la película como el “Manitas del Monte” en el libro.
Tercera propiedad: inodora. El periodista Álvaro Cueva expresó al respecto: “Cuidado, ser ignorante no tiene nada de chistoso. “Emilia Pérez” no es una historia de un narco, no se está burlando de México, es la historia de una persona que quiere cambiar su vida, tal vez como tú, es la historia de una santa. Por eso es importante que sepas de lo que estás hablando, que no seas ignorante. Cuidado con la divulgación de la ignorancia, sobre todo ahora que estamos tan evolucionados, que tenemos Tik Tok”. Antigarantía Cinépolis: la película recaudó 15 mdd y costó 27 mdd; la gente habló.
Por último, “Emilia Pérez” posee las propiedades del agua, menos la nutriente. Para la ideología woke –ya en decadencia- debería ser la película distintiva de esta época. Mientras en Cannes fue ovacionada con 12 minutos de aplausos, la gran parodia “Johhane Sacreblu” obtuvo 13 millones de vistas en You Tube. Para el discurso político del Hollywood de la inclusión forzada está ¿a la par? de “Ben Hur”, “Danza con lobos”, “El padrino”, “La la land”, “Lo que el viento se llevó”, “Titanic” y “Oppenheimer”.
En el único cine de Aldea Potemkin, “Flow” sacó de la cartelera a “Emilia Pérezzzzz”.
