Jaime Saavedra, director de Desarrollo Humano para América Latina y el Caribe del Banco Mundial, advirtió sobre la inviabilidad de esta política pública porque genera inequidad; propone que para mejor la enseñanza se fortalezcan la formación docente y las metodologías de medición de aprendizajes.
Es una de las preocupaciones e incógnitas que surgen en plena campaña presidencial: el futuro de la educación argentina. El origen del debate lo puso sobre la mesa Javier Milei, uno de los candidatos con más chances de llegar a la Casa Rosada, que propone un sistema de vouchers, financiado por el Estado, para “reemplazar la educación gratuita y obligatoria”. Por eso, comienzan a surgir cada vez más voces que alertan sobre la propuesta del líder libertario, en medio de la crisis educativa que vive la región.
Así, en un intervalo en el Congreso Internacional de Alfabetización, Lectura y Escritura, que se realiza en Mendoza con una variada gama de expertos, LA NACIÓN dialogó con Jaime Saavedra, uno de los máximos referentes en Educación en el Banco Mundial acerca de los riesgos de los planes de financiamiento a la demanda educativa, como lo hicieron Suecia y Chile, que “ya están regresando” al sistema anterior. El especialista, director de Desarrollo Humano para América Latina y el Caribe y exministro de Educación de Perú, puso reparos a la controversial iniciativa que sobrevuela sobre las aulas argentinas.
“No tenemos mucha evidencia de países, lograda a escala. De hecho, Suecia y Chile instrumentaron el sistema de vouchers pero ya regresaron. El tema fundamental no es cómo se financia a las distintas escuelas, ya que los padres van a ir a aquellas que están mejor. Por eso, hay que preguntarse qué pasa con las escuelas que no son tan buenas o que no tienen demanda”, indicó el especialista.
Y agregó:
“En esas, los chicos también deben tener una buena educación; la responsabilidad es que todos los niños tengan una buena educación hoy, no más adelante. Por eso, con ese sistema de voucher, la Argentina no puede darse el lujo de que alguna escuela no mejore”.
En ese tren, Saavedra expuso que, en otras naciones, como Alemania, Dinamarca, Suecia o Singapur, se puede escoger sin problemas cualquier colegio público. “En esos países no es motivo de discusión para ninguna familia dónde mandar a sus hijos. Por eso, no podemos darnos ese lujo. Si esperas 10 años, a ver si mejora esa escuela no demandada, ese chico tendrá una educación de mala calidad. Todas las escuelas deben ser no sólo iguales, sino excelentes”, completó.
Y ponderó el trabajo que se está realizando con las pruebas Aprender en la Argentina, con la esperanza de que mejoren los indicadores en lengua y matemática, aunque puso en valor las metodologías más intensas que están llevando a la práctica provincias como Mendoza, con el Censo de Fluidez Lectora, que reporta, progresivamente, resultados alentadores en ese aprendizaje básico.
Recuperación
“Tiene que haber un sentido de urgencia, ya que si no avanzamos con métodos correctos, como viene haciendo Mendoza, estamos en riesgo de tener generaciones perdidas. Es una situación crítica en toda América Latina, por eso hay que recuperar las pérdidas de aprendizaje de antes y durante la pandemia. Es un reto en el que la región debe avanzar. En el caso de la lectura, todos deberían poder leer al final de la primaria. Por eso, la situación es grave y se necesita audacia”, expresó a este medio Saavedra, luego de su disertación denominada “La urgencia de alfabetizar con métodos efectivos”, que recordó que actualmente en la región el 70 % de los niños de 10 años se encuentran en situación de pobreza de aprendizajes y no pueden leer y comprender un texto simple. De ahí, señala, la importancia también de contar con sistemas de nominalidad para identificar lo que le pasa a cada estudiante y actuar en consecuencia, más allá de las mediciones.
“Tenemos que darle todo a los chicos. Pero existen aprendizajes que son fundamentales y la lectura es uno de ellos. Quiero concentrarme en uno de ellos, la pobreza de aprendizaje, que es el porcentaje de niños de 10 años incapaces de leer y comprender un relato simple. Alguien me podría decir que es una vara baja, sí, ok. Pero debería ser cero esa pobreza. Como el hambre, debería ser cero. Enfrentamos la peor crisis educativa de la historia. Lo estamos viendo. Pero es cierto que no todos los países o distritos midieron, por lo tanto, no sabemos cómo es la situación en todos los casos. Mendoza sí lo hizo, sí lo está haciendo”, recalcó el especialista.
En este sentido, puso de relieve lo que se debe hacer. Por eso, destacó, en primer lugar, la importancia de trabajar con los maestros, al fortalecer la carrera de manera meritocrática, no política. Luego, hizo hincapié en los materiales; esto es sesiones de aprendizaje y cuadernos de trabajo. En tercer término, ponderó las mediciones, como vienen realizando Brasil y la provincia de Mendoza. “Lo necesitan los maestros primero, para apoyar a los chicos, y también lo necesitan los sistemas. Importa medir la lectura porque existe una correlación con las otras competencias en educación”, indicó Saavedra. Por último, afirmó que se necesitan métodos correctos. En este caso, se refirió al método sintético fonético, el cual tiene “mucha más evidencia científica y respaldo de la literatura”.
Por eso, el experto se centra en avanzar con reformas, bajo cuatro elementos: un buen diseño técnico, capacidad de implementación, recursos financieros y alineamiento político.
Fuente: [2023-05-octubre]. La Nación. “Enfrentamos la peor crisis educativa de la historia”: el fuerte rechazo de un referente mundial al sistema de vouchers de Milei. https://www.lanacion.com.ar/sociedad/enfrentamos-la-peor-crisis-educativa-de-la-historia-el-fuerte-rechazo-de-un-referente-mundial-al-nid05102023/