¿Cuáles son realmente los factores que afectan el rendimiento de estudiantes universitarios durante la pandemia? Chriselle Domenica Espinar Castro El mundo ha sido testigo del gran impacto que Covid-19 ha tenido en muchos aspectos, no sólo en la salud y la vida diaria, sino también en la economía y la educación, lo que representó un reto para la sociedad actual, trayendo consigo nuevas adaptaciones y medidas por parte de los gobiernos nacionales e internacionales, todo esto con la finalidad de poder ajustarse a la realidad que se vive hoy por hoy. Particularmente en ámbito educativo es importante reconocer que gracias a la pandemia el paradigma del aprendizaje giró totalmente a nivel global, yendo de un aprendizaje dentro de instituciones, universidades, en las aulas, como se hacía tradicionalmente, a hacer uso de la tecnología en clases en línea, proporcionando una oportunidad de aprendizaje accesible para todos y no solamente dentro de un salón de clase, por lo que con el tiempo se ha podido percibir una educación mucho más personaliza. Además, dentro del sistema educativo, las clases online se posicionaron como una necesidad debido al escenario vivido ante la pandemia. Hubo que tomar medidas de contingencia para intentar aminorar los daños a la población. Lo que era aún más incierto eran los efectos que este virus traería a la población estudiantil. Por ello, las instrucciones educativas se trasladaron rápidamente a la virtualidad en todos los espacios donde las condiciones lo requerían (Elliott, 2021). Como resultado, las actividades académicas se suspendieron inicialmente, tratando de garantizar el bienestar evitando aún más la propagación del virus Covid-19. Sin embargo, eso no impidió que se propagara de forma rápida y muy notable, por lo que las actividades académicas tardaron en volver. Mientras se seguían evaluando diferentes factores con respecto a las clases, siempre se temía que el rendimiento académico fuera uno de los aspectos que debido a la pandemia cambiara o descendiera radicalmente, puesto que el deseo y la complejidad de promover mejores habilidades y destrezas en los estudiantes ha sido una constante en este sector, además impartir conocimientos de gran utilidad e interés y una formación de calidad, hoy en día está ocupando fuertemente un protagonismo trascendental en la educación. Por otro lado, junto a los recursos necesarios para una educación de calidad, las capacitaciones en cómo utilizar TICs en el sector educativo debe ser prioridad, ya que orienta a los estudiantes a ser investigativos e incrementar su motivación y mejorar su rendimiento, debido a que encuentra en la tecnología una oportunidad de educarse libremente y de forma divertida durante tiempos rigurosos con la pandemia y la clases virtuales, adicionalmente que la información que se adquiere con estas herramientas tecnológicas más que ser de libre acceso, permite varias formas en las que un estudiante desarrolla su aprendizaje. No obstante, existen otros factores a considerarse en cuanto al desenvolvimiento y rendimiento académico de los estudiantes se refiere, por ejemplo están los efectos psicológicos que la pandemia ha traigo junto con las clases virtuales. Para los estudiantes, situaciones como; horas largas de clases seguidas en línea, trabajos grupales, sobrecarga de tareas en las plataformas virtuales, y muchas otras actividades que ha traído la virtualidad son estresores académicos percibido constantemente por los alumnos y como resultado ha traído problemas de concentración, fatiga, ansiedad e inquietud. Sin duda esto afectó a muchos niños y jóvenes, como fiel ejemplo de aquello podemos tomar a los estudiantes que se preparaban para sus exámenes finales en 2020, puesto que se encuentran entre los más afectados (Quinn et al., 2021). Además, está bien documentado que existen algunos problemas de accesibilidad para los estudiantes que viven en comunidades rurales. Motivo por el cual existe una brecha de acceso que afecta a los estudiantes, puesto que muchas veces no cuentan con ordenadores, acceso a internet y a espacios de estudio adecuados de estudio, por lo tanto, encontramos una vez más, otra brecha y problema que puede afectar al rendimiento académico pero esta vez, causada por factores socioeconómicos. Por otra parte, se sabe bien que en América latina también encontramos la competencia pedagógica relacionadas al personal docente y la cantidad y calidad de los recursos educativos y las plataformas de aprendizaje virtual disponibles. Las nuevas formas de suministrar la educación virtual y proveedores han tenido un papel esencial en los modelos de financiamiento, puesto que es importante en cualquier ámbito de la vida especialmente en la etapa universitaria, ya que los estudiantes son mucho más independientes, con más responsabilidades y considerados como una generación innovadora. Así pues, existe la necesidad de tener en cuenta las tendencias internacionales e intenta tomar lo mejor de países mucho más avanzados. Desde luego otro punto muy sustancial se encuentra en los gastos destinados a la educación, lamentablemente por parte de las instituciones existe muy poca información, sin embargo, lo que se sabe con certeza es que, (1) el promedio general de gastos aparece de forma irregular en algunos países de América latina; (2) El gasto público es inferior a los países avanzados. Mientras el miedo y la confusión siguen aumentando por la continua incertidumbre que rodea al COVID19, proponemos mejorar las prácticas dentro de las aulas virtuales para crear y mejorar la atención y desenvolvimiento de los estudiantes, así pues, resaltamos también que es fundamental que se imparta la educación de forma democrática, solidaria, consiente y con ética. Nadie sabía que COVID-19 iba a impactar al mundo de la manera en que lo ha hecho, pero podemos estar seguros de que los seres humanos son adaptables. Al incorporar mejores prácticas pedagógicas, estamos seguros de que la salud, el bienestar y el rendimiento académico de los estudiantes mejorará, ya que todo va de la mano y estrechamente relacionado. Además, cuando las circunstancias de COVID-19 queden finalmente atrás, esperamos que los profesores sigan empleando estas mejores prácticas diseñadas para reducir el miedo, crear un mejor mañana para todos los estudiantes y sin dejar a un lado la salud mental. REFRENCIAS: Elliott, G. (2021). Generation Covid and the impact of lockdown.