Quizá su proyecto no despierte tanta atención entre la opinión pública como el lanzamiento de la enésima startup que promete no sé qué mejora revolucionaria. O quizá sí. Pero lo que queda claro tras unos minutos de charla con Tomás Pabón, maestro del MIT School ubicado en el Málaga TechPark, es que internet puede ser empleado para fines que van más allá que el emprendimiento puro. O el más a la moda.
Como el acceso universal a la educación: este objetivo que se da por hecho en países occidentales pero que se torna inalcanzable en zonas menos desarrolladas. Una realidad sangrante contra la que este docente natural de Coín, nieto, hijo y hermano de maestros, decidió rebelarse.
“Todo empieza durante el Covid, cuando millones de niños a nivel internacional se quedan sin poder acceder a ninguna educación y, como alertaron la Unesco y la ONU, con probabilidad de no volver jamás a los colegios”.
Fue ahí, a raíz del análisis de ambos organismos, que cifran en 250 los millones de niños sin escolarizar, y de ver a una de sus hijas dando clases online “con todas las posibilidades”, cuando se decidió a crear UniverMind, una plataforma gratuita para que cualquiera que así lo desee pueda estudiar, no sólo menores, aprovechando el uso cada vez más extendido de internet incluso en áreas remotas. Está pensada para todos los públicos: niños (categoría que denomina k12) , jóvenes (higher) y adultos (lifelong).
La idea, cuenta, es ofrecer cápsulas educativas, es decir, pequeñas clases impartidas “por los mejores profesores de los mejores centros” para que el alumnado lo consulte en cualquier momento en la red. Precisamente, este es el principal distintivo de la plataforma respecto a otros sitios en los que se pueden encontrar tutoriales para aprender de forma casi autodidacta como YouTube o Google, una comparación por la que le han preguntado más de una vez.
“Aquí al alumno se le van a explicar las cosas sí o sí un profesor: con moral y seriedad. En otros lados cualquiera puede colgar un vídeo”. De esta manera, la plataforma ofrece contenidos a todos los inscritos para que visualicen las clases, a lo que se suman actividades en formato pdf que se pueden cumplimentar en un horario flexible.
“Los avances tecnológicos han producido un impacto, ofreciendo más soporte de materiales y facilitando la interacción entre las personas dentro de un campus virtual como un nuevo ambiente educativo”, reflexiona. Aunque la uniformidad de las materias no es tarea sencilla, no ya por el idioma (en el futuro todo estará disponible en español, inglés, chino y árabe), sino por los contenidos.
Ni siquiera las matemáticas, a simple vista invariables desde los clásicos griegos, se salvan del cambio: “No se multiplica igual en todos los países”. Hasta la fecha, y pese a permanecer todavía en fase de pruebas, que se estima que concluya las próximas navidades, UniverMind ya tiene en su haber 700 cursos, sobre todo de matemáticas y química. Y también una gran acogida en el seno institucional.
Fue seleccionada por el Tecnológico de Monterrey, la cuarta mejor universidad de América Latina y el Caribe y la primera de México, entre miles de plataformas candidatas de distintas nacionalidades, siendo la única española en lograrlo. Tras esto, pasaría a estar durante un año adquiriendo consistencia en su incubadora de empresas emergentes, y a formar parte del Instituto por el Futuro de la Educación, dependiente de esta universidad.
La relación con esta región del mundo, en cualquier caso, no es algo que resultase nuevo para Pabón, que a lo largo de sus 20 años de trayectoria ha trabajado en materia de asesoría para varios ministros hispanoamericanos, además de ser miembro de la Red Global de Mentores, un trabajo conjunto por el que ha recibido reconocimientos como la Medalla de Oro de los Reyes Católicos a nivel europeo. “El Tecnológico de Monterrey me conecta con universidades hispanoamericanas y europeas y a partir de ahí despega todo”, explica.
Desde entonces, ha cerrado acuerdos (y se encuentra ultimando otros) con centros superiores de distintos países, también africanos como Ghana o Togo a través de sus ministerios. Engrosan esta lista nombres como el Instituto Tecnológico de Buenos Aires, la Universidad Tecnológica de Honduras, la Uninorte de Colombia, la Fundación Concordia Solidaria o el propio Tecnológico de Monterrey.
Alianzas que no copan por completo el crecimiento de UniverMind, que incluso ha llegado a miembros de la Unesco, aunque “no se ha presentado oficialmente” porque eso “es un paso muy complicado”. Será cuestión de tiempo que la plataforma pueda llegar a acuerdos con más instituciones académicas en el mundo, ampliando su horizonte para intentar salvar una de las asignaturas pendientes más importantes de la humanidad: la plena escolarización. Y, esta vez sí, con la tecnología como aliada.
