Gabriela Ramos Patiño, la mexicana que aspira a liderar la Unesco
En noviembre próximo cambiará la dirección general de la UNESCO, misma que hay posibilidad de que pueda ser liderada por una mexicana, entre sus aspirantes se encuentra Gabriela Ramos Patiño.
Dentro de las personas que aspiran a dirigir el organismo internacional se encuentra la mexicana Gabriela Ramos Patiño, destacada como economista y activista, que busca liderar esta rama de la ONU en materia de educación, ciencia y cultura.
Ramos actualmente tiene un cargo dentro de la institución, por cinco años se ha desarrollado como subdirectora general de Ciencias Sociales y Humanas, pero que ahora quiere dar un paso más grande y desea liderarla a nivel mundial.
Este no es el primer cargo que Ramos Patiño desempeña en organismos internacionales, ya que durante 30 años estuvo inmersa en el seno de la OCDE y del G20, por lo que podría ser la contendiente ideal para llevarse la rectoría de la UNESCO.
Trayectoria de Gabriela Ramos Patiño
Es originaria de Ciudad Hidalgo en Michoacán, su nombre completo es Gabriela Ilian Ramos Patiño es internacionalista por la Universidad Iberoamericana y cuenta con una maestría en políticas públicas en la Universidad de Harvard, así como múltiples diplomados.
De acuerdo con su currículum, su carrera profesional comenzó en 1989 cuando se integró a la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), en la que desempeñó diferentes funciones y acumuló varios logros como organizar la primera cumbre Iberoamericana, así como ser directora de Asuntos Económicos.
Con este último cargo, Gabriela supervisó la integración de México a la OCDE tras su adhesión en 1994, así como fue la principal negociadora de la Convención Anticohecho de dicha institución, adoptada cinco años después.
¿Qué busca Gabriela en la UNESCO?
Parte de su candidatura defiende a la Unesco como “más fuerte, más inclusiva y más innovadora”, pero que está en una situación difícil “marcada por la ruptura progresiva del sistema internacional y la pérdida de confianza en el multilateralismo”, dentro de una “época de conflictos y de polarización”.
“La solidaridad también está menguando y la cooperación al desarrollo se resiente, mientras aumenta el gasto en defensa”, alerta.
Finalmente Ramos advierte que,“no estamos en vías de cumplir los compromisos internacionales acordados en el pasado, con consecuencias desastrosas para las personas y el planeta. No estamos consiguiendo cerrar las brechas de desigualdad que están desgastando nuestras sociedades y democracias”.