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Las emociones y la educación: el recuento de los daños ante el CoVID-19

Las emociones y la educación: el recuento de los daños ante el CoVID-19 Dora del Carmen Yautentzi Díaz   Hemos sido testigos desde finales de 2019 de un fenómeno clínico presente en el continente asiático; en ese momento parecía tan lejano de nosotros que apenas pudimos sentir asombro en febrero de este año cuando se informó a la sociedad mexicana que teníamos en el país al primer diagnosticado por SARS CoVID-19. Ante las respuestas emergentes dirigidas por el Gobierno Federal se llama a la población a dar comienzo a la Jornada Nacional de Sana Distancia y al Plan DN-III-E donde se cancelan las clases presenciales en todos los niveles educativos, se llama a la protección a los adultos mayores, se procede a la cancelación de las actividades sociales no esenciales y se llama al confinamiento domiciliario con la finalidad de evitar contagios y exponer a aquellos sectores sociales vulnerables. No podemos negar el nivel de alarma clínica que este evento representa, sin embargo, todo parece señalar que estamos frente a una pandemia social con altos costos demográficos, biológicos, económicos y sin duda educativos. De un momento a otro, el entorno de la relación docente-estudiante pasó abruptamente a tener de por medio un entorno virtual y el espacio (el escenario según Goffman) quedó cautivo en un teléfono celular o un dispositivo electrónico. Se nos indicó con premura y emergencia en todos los niveles educativos a aquellos que nos encontramos frente a un grupo de estudiantes, que debíamos planear el resto del curso en modalidad a distancia y proceder a la evaluación de la misma forma. Hemos realizado, algunos con mayor éxito que otros claro está, un despliegue de recursos académicos, técnicos y humanos para dar resultados ante lo emergente pero poco se ha pensado o sensibilizado (aunque existen honrosas excepciones) sobre las emociones de padres de familia, estudiantes y profesores. ¿Es importante hablar de esto? ¡Por supuesto! En algún momento de la infancia el niño comienza su vida académica de la mano de las emociones: llanto o curiosidad, el primer día de clases de todo pequeños resulta un viaje de emociones sin final, perder el contacto por un momento con el hogar y trascender al círculo social de la escuela puede ser un legado de dicha o de frustración. La conformación de los grupos sociales: estudiantes, profesores y padres de familia son rasgos que un pequeño aprende a conocer y a analizar desde sus primeros años escolares. Los padres de familia experimentan también una serie de emociones durante la trayectoria escolar de sus hijos: los eventos cíclicos al inicio y cierre del ciclo escolar, los festivales y aquellos rituales que acompañan la vida escolar de toda persona y que le dotan de significado y apego han quedado confinados de manera abrupta al espacio de su hogar. No hubo un festejo de primavera, del día del niño, del día de la madre o graduaciones en este momento. Los profesores han encontrado un choque catastrófico al ser llamados de la noche a la mañana diseñadores de contenidos curriculares a distancia, evaluadores y gestores de recursos digitales para el aprendizaje con escasa (tal vez apropiada o adecuada los menos) y tristemente un gran sector nula formación al respecto. Insisto: ¿por qué hablar de emociones? Le diré que una proyección de antropólogos y científicos sociales que he monitoreado en diversos escenarios académicos (ENAH, UNAM, UAM, CIESAS, por mencionar algunos) concuerdan en los cambios conductuales y las eventuales manifestaciones psicológicas que serán resultado de este confinamiento y la carga de trabajo en casa (nombrada home office) que ha rebasado los escenarios prospectivos más allá de nuestra capacidad. Me di a la tarea de hacer un intento de rastreo etnográfico, guardando los rigores del confinamiento domiciliario, pero aprovechando los espacios virtuales y los menos físicos donde pude interactuar con vecinos y conocidos para conocer el sentimiento de algunos de los actores sociales de la educación: estudiantes, profesores y padres de familia. Por economía del espacio no transcribo los extractos de sus narraciones, pero sin duda los hallará clarificadores.  Usted amigo lector probablemente ya haya experimentado trastornos del sueño, ansiedad, pérdida del control de los días transcurridos, aburrimiento, angustia, temor, cansancio, enojo, tristeza, cambio de los ciclos y horarios de alimentación, tensión familiar o algún otro estado similar. Imagine ahora todas esas emociones y añada usted el estrés: Para el estudiante: Horarios: esta manifestación es tremenda cuando demandamos horas frente a la computadora pretendiendo cumplir con el horario de clase (en algunos casos los estudiantes de nivel medio superior y superior pasan frente a la pantalla más de seis horas diarias más otras seis realizando tareas, incluso comenzando a las siete de la mañana ¡hágame favor!), Asignación de productos de aprendizaje: tareas o actividades sin sentido, en educación básica pretendiendo que tienen un padre de familia en casa para supervisar o apoyar al estudiante, sin considerar: nivel educativo del padre o madre, si son hogares uniparentales donde tienen que salir a trabajar de tiempo completo pese al confinamiento. Recursos para la educación: Consideramos aquí a esas familias donde los padres han tenido que recurrir al empeño de sus bienes para continuar alimentándose si cuentan con equipo de cómputo o redes de comunicación para cumplir con las tareas, si son hogares con tensiones familiares o si viven en condiciones de hacinamiento, o si tienen enfermos en casa. Para los profesores: Diseñadores y evaluadores de contenidos en línea: De un momento a otro pasamos de docentes (normalistas o universitarios) a figuras de asesoramiento en modo virtual. Ventajas desde luego para los docentes con formación en pedagogía y ciencias de la educación, pero no para aquellos que buscaban abrirse paso entre corrientes pedagógicas y ejercicios didácticos con el ánimo de enseñar. Incertidumbre de la figura docente: Ante la eventual diversificación de la figura del docente (capacitador, experto, mentor, diseñador de contenidos y evaluador) la ansiedad y el estrés por continuar una tarea de forma integral demanda grandes cargas de trabajo, y frustración en muchos casos para quienes además se encuentran

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En entrevista con Alexandro Escudero: “El reto es transitar de la multimodalidad educativa a la intermodalidad educativa”

En entrevista con Alexandro Escudero: “El reto es transitar de la multimodalidad educativa a la intermodalidad educativa” María de Lourdes González Peña Alexandro Escudero, profesor investigador de tiempo completo en una Institución de Educación Superior (IES), voz académica cuya línea de experiencia es tecnología educativa y accedió a responder a través de unas líneas, a unas preguntas que surgen a partir del cambio de cancha de las aulas a los hogares. Ya que ante el llamado de las autoridades mexicanas a la población a la Sana distancia y al ¡Quédate en casa!, los protagonistas de la educación de modalidad presencial temporalmente se confinan en los hogares y como estrategia de comunicación a distancia, sin preparación previa, usan en mayor medida los ordenadores y los teléfonos inteligentes que tienen a su alcance para evitar fracturas a las trayectorias académicas de su comunidad educativa o trazar líneas de ayuda. De antemano, anticiparon algunas dificultades, pero hacer nada, resultaba peor. También surgen conversatorios con la presencia de voces académicas y de la investigación que colaboran en universidades para tratar las dificultades, las oportunidades y las tensiones que se presentan por adaptar un modelo educativo presencial en uno a distancia. Invitadas e invitados con disposición para escuchar, para trazar rutas, para proponer mejoras a la educación nacional en tiempos oportunos. Es así, que el Dr. Escudero consintió amablemente en responder a algunas preguntas. Iniciaré con una breve semblanza del profesor investigador, Alexandro Escudero Nahón. Es doctor por la Facultad de Pedagogía de la Universidad de Barcelona, profesor investigador de tiempo completo en la Universidad Autónoma de Querétaro, actual coordinador del Doctorado en Tecnología Educativa de la misma casa de estudios, coordinador del Departamento de Investigación de la Red de Investigación Multidisciplinaria S.C., es miembro del Consejo Mexicano de Investigación Educativa (COMIE) desde el 2016, es director de la revista Transdigital y organizador del Congreso Virtual Transdigital “Nuevas Perspectivas Tecnológicas para la Investigación de Problemas Estratégicos”.  -Dr. Escudero, si bien la comunicación por medio de ordenadores y teléfonos inteligentes favoreció a los escenarios educativos durante la contingencia sanitaria del COVID 19, también la experiencia demostró que de ninguna manera es suficiente y todo parece indicar que los conversatorios virtuales asumirán un carácter más intenso en los próximos meses. En su opinión ¿Cuáles son los temas que deberían plantearse en los próximos conversatorios? ¿Cuáles deberían de ser las preocupaciones y las propuestas de las Instituciones de Educación Superior? En mi opinión, la actual contingencia epidemiológica del COVID 19 reveló que, en general, no existen planes de continuidad educativa en las Instituciones de Educación Superior para enfrentar este o cualquier otro contratiempo que afecte a la educación regular. Creo que este tema, el diseño de planes de continuidad educativa, debería ser una preocupación superlativa para las instituciones educativas actualmente. Y, por supuesto, las iniciativas de divulgación de la ciencia podrían hace conversatorios para que se genere una opinión pública al respecto. El 26 de mayo de 2020 participó en un foro virtual organizado por el Consejo Mexicano de Investigación Educativa (COMIE), titulado “Docencia No presencial de Emergencia: lecciones aprendidas”. Entre los análisis compartió algunas de las dificultades y algunas de las consecuencias de adaptar un modelo de educación a distancia a la organización educativa de modalidad presencial. ¿Usted tiene algún o algunos textos de años anteriores, donde vislumbraba las dificultades? ¿Cuáles deberían de ser las mejoras? En 2016, en el artículo titulado, “Proceso de diseño de un modelo de educación a distancia como estrategia de innovación educativa para la economía del conocimiento”, ya vislumbraba las dificultades en tres frentes, la gestión de la administración del programa, las gestiones con el aparato de la administración central universitaria y las gestiones ante los lineamientos de la administración central nacional y sobre todo, que era necesaria una nueva organización institucional, de orientación de los recursos y de aplicación de la tecnología digital al servicio del aprendizaje. En otras palabras, se requiere una nueva base conceptual sobre la cual puedan construirse otros ámbitos como por ejemplo, educativos, metodológicos, administrativo, por mencionar algunos, para integrar todas las modalidades educativas que poseen las instituciones en un sistema intermodal. Dr. en los aprendizajes, los criterios de evaluación hacen parte ¿Cuáles fueron los criterios que se tomaron para la evaluación de los aprendizajes? ¿Cuáles convenía seguir para hacer más satisfactorias las experiencias de todos los protagonistas de la educación con la tecnología educativa? En el foro virtual que antes mencionaste tuvimos la oportunidad de reflexionar sobre varias preguntas, pero una de ellas aludía a ¿qué criterios se seguirán para la evaluación de los aprendizajes de los estudiantes presenciales en una modalidad educativa no presencial durante la contingencia sanitaria? Allí comenté que, debido a la falta de planes de continuidad académica, las autoridades educativas están más preocupadas por el proceso administrativo de la conclusión del ciclo escolar, que por sugerir criterios para la evaluación de los aprendizajes durante esta contingencia sanitaria; en pocas palabras, están más preocupadas por poner las calificaciones finales oportunamente, que por expresar los criterios para evaluar el aprendizaje y, mucho menos, por abordar el candente tema sobre cómo podría evaluarse la docencia. Sobre la responsabilidad que tienen las instituciones para diseñar planes de continuidad académica, personas como tú, que hacen difusión de temas educativos, sí pueden hacer mucho. En principio, pueden señalar que el diseño de planes de continuidad académica no ha sido un tema de interés para las autoridades educativas, aun cuando en nuestro país existen varios motivos que obligan continuamente a suspender las clases regulares. Por ejemplo, problemas de infraestructura educativa, contingencias ambientales como baja calidad del aire, desastres naturales, huelgas y paros laborales, episodios de violencia pública o del crimen organizado, etcétera. Basta recordar que en México, hace poco, tuvimos la contingencia sanitaria que provocó la pandemia de la influenza AH1N1 en el 2009. Así que en esta emergencia sanitaria, las autoridades no han planteado los criterios para evaluar el aprendizaje y, mucho menos, para evaluar la docencia. Dr. Usted señala que una intermodalidad educativa, el alumnado de

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Fátima Chávez Alcaraz

La práctica de la felicidad en una taza de chocolate

La práctica de la felicidad en una taza de chocolate Fátima Chávez Alcaraz ¿Porque hablar de nuevos estilos de vida, más saludables, más conscientes y holísticos, cuando solo se trata de tomar una taza de chocolate?Estamos acostumbrados a sufrir, a pasarlo mal y sobre todo a pensar en las difícilessituaciones que nos han tocado enfrentar en nuestras vidas, somos incansables buscadores de lo que llamamos felicidad y pretendemos a toda costa huir del sufrimiento.A nivel social, como sino bastaran nuestras dificultades personales, hablamos delcalentamiento global de la extinción de las especies, los desajustes económicos y lainseguridad, eso sin mencionar los candentes temas políticos que se vuelven trending topic en las reuniones, incitando los comentarios de sus asistentes; todos tienen una opinión, una formula de cambio, una critica aguda y sobre todo una trinchera de competencia con los demás que motiva el interesante juego de tener la razón, ganar o perder. La dualidad natural de nuestro pensamiento nos limita convirtiéndonos en seres muy básicos, – aunque insistamos en aparentar lo contrario, haciendo gala de la gran cantidad de información que acumulamos – por esta razón, cuando alguien ingenuamente comenta que se encuentra muy bien, que esta en paz con todo y que le da igual la política, la economía o el calentamiento global, termina con el interés del otro de iniciar cualquier debate o análisis. Curiosamente cuando las cosas van mal pareciera que hay mucho más que decir, como si el malestar fuera un alimento que nos permitiera socializar, sentir complicidad o incluso bienestar, pues te da la oportunidad de compararte y quizá hasta sentir que no estas tan mal como pensabas. El bienestar en nuestra sociedad es un sentimiento extraño, casi incomprensible para la mayoría, un tema que despierta poco interés, posiblemente porque sobre lo desconocido se puede opinar poco; además el bienestar es una condición que deja a los otros sin argumentos, que más decir ante la arrolladora afirmación de “me encuentro bien” y peor aún si la razón es solo por que sí. ¿No sería la respuesta de un lunático? ¿Quién puede estar bien sabiendo todo lo que ocurre allá afuera? Injusticias, pobreza, maltrato infantil, drogadicción. Entonces llega el argumento que nos libra de toda aprobación para aquel que tuvo la osadía de sentirse bien, “esa persona es egoísta” de otro modo no te puede “dar igual” lo que pase allá afuera, y decir que simplemente esta bien. En realidad, aprender a estar bien no se trata de egoísmo ni de indiferencia; por el contrario es una cuestión de comprensión. En primer lugar, debemos saber que nuestro cerebro busca garantizar nuestrasupervivencia, por eso pareciera que se nutriera de lo negativo, buscando alertarnos ante cualquier comentario, o situación que nos despierte una emoción desagradable, esta parte tan básica de química cerebral esta ahí presente y es muy útil cuando conocemos como funciona y le damos su justa dimensión en nuestra vida.Por otra parte, alcanzar el bienestar sin importar las condiciones externas no significa ser feliz o infeliz, significa tan solo estar; no dar más poder a las situaciones a través de interpretaciones de éxito o fracaso. Esto no es nada sencillo, es un entrenamiento mental donde logramos trascender la parte mas básica de nuestro cerebro experimentándonos como seres más conscientes, por ello lograr el bienestar no significa que no te des cuenta del calentamiento global o de la desigualdad del mundo, simplemente es haberte dado cuenta de que la mejor contribución que puedes hacer al mundo es no continuar nutriendo con tus pensamientos, actitudes o comentarios toda catástrofe que como sociedad atravesamos; sino por el contrario, mantener el equilibrio aún bajo la tormenta. Esto puede parecer algo mucho más complicado que lo que es. Ciertamente se necesita una buena dosis de disciplina y entrenamiento mental para aprender a poner atención en el presente, en lo que está y en la belleza que nos rodea. Este entrenamiento nos permite ir construyendo un estado de bienestar que nos prepara para cuando los desafíos naturales de la vida se presenten, por ejemplo una perdida, un cambio de trabajo, etc. Estos puedan ser afrontados desde el bienestar, esto no significa que nos vamos a sentir felices pese a todo, significa no perder el equilibrio, pues la felicidad es un estado mental que no es el que nos han enseñado, y que pareciera que intentan equipararlo con la euforia o la perfección.La felicidad en realidad surge de la aceptación de que nada es perfecto y de unentrenamiento que nos permita crear una construcción de bienestar constante, por ello es fundamental que aprendamos a construirla, y una forma de hacerlo es dando valor al sencillo arte de los pequeños “placeres” que no por cotidianos son cosa menor, me refiero a beber un vaso de agua cuando tienes sed, tomar una ducha, mirar el cielo, caminar o tomar una taza de chocolate y saborear. Directora y fundadora de Be-lieve un programa de autoliderazgo. Además de desempeñarme en cargos públicos académicos y privados como consultora, funcionaria e investigadora en áreas de gestión administración y política pública. believe.autoliderazgo@gmail.com

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Juan Alberto Paredes Sánchez

Propuesta de modelo de vinculación educativa Colegio de Postgraduados, campus Puebla

Propuesta de modelo de vinculación educativa Colegio de Postgraduados, campus Puebla Juan Alberto Paredes Sánchez El propósito es describir y determinar los criterios de calidad de los procesos académicos de vinculación y establecer el grado de aplicación en la práctica, de la propuesta del modelo de vinculación educativa a seguir por el Campus Puebla del Colegio de Postgraduados. El modelo se obtuvo como resultado de la tesis de doctorado “Modelo De Vinculación Educativa, Campus Puebla Colegio De Postgraduados”. a partir del análisis de las experiencias de vinculación educativa del campus, y se ha enriquecido con experiencias prácticas de la integración e interacción de las funciones sustantivas (Enseñanza, Investigación y Vinculación), en la formación de recursos humanos. La evolución del modelo se ha caracterizado por la modificación y complementación constante, vía su aplicación práctica, por tal motivo, el modelo representa una síntesis de las experiencias desarrolladas durante más de cuarenta años de aplicación. La base del modelo son las Microrregiones de Atención Prioritaria (anteriormente planes regionales), a partir de las cuales se realizan procesos de investigación en la operación que están constituidas por seis Microrregiones de Atención Prioritaria (MAP), en dos estados de la república: Puebla (Huejotzingo, Serdán, Valles Altos, Atlixco, y Mixteca Poblana) y Guerrero (Montaña de Tlapa); que constituyen el espacio geográfico, socioeconómico y cultural en el que convergen en forma organizada las actividades sustantivas, con los objetivos de: -Probar y generar modelos de desarrollo agrícola y rural con la participación de los actores locales. -Promover innovación tecnológica, organización campesina, servicios de apoyo para incrementar la producción, así como el aprovechamiento sustentable de los recursos naturales. -Aportar al debate teórico y conceptual académico sobre los procesos de desarrollo agrícola y rural. -Generar espacios de enseñanza-aprendizaje de estudiantes. Ver figura No. 1.   Figura No. 1. Microrregiones de Atención Prioritaria (MAP), Colegio de Postgraduados Campus Puebla. Para el diseño del modelo se tomó como referencia la revisión documental de las políticas y normatividad para la realización de acciones de vinculación del Colegio de Postgraduados, así como de la descripción de la evolución estructural del Campus y sus normas de operación.   El análisis de los procesos de vinculación lleva a la selección de un enfoque basado en el contexto de la administración y planeación estratégica, definiendo un modelo constituido por cinco etapas (ver figura No. 2):   1.- Naturaleza y filosofía de la vinculación del Colegio de Postgraduados (elementos de visión y planeación estratégica). 2.- La estrategia de vinculación y sus componentes (elementos estratégicos y tácticos de programación). 3.- Organización, integración y administración de la vinculación (elementos de organización). 4.- Establecimiento y operación de los procesos de vinculación en un programa de actividades (elementos de ejecución). 5.- Seguimiento y evaluación de las acciones de vinculación (elementos de control). A continuación, se describen cada una de estas etapas, a partir de la estructura general del modelo de vinculación: Naturaleza y filosofía de la vinculación del Colegio de Postgraduados.   El referente fundamental de las actividades de vinculación del Campus son su visión, misión, objetivos, metas y estrategias por lo que es importante tener claridad en la definición de estos aspectos, y determinar si existe un planteamiento preciso de lo que se espera lograr. Estos referentes se ven fortalecidos por la filosofía, principios y valores, políticas y normatividad del Colegio (Reglamento General del Colegio de Postgraduados 2015). Esta definición permite establecer a corto, mediano y largo plazo los logros y acciones a realizar, así como la responsabilidad de los participantes en el diseño del sistema para su realización. En esta etapa se delimita el ¿Por qué?, ¿Para quién?, y el ¿Qué? de la vinculación y cuales son los objetivos y metas a alcanzar, en el Reglamento. (ver figura No. 3).   El Colegio de Postgraduados se ve como una institución de enseñanza, investigación, divulgación y servicio (en los reglamentos del Colegio de Postgraduados se describen su filosofía, objetivos, funciones y estructura organizativa), que a partir de los programas académicos de postgrado y de investigación de cada uno de sus institutos y centros regionales (Campus), atiende las funciones fundamentales de formación de recursos humanos a nivel de postgrado y genera conocimiento científico y tecnológico, difundiéndolo y aportando servicios. Para cumplir con los objetivos del Colegio, se concibieron los centros regionales (Campi), aspecto que reafirma la importancia de los procesos de vinculación para que los recursos humanos respondan a la problemática nacional estableciéndose con esto la misión de la vinculación de las funciones sustantivas con la realidad social del país. Lo anterior constituye a los centros en el eje de las actividades académicas a través de los programas educativos, de investigación y servicio, cuyo contenido se ubica en los diversos marcos geográficos en los cuales están participando, evitando interferencias y coadyuvando a una más amplia comprensión de como todos los elementos de la sociedad pueden interactuar en forma organizada y coordinada, para un propósito común, “la superación del sector agropecuario y forestal de acuerdo a las demandas de desarrollo del país, haciendo énfasis en los aspectos que relacionan la actividad educativa con la productiva, estableciendo relaciones con las entidades de la administración pública, adquiriendo una importancia fundamental, ya que cuenta con una infraestructura científica y tecnológica que tiene relevancia en los diversos sectores de actividad de la administración pública federal, de los estados y de las regiones donde opera”. El Campus Puebla se ha fortalecido progresivamente en las actividades de enseñanza e investigación; cuenta con su propia estructura, organización y reglamentos. En su fase operativa, se relaciona a partir de programas de enseñanza, investigación y capacitación; recibiendo de otros Campus, el apoyo del cuerpo académico aportando conocimientos y experiencias de su personal, en cuanto a la identificación, análisis e interpretación de los problemas que se plantean en el medio rural, dentro del contexto de las actividades del Colegio. Lo planteado permite establecer el punto de arranque para las acciones de vinculación, la planeación, el conocimiento y análisis de los factores que afectan las actividades de vinculación, las cuales se agrupan en: 1) de

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Minerva González Monroy

El impacto del Pensamiento Crítico para superar la Contingencia Sanitaria

El impacto del Pensamiento Crítico para superar la Contingencia Sanitaria Minerva González Monroy Toluca, México. Una vez implementada la Contingencia por COVID-19, la población mexicana ha enfrentado situaciones que no tenía contempladas; haciendo uso de habilidades como el pensamiento crítico para resolver situaciones personales y sociales, en el caso de la comunidad educativa, los alumnos de media superior demuestran con sus acciones y propuestas que están informados, y que desean colaborar desde donde se encuentran.  Algunos de ellos han tenido que salir a trabajar ya que se ha desestabilizado la economía familiar, otros deciden con responsabilidad, colaborar con la comunidad que los rodea. El presente trabajo, pretende mostrar cómo el pensamiento crítico puede impactar en la vida de algunos alumnos de nivel medio superior, los cuales pertenecen a comunidades semiurbanas, procedentes de los municipios de Zinacantepec, Zacahualco, La cañada, San Lorenzo, San Francisco, Santa María, San Cristóbal, San Juan y Tabernillas, en el Estado de México. Se trata de un grupo de 51 jóvenes a los cuales se les envió un cuestionario para conocer cómo el pensamiento crítico puede ayudar enfrentar las consecuencias de la contingencia sanitaria. En la tabla 1 se encuentra el referente al contexto familiar donde se identificaron los siguientes rasgos: Tipo de familia Nivel socioeconómico Nuclear Monoparental Extensa/ Viven con otros familiares. Alto Medio Bajo 40 8 3 7 22 20 Tabla 1. Tipo de familia y nivel socioeconómico de los alumnos objetos del presente estudio. El nivel socioeconómico se determinó con las especificaciones de un formato estandarizado por el departamento de orientación educativa del Bachillerato General. Para abordar los resultados del cuestionario aplicado, es importante recordar algunos conceptos como el pensamiento, tal como lo menciona Victoria Jara (2012) “es un reflejo de la realidad en tanto se perciba el objeto real y se concretice lo visualizado… se visualiza solamente en la mente de quién lo piensa” (representación mental), como producto social, relacionado con el contexto en el que se presenta. Una vez que se percibe determinada realidad mediante el sistema de constructos, “los constructos se van consolidando en el intercambio cotidiano con el medio… son una mezcla de conocimiento, afectividad y acción… son permeables a las nuevas experiencias y acontecimientos (págs. 55, Kelly, 1955 en Jara, 2012) es decir lo que se vive cada día, se considera apropiación del pensamiento, entonces, podemos pasar al siguiente nivel: el pensamiento crítico, donde el sujeto no sólo va a realizar representaciones mentales, sino va a reconstruirlo a través de la reflexión (Jara, 2012), o cómo lo señalan Richard Paul y Linda Elder (2007) “El pensamiento crítico implica aquel que tiene un propósito claro… cuestiona la información. Se empeña en ser exacto, preciso y relevante. Busca profundizar con lógica e imparcialidad.  Para Robert Ennis  (2018, pág. 92 Citado en Bezanilla et al.) el pensamiento crítico es un proceso complejo que implica tres dimensiones: lógica, criterial y pragmática (decisión para construir y transformar el entorno). Pensar críticamente no sólo es reflexionar acerca de un problema sino hacer propuestas para resolverlo y prevenirlo, tal como se ha venido trabajando a lo largo de las diferentes etapas de desarrollo en los diversos contextos educativos, por los que el niño transita hasta convertirse en un adulto; se ha tenido cuidado de desarrollar el pensamiento en el contexto educativo. Partiendo de la educación preescolar donde se plantean aprendizajes que el educando pueda utilizar en sus actividades cotidianas, fomentando el pensamiento, cuestionando, comparando, etc. (SEP, 2015), en la primaria se espera que al término de la misma sea capaz de analizar situaciones, identificar problemas, proponer soluciones y tomar decisiones (SEP, 2009), en la secundaria se espera que  argumente, razone y emita juicios  (Subsecretaría de Educación Básica, 2019) hasta que en el nivel medio superior, se plantea que favorezca la convivencia y el diálogo con respeto a la diversidad, que colabore de manera constructiva, busque entender su entorno, regule sus emociones, cuide de su salud y piense de manera crítica, entre otros (SEMS, 2020) dando lugar a un ciudadano responsable y activo ante la sociedad que lo rodea.   Los datos arrojados por los cuestionarios aplicados reflejaron que los jóvenes se sienten cómodos con el aislamiento, debido a que han tenido oportunidad de relacionarse mejor con sus familias a través de la convivencia y esto los ha mantenido unidos; consideran que se han beneficiado con la situación desde el punto de vista en que pueden cumplir con sus actividades académicas, además de participar en las labores de su hogar realizando tareas de limpieza y reparación. 91% de los jóvenes permanecen en casa, y los que tienen que salir, lo hacen por cuestiones de trabajo. El 100%, sigue las indicaciones de seguridad para la cuarentena: sana distancia, uso de gel y cubrebocas entre otros (Secretaría de Salud, 2020) ya que desde su punto de vista es importante cuidarse y cuidar a las personas que los rodean, es según la mayoría, una manera de contribuir con la sociedad siendo solidarios; es decir, están informados, atendiendo y entendiendo las implicaciones de sus acciones con sus respectivas consecuencias, lo que demuestra que están empleando el pensamiento crítico, algunos dicen estar conscientes de los privilegios que tienen y de su deber con su familia, hacen lo posible para cumplir con sus responsabilidades e incluso muestran su deseo de colaboración apoyándose para enviar las actividades que solicitan los docentes, le dan un propósito a sus acciones y si es necesario buscan  información para complementar sus saberes encaminando sus acciones a la reconstrucción de su entorno, esto además de volverlos pensadores críticos promueve su resiliencia, entendiendo la resiliencia como la capacidad de adaptación ante las adversidades (riesgos reales) (García del Castillo, García del Castillo, López, & Díaz, 2016) y su habilidad para resolver problemas que enfrentan en la realidad. Retomando que la convivencia con su familia les ayuda a fortalecer su autoestima impulsándolos a emplear sus habilidades al grado de sentirse motivados, valorando la convivencia social. Podemos decir que estas habilidades son palpables en el caso del grupo estudiado, el cual, está potencializando sus

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Claudia Islas Torres

El conectivismo en tiempos del COVID-19

El conectivismo en tiempos del COVID-19 Claudia Islas Torres   Tepatitlán de Morelos, Jalisco; México. El inicio del año 2020 fue diferente para todos los habitantes de este planeta, en los últimos días del 2019 se escuchaba o leía la noticia respecto a la aparición de un virus (COVID-19) que había afectado a varias personas en la ciudad de Wuhan, China, causándoles especialmente problemas respiratorios. Quien vive en un continente diferente al asiático, pudo pensar que ese fenómeno solo estaba sucediendo en aquella lejana región. Sin embargo, con el pasar de los días y el tránsito de personas de un lugar a otro, el virus empezó a propagarse exponencialmente por todo el mundo. Las autoridades sanitarias de la Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtieron sobre la llegada de una posible pandemia, noticia que para algunos dirigentes de distintos países pareció algo exagerado o de poca credibilidad. Con el pasar de los días y al observarse la gravedad de la situación, los gobernantes de distintos países empezaron a tomar medidas de aislamiento y distanciamiento social, acción que inmediatamente impactó en el sistema educativo de cada región, así como en la industria, comercio y demás actividades que implicaban la aglomeración de personas. En el presente texto se hace énfasis principalmente en el ámbito educativo, en el que dicha decisión significó que en los diferentes niveles de todos los países se buscará una estrategia que ayudará a reducir el impacto de suspender las clases presenciales, optando por hacer uso de las tecnologías de la información y comunicación (TIC) digitalizando las clases para adaptarlas a ambientes mediados por tecnologías y para los cuales ni todos los docentes, ni todos los estudiantes estaban preparados competencialmente. En este sentido, se observó cómo de un día para otro los hogares se convirtieron en lugares de teletrabajo, de aulas de clase, de convivencia y demás actividades a las que los habitantes de los mismos habían sido forzados a realizar en un mismo espacio. Escenario que dio pie a que los estudiantes desde formación básica hasta universitaria o posgrado utilizaran internet, dispositivos móviles, computadoras, aplicaciones, sistemas administradores de aprendizaje, salas de videoconferencias, entre muchas otras herramientas que las redes proveen. Por lo anterior se alude al conectivismo (Siemens y Downes, 2004) como una disciplina que puede ayudar a explicar lo que sucede en los procesos formativos de los individuos, en el entendido de que éste surge como un marco alternativo a las anteriores teorías del aprendizaje que no previeron la aparición de las tecnologías y las conexiones en red. El conectivismo enfatiza al aprendizaje social y los entornos de cambio difusos donde los individuos no controlan completamente su proceso de aprendizaje. Está disciplina toma como punto de partida la sociedad digital conectada, postula la creciente conectividad, inmediatez a la información, importancia de la infraestructura por la que transita, la socialización global y los mundos virtual y físico desdibujados por la ubicuidad que existe (Sagar, 2014). Esta situación plantea que los procesos de aprendizaje se renuevan considerando que el conocimiento reside en las redes y el aprendizaje ocurre en ellas cuando se participa. Bajo estos supuestos y la realidad emergente que se vive a raíz del COVID-19, se diría que el conectivismo explica el aprendizaje actual, aludiendo a las relaciones que se construyen a través de la mediación tecnológica y la progresión de la generación de conocimiento; los estudiantes aprenden cuando recrean las conexiones que realizan, basándose en la externalización del conocimiento. En este sentido, las redes manejan el excedente de información que se genera y, por tanto, se convierten en una memoria viva, donde se deposita el conocimiento y se accede a él cuando se necesita. Según el conectivismo, las redes se conforman por los nodos que las constituyen, que son entidades externas que pueden utilizarse para formar un entramado y estos a su vez ser comunidades de aprendizaje, personas, organizaciones, bibliotecas, sitios web, libros, revistas, bases de datos, blogs, wikis, podcast, etiquetas y marcadores sociales o cualquier aplicación o herramienta a la que se accede, es por ello que desde esta disciplina se dice que se aprende desde la participación en las redes, con información actual, construcción de relaciones, diversidad de perspectivas, interacción síncrona o asíncrona, etcétera; que pueden observarse en sitios tan comunes como: Facebook, WhatsApp, Wikis, YouTube, Instagram, entre otros. Así, los estudiantes desarrollan sus potenciales en la sociedad conectada a la que cada individuo accede teniendo paso a nubes de conexiones de forma ubicua. El aprender entre nubes de conocimiento significa que éste se construye con el trabajo de otros, lo que permite innovar y desarrollar rápidamente ideas y conceptos; por su parte la tecnología de las redes hace que lo importante se distribuya por diversos conductos, generando una distribución que permite acrecentar el acervo personal a partir de la interiorización, y una vez aprehendidos esos conocimientos se está en posibilidad de utilizarlos, de ponerlos en práctica o de actuar sobre él.   Ante los supuestos mencionados, puede inferirse que, en su mayoría, los estudiantes están aprendiendo entre nubes, potenciando o en su defecto desarrollando habilidades digitales con las que ya contaban, pero ahora sumándole la variable aprendizaje, porque es sabido que el ser diestro en el uso de tecnologías no necesariamente garantiza ser atogestivo y por ende aprender. Pero ante esta disciplina que explica el aprendizaje en red y que se adecua a los momentos de pandemia en que se vive, cabe preguntar ¿qué sucede con aquellos que no tienen acceso a la conectividad y por consecuencia a aprender entre nubes? Ante la situación que se vive la educación a distancia adquirió una relevancia que quizás nunca había tenido porque salvo el hecho de que no podían estar en un mismo espacio los profesores y los estudiantes, sin embargo, este auge también ha dejado entrever que no todo el mundo está preparado para aprender entre nubes. Es común encontrar post, notas, blogs, twits, y algunos artículos, entre otros; donde se habla de la brecha que se está marcando entre quienes sí tienen

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Wietse De Vries

La luz al final del túnel

La luz al final del túnel Wietse de Vries ¿Qué pasará con la educación superior mexicana después del COVID-19? Probablemente nada o quizá las cosas se pongan un poco peor. Esta falta de optimismo no se debe a los meses en cuarentena, sino a una mirada a sana distancia de la situación actual. Podemos pronosticar que las universidades tratarán, al igual que todos, de regresar a lo normal de antes. Las universidades siempre han sido buenas en esto: han sobrevivido, desde el Siglo XIV, a la plaga, a muchas guerras, golpes de estado, revoluciones y huelgas. La historia reciente de las universidades mexicanas revela que prácticamente todas, en algún momento, han perdido un semestre o hasta un año académico por huelgas y conflictos. En ningún caso, la universidad decidió cambiar radicalmente de rumbo. El problema en esta ocasión es que no solo se cerraron las instituciones de educación superior, sino todo el sistema educativo y prácticamente todo el país, o incluso el mundo. Eso significa que será imposible simplemente reabrir y pretender que aquí no pasó nada. El hecho de que el mundo dejó de funcionar normal implica que la educación ya no podrá seguir su viejo esquema utilitario, donde lo que se debe aprender se define a la luz del futuro laboral y productivo. En su lugar habría que preparar las personas para un futuro incierto. Hay y habrá una crisis económica, con empresas que cerraron y personas que quedaron sin ingresos. El presupuesto público se verá limitado y hay nuevas prioridades no previstas. Dentro de un sistema donde las instituciones públicas dependen casi al 100 por cien del erario público, y las instituciones privadas al 100 por cien de colegiaturas, resulta inevitable ser pesimista. Si en 2019 varias instituciones de educación superior enfrentaron crisis financieras, quizá en el 2020 les espera la misma suerte que muchas otras empresas. Podemos pronosticar que la investigación científica que se desarrolla en las universidades seguirá teniendo un papel marginal. De por sí, el financiamiento a la investigación era raquítico, y nunca alcanzó el 1% del PIB. Ahora parte del presupuesto ha sido redirigido hacia proyectos que se relacionan de alguna forma con el COVID-19, mientras que otras actividades son consideradas como ciencia neo-liberal. En este contexto, si todo sale bien, México construirá sus propios ventiladores en el futuro, pero parece poco probable que se encontrará un medicamento o una vacuna en un laboratorio mexicano. Pronosticar que de esta crisis saldrá un sistema mejorado ya sería pecar de optimismo. En esta ocasión, las universidades trataron de responder ante la crisis a través de la educación a distancia. Sin embargo, esto comprobó a ser un rotundo fracaso: aunque el contenido de muchos cursos se subió a plataformas y hubo cierta comunicación entre profesores y estudiantes, no se trata de cursos diseñados para impartir en línea. Además, tanto profesores como estudiantes enfrentaron fuertes problemas de manejo de software o de comunicación. Sin embargo, el problema no es primordialmente el acceso a la tecnología. Más bien, la cuarentena está evidenciando que hay actividades académicas que no se pueden realizar a distancia. Lo indispensable del modelo presencial es que se juntan profesores y estudiantes para enseñar, aprender, investigar, debatir y socializar. Quizá la teoría se puede enseñar a través de lecturas y tareas en línea, pero la práctica no. Los laboratorios, las prácticas de medicina, enfermería, psicología, derecho, o cualquier otra carrera, el trabajo de campo, el desarrollo comunitario o la creación de empresas, son parte fundamental de la vida universitaria, que no se puede remplazar por cursos en línea. Hay que pensar en cómo realizar estas actividades al futuro. Por otra parte, también hay una serie de actividades presenciales, en gran parte inventadas por burócratas, que quizá debemos descontinuar después de la cuarentena. Estos inventos incluyen las listas de asistencia, que se aplican tanto a estudiantes como a profesores. Para los primeros, los reglamentos escolares señalan la asistencia de al menos el 80% en los cursos para tener derecho al examen, y la asistencia influye en la calificación. Los profesores son evaluados por las horas/pizarrón, y algunas universidades tienen horarios de 9 a 5, verificados con reloj checador, incluso para investigadores. Desde el punto de vista administrativo, todo es presencial: desde el proceso de admisión hasta la graduación y todo en medio. Y para todo debe existir alguna evidencia formal. Aún con el uso de los medios electrónicos y el acceso al mundo virtual, los trámites burocráticos continúan operando mediante oficios y constancias membretadas impresas. Los papeles deben presentarse en original y copia, firmados y sellados en azul. El único avance digital en la administración universitaria en este terreno ha sido reemplazar el papel por documentos escaneados en PDF, aunque todavía hay oficinas que solicitan ver el original, de manera impresa, para cotejar. En estos tiempos de crisis, la respuesta de la burocracia ha sido insistir no solo en la continuidad de la docencia vía los medios modernos, sino en exigir pruebas de cualquier actividad. Así, para regresar de manera sana de la cuarentena, deberíamos revisar críticamente cuáles son las funciones cruciales de la universidad, y cómo podemos recuperarlas.  También tendremos que ver cuáles procedimientos o procesos son inútiles y se podrían descontinuar. Si intentamos simplemente reiniciar todas las actividades, o reactivar las viejas actividades mediante nuevas tecnologías, es muy probable que la luz al final del túnel resultará siendo el foco del tren que viene. Wietse de Vries Profesor-investigador del Instituto de Ciencias de Gobierno y Desarrollo Estratégico (ICGDE) de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) en México. Estudió la licenciatura en Trabajo Social (Hogeschool de Horst, Países Bajos, 1987), la maestría en Educación (Departamento de Investigación Educativa, CINVESTAV, México, 1992) y el doctorado en Educación (Universidad Autónoma de Aguascalientes, México, 1997). Actualmente, realiza investigaciones sobre políticas educativas y reformas en la educación superior, y los efectos sobre estudiantes, egresados y académicos. Tiene experiencia amplia en procedimientos cuantitativos y cualitativos de análisis de datos. Es miembro del Sistema Nacional de Investigadores desde 1995,

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Miguel Ángel Santos Guerra AE

Conversación con el profesor investigador, Dr. Miguel Ángel Santos Guerra. Rutas ante los escenarios de coronavirus y quédate en casa

Conversación con el profesor investigador, Dr. Miguel Ángel Santos Guerra. Rutas ante los escenarios de coronavirus y quédate en casa María de Lourdes González Peña El profesor investigador, Miguel Ángel Santos Guerra, (enlace) con trayectoria ejemplar, con la extraordinaria virtud de conectar con una inmensa mayoría, siempre envuelto en el afecto de colegas, discípulos y académicos y con una gran producción intelectual sobre el sistema escolar, las prácticas docentes, la evaluación educativa, accedió amablemente a contestar unas preguntas y a enviar unas líneas al respecto. Hoy en día, ante las medidas de sana distancia y ¡Quédate en casa! implementadas en México para evitar la propagación de COVID-19 y para mantener una buena salud se modificó la modalidad de prestación de los servicios educativos de presencial a distancia. El profesorado y los investigadores de la educación con los medios disponibles desde sus hogares se conectan con las y los estudiantes para ofrecer el acompañamiento, la preparación académica y con ello existen ciertas preocupaciones que resultan en el proceso. ¿Qué compartiría con los profesionales de la educación por los escenarios teniendo en cuenta que la educación a distancia difiere mucho de unas comunidades a otras? Miguel Ángel Santos Guerra, en una imagen de archivo tomada en la terraza de su domicilio. ARCINIEGA Por la situación que estamos viviendo jamás se había tenido que impartir la docencia desde las casas, jamás se había realizado la evaluación de todo el sistema educativo a distancia. Jamás se había desarrollado el currículum desde una institución virtual diseminada en el espacio y en el tiempo. Este hecho ha obligado a los docentes a dar respuestas de forma rápida, creativa e improvisada a unas demandas para las que, salvo excepciones, no estaban preparados. Han tenido que trabajar más, han tenido que adaptar el trabajo a la nueva situación y han tenido que responder a las exigencias de los alumnos y de las alumnas que no disponen de los medios necesarios para realizar el aprendizaje. No olvidemos que la brecha digital es muy grande y que tendremos familias sin cobertura, sin computadoras o con una sola para varios hijos e hijas y sin los conocimientos necesarios para su uso. Este hecho es muy importante porque va a incrementar las diferencias que ya existían en la enseñanza presencial y habrá que corregirlas de manera urgente y eficaz.   En las obras, “Cadenas y sueños” y “Entre bastidores”, Usted menciona la escuela está cargada de significados, ¿Qué dificultades encierra el traslado a la casa y cómo recomienda resolverlo? – He trabajado durante muchos años, dedicado a la investigación, escribiendo varios libros e impartiendo clases sobre la importancia de la organización escolar como institución que acoge la planificación, el desarrollo, la innovación y la evaluación del currículum.  Pero ahora por los escenarios, la organización escolar es solo virtual, no es física. Partiendo de un ordenador o de un teléfono inteligente compartimos el aprendizaje y la convivencia.   ¿Qué hacer? Ahora conviene trabajar y potenciar las dimensiones virtuales de esa comunidad de aprendizaje que es una escuela. El Proyecto Educativo sigue existiendo. La comunidad educativa, aunque diseminada, es real y debe fortalecerse. La participación se realiza de otras formas y las relaciones adquieren unas nuevas dimensiones.   La escuela sigue existiendo, sus propósitos, sus integrantes, sus cometidos, su currículum, sus estrategias y sus evaluaciones, siguen ahí, menos visibles físicamente, pero no menos reales. He escuchado a profesores que me dicen que en esta etapa se han sentido acompañados, apoyados y sostenidos por la comunidad. ¿Cómo hacer para que las experiencias sean más formativas para todos los protagonistas? La finalidad esencial de la escuela es alcanzar la formación integral de las y los estudiantes. No basta llenar la cabeza de conocimientos. Y, menos aun, de datos estériles. Si todo el conocimiento que se adquiere en las escuelas sirviera para dominar, engañar y explotar mejor al prójimo, más nos valdría cerrarlas. Por eso es muy importante que las experiencias de aprendizaje que se desarrollan a distancia sean ricas y formativas. En cada escuela deberíamos tener este lema como orientación prioritaria de la acción: tenemos que formar no a los mejores del mundo, sino a los mejores para el mundo. ¿Cómo hacer para que los productos se relacionen más con aprendizajes esperados, o se cumplan y no se vuelvan un procedimiento administrativo? El quehacer esencial de la escuela tiene que ver con la formación de la mente y el corazón de los alumnos. Multiplicar las actividades burocráticas o pobres intelectualmente es empobrecer, la esencia del trabajo docente. No hay nada más absurdo que lanzarse con la mayor eficacia en la dirección equivocada. Es esencial es aprender a pensar y aprender a convivir. No hay que ocupar a los niños y a las niñas en actividades meramente administrativas. Y no se puede olvidar la dimensión afectiva, tan decisiva en la educación. Los alumnos aprenden bien de aquellos docentes a los que aman. Mi último libro, de este mes de mayo de 2020, se titula “Educar el corazón. Los sentimientos en la escuela” (Editorial Homo Sapiens). En el caso del profesorado con estudiantes que necesitan el acompañamiento de las madres, los padres o algún adulto para realizar los deberes escolares ¿Cómo hacer para aprovechar la experiencia, para conectar más las y los progenitores y lograr que se sumen a colaborar? La participación de los padres y las madres es fundamental en la enseñanza presencial. También sobre este tema he escrito varios libros. Y es más importante en esta modalidad virtual de enseñanza porque los alumnos y las alumnas realizan su tarea en el ámbito doméstico. Los padres y las madres deben: Valorar el trabajo que realiza la escuela y que llevan a cabo los docentes. Proporcionar a los hijos un espacio adecuado para el trabajo. Facilitarles los medios que necesiten para realizarlo. No comparar a unos hijos con los otros. Darles ejemplos de trabajo. Dialogar con los docentes cuando sea necesario. Todas las piedras que lancen los padres y las madres sobre el tejado de la escuela,

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María de Lourdes González Peña

Felicitaciones con motivo del día de las madres y algunas peticiones desde la postura de la docencia

Felicitaciones con motivo del día de las madres y algunas peticiones desde la postura de la docencia María de Lourdes González Peña y Eilén Oviedo González El titular de la Secretaría Pública (SEP), Esteban Moctezuma, aprovechó las ventajas que ofrece la tecnología para enviar un mensaje de felicitación a las madres por su día. Señaló que para mantener la buena salud debido a la pandemia se cancelaron varias celebraciones e instó a seguir con las medidas de Sana Distancia y ¡Quédate en Casa! para evitar la propagación de COVID-19 y acentuar que no había necesidad de exponer a las madres de familia que poseen buena salud o en estado de apoyo, al virus.   Reconoció el arduo trabajo que desde los hogares realizan las madres para acompañar a la familia en el logro de las tareas educativas, las domésticas, las laborales, las personales y paralelamente aprovecha para compartir sobre el retorno de la comunidad educativa a la modalidad presencial y precisar que será hasta que las condiciones sanitarias sean propicias y se determinen así de manera oficial (Moctezuma, 2020).   A la par algunas y algunos protagonistas del sistema educativo se pronuncian al escribir comentarios con el propósito de ser escuchados y atendidos por el Secretario de Educación Pública en torno a hacer seguro el regreso a las aulas y a los planteles.   Cabe destacar que los agradecimientos fueron muchos por la atención y la felicitación de parte del titular de la SEP en México a las madres de familia. En torno a las peticiones una gran mayoría versaron en función a evitar riesgos y recibir mayores certezas que les den confianza a la comunidad escolar de retomar la modalidad presencial con mayor serenidad para vencer el temor ante el retorno.   Hubo comentarios que versaron sobre riesgos y contemplar medidas, por ejemplo sobre la relación del número de estudiantes y el tamaño de las aulas para mantener las sanas distancias, o de reflexionar sobre la suficiencia o escasez de insumos para las seguir las medidas de higiene, o algunos académicos expresan que viajan diariamente para llegar a las escuelas de las comunidades como evitar colocarse y colocar en riesgo a la población a la que ofrecen formación.   Por todas las emociones que acompañan a los escenarios, hay temas sensibles, una gran mayoría de madres que a la par prestan servicios educativos expresan que el mejor regalo de día de las madres, sería posponer el regreso a las operaciones presenciales, sobre todo si se considera la inexistencia de una vacuna (Moctezuma, 2020).   Así también, otras voces registran junto al mensaje del titular de la Secretaría de Educación Pública, la relación que guarda la inequidad y la preparación académica por los escenarios y así acentuar que los recursos o los apoyos en casa en algunos casos fueron imposibles o insuficientes para algunos estudiantes y con ello, la fractura de su preparación académica, con afectación de la evaluación por temas ausentes o poco comprendidos y con insuficiencia en los cumplimientos.   Otras peticiones versan en torno a que se les apoye ante las indicaciones que envían algunos jefes educativos o para disminuir la cantidad de actividades que algunos o algunas académicas dejan a las y los estudiantes porque terminan estresados al igual que quien les acompaña en casa. Así también, algunas y algunos docentes solicitan pagos que no se les han hecho (Moctezuma, 2020).   Así también, una voz señala ser estudiante de 11 años se hace presente para ser escuchada. En la escuela se trabaja para y por los avances de los estudiantes. En la escuela todo habla, cargado todo de significado y es un vehículo al currículum, basta prestar atención, escuchar para mejorar (Santos, 1994). La evaluación es deseable que este comprometida Con los valores de la sociedad…no tiene solamente en cuenta los valores de la actividad que se desarrolla en el Centro…presta voz a quienes ni siquiera pueden opinar por no tener acceso a esos servicios o porque resultarán perjudicados por la forma en que se organiza o desarrolla la actividad educativa. (Santos, 1994, p. 292)   Y respecto del retorno, también surge una pregunta ¿Cómo se va a plantear tranquilidad para que las distancias desde guarderías hasta Superior, entre docentes y estudiantes en las aulas no causen preocupación considerando la forma de los apoyos que los académicos brindan en el interior? Entre menor edad la sana distancia es prácticamente imposible, algunos pequeños requieren que se les cargue. Recibir y entregar objetos es algo habitual, y con estudiantes de mayor edad, caminar entre las filas para acompañar los avances de cada uno, es algo natural.   Por su parte, los gobernadores de Jalisco y Baja California, anunciaron a su población que no se regresa a clases presenciales el 1° de Junio que todo se terminará a distancia, porque la prioridad es proteger la salud de los habitantes y la educación determina la salud como uno de los ejes fundamentales (bcs noticias, 2020; REDACCIÓN, 2020). De igual manera, a la moción se suma Tamaulipas atendiendo a la recomendación del Comité Estatal para la Seguridad en Salud (Núñez, 2020).   En tanto, la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum hace un llamado a la permanencia en casa por la salud y exhorta a la población a cambiar la fecha para reunirse a celebrar el día de las Madres, propone el 10 de julio para retomar el festejo, siempre y cuando las condiciones de retorno a lo presencial sean posibles (El Heraldo de México, 2020, La Razón Online/Notimex, 2020; Soto, 2020). Referencias  bcs noticias (2020, May 8). No habrá regreso a clases el primero de junio en BCS, anuncia Gobernador, https://www.bcsnoticias.mx/no-habra-regreso-a-clases-el-1-de-junio-en-bcs-anuncia-gobernador/ El Heraldo de México (2020, May 6). ¿Por qué se busca festejar EL DÍA DE LAS MADRES el próximo 10 de julio? El Heraldo de México https://heraldodemexico.com.mx/cdmx/dia-de-las-madres-10-julio-claudia-sheinbaum-festejo-cambio-fecha-por-que-mayo/ González, L. y Oviedo, E. (2020, May 8). Rezago educativo y salud: preocupaciones ante los escenarios de confinamiento. Educación futura. http://www.educacionfutura.org/rezago-educativo-y-salud-preocupaciones-ante-los-escenarios-de-confinamiento/?fbclid=IwAR0H8DpHgx8zLR94d8xNgOko1-Cx9M56PpQecQPRBqizeSVfFSoWrzoSKws La Razón Online/Notimex (2020, May 6). Celebremos el Día de las

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Arturo Barraza Macías

La enseñanza. La gran ausente en los esfuerzos educativos desarrollados en el contexto de la pandemia del COVID 19

La enseñanza. La gran ausente en los esfuerzos educativos desarrollados en el contexto de la pandemia del COVID 19 Durango, México. El día 11 de marzo del presente año, la Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoció como pandemia global los contagios generados por la enfermedad del coronavirus (COVID-19); ante  este reconocimiento los diferentes países, entre ellos México, generaron como estrategia de actuación inicial jornadas de distanciamiento social que implicaban, entre otras cosas, la suspensión de las actividades escolares en los diferentes niveles y modalidades del sistema educativo. En el caso mexicano, y con relación a sus procesos educativos, las autoridades decidieron transitar de una modalidad presencial a una modalidad virtual como estrategia central para paliar los efectos negativos que esta jornada generaría en los alumnos. No  obstante, la decisión no fue acompañada por una adecuada planeación, ante lo intempestivo de la decisión, y quedo en manos de los docentes crear las condiciones para eso. Las conformación de grupos, el envío de materiales y las video llamadas por WhatsApp, aunado a los tradicionales correos electrónicos y el uso de aplicaciones como Zoom fueron los recursos centrales de los que se valieron los docentes para enfrentar este reto. Estas estrategias, sin lugar a dudas, permitieron la comunicación maestro-alumno y la entrega de materiales. Una vez que se iniciaron los trabajos y tras los primeros errores y ensayos, el uso de estos recursos se normalizo. La estabilidad llegó a aquellos estratos de la población que tienen acceso a estos recursos y que, a su vez,  tienen docentes de grupo comprometidos con el aprendizaje de sus alumnos. Desafortunadamente, no todos los alumnos cubrían estos dos requisitos por lo que esta estrategia de trabajo no ha sido generalizada. Algunos alumnos, ante la falta de compromiso de padres y maestros, han quedado en la orfandad pedagógica, salvándolos parcialmente, en algunos casos, los libros de texto gratuitos o los programas de televisión transmitidos por la Secretaría de Educación Pública. No es el objetivo de este artículo analizar las múltiples variantes que ha asumido el trabajo o no trabajo con alumnos, por lo que dejo ese aspecto de la discusión a un lado y me permito centrar la atención en ese sector de la población y sus respectivos  maestros que han establecido un puente de comunicación permanente y están intentando trabajar de manera virtual. ¿Qué modalidad de trabajo se está desarrollando? ¿e-learning’? ¿b-learning? ¿m-learning?  No creo poder responder en este momento. Habría que realizar posteriores estudios para ver si el trabajo desarrollado se asemeja más a una u otra modalidad; así mismo, habría que identificar las experiencias exitosas que pueden dejar grandes aprendizajes al sistema educativo. Mientras llega el momento de los estudios al respecto, es posible analizar, con la información disponible lo que está sucediendo Un primer paso es reconocer las estrategias que se están usando. Basado en información generada en mi contexto inmediato y mediato puedo resumir algunas de las estrategias de trabajo que están desarrollando los maestros para trabajar con sus alumnos: a) les encargan realizar actividades del libro de texto, b) les envían ejercicios específicos que tienen que resolver sobre ciertos contenidos de aprendizaje, c) les encargan ver los programas de televisión ofrecidos por la Secretaría de Educación Pública y realizar los ejercicios que se les solicitan, d) les envían para que estudien y trabajen cuadernillos realizados en algunos estados de la república, e) les envían videos y otros materiales audiovisuales para que los vean y en algunos casos hagan alguna actividad al respecto, etc. Todas estas actividades se realizan usando mayoritariamente el WhatsApp como medio de comunicación. Como se puede observar en este recuento algo sucinto e ilustrativo de estrategias de trabajo utilizadas por docentes, la idea clave de “poner a hacer algo al niño” es la tónica general. Esta tendencia puede deberse a dos situaciones básicas: a) la inexperiencia de los docentes para utilizar las diferentes medios de comunicación electrónico, y b) al discurso generado en los docentes por los enfoques constructivistas y cognoscitivistas, adoptados por la Secretaría de Educación Pública, que han dejado muy en claro la preeminencia de la actividad del niño para el aprendizaje. Con relación al segundo punto, lo que he denominado en otras ocasiones como reduccionismo psicologista , puedo afirmar que la adopción de estos enfoques ha hecho mucho daño a la docencia que se desarrolla en el sistema educativo nacional en sus diferentes niveles y modalidades; baste recordar que desde la década de los 90s los corifeos institucionales ensalzaban el aprendizaje en detrimento de la enseñanza llegando a afirmar tajantemente “el niño aprende con maestro, sin maestro y a  pesar del maestro”. En el caso de educación superior se visualizó una ventana de oportunidad cuando se decidió integrar los diseños instruccionales a la educación virtual, pero esta oportunidad se diluyó al no masificarse esta alternativa en la práctica de los docentes y utilizar centralmente enfoques de diseño instruccional que seguían privilegiando exclusivamente el aprendizaje (Polo, 2001). Queda claro que los defensores de los enfoques constructivistas y cognoscitivistas no han reparado en el hecho de que aún en estos enfoques se requiere la intervención docente para concretar el aprendizaje; en ese sentido se han pronunciado desde hace tiempo diferentes autores, entre los que se puede mencionar a Woolfolk (2006). En esa línea discursiva, y dejando de lado la pureza de las teorizaciones, se puede observar en el terreno práctico la presencia de la actuación del docente para propiciar el aprendizaje en sus alumnos. Una investigación que ilustra esta situación es la de Cossío y Hernández (2016) sobre las teorías implícitas de los docentes; en esta investigación se puede revisar el comparativo de los perfiles en la secuencia didáctica para observar de manera clara la intervención docente: los  docentes con teorías implícitas constructivistas “parten de preguntas para interesar a los alumnos y rescatar sus conocimientos previos”,que los docentes interconstructivos hacen “presentación y explicación de los contenidos a desarrollar” y que los docentes  interdirectos “ubican a los alumnos en los contenidos que desarrollarán, interactúan a través de

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