La US arreglará el Instituto Anatómico Forense para aulas de Medicina y habilitará un área de simulación médica

La Universidad de Sevilla (US) va a destinar los 3,8 millones de euros recibidos con motivo de la publicación del Decreto de concesión de subvenciones a las universidades públicas para la financiación del incremento de plazas en la Facultad de Medicina –de un 10% en el caso de la Hispalense este curso 2022/2023– a rehabilitar el Instituto Anatómico Forense para aulas, a dotar al centro de un área de simulación médica y aulas hospitalarias y a la adecuación y equipamiento de las aulas de prácticas clínicas. Así lo ha comunicado este martes el rector Miguel Ángel Castro a los miembros del Claustro, a los que ha confirmado que la US “está trabajando en las licitaciones de los concursos de redacción de los proyectos” de reforma y ampliación tanto de la Facultad de Medicina como de la de Farmacia. En materia de infraestructuras, ha adelantado que “están a punto de comenzar las obras de refuerzo estructural del sótano de la Fábrica de Tabacos bajo la fachada de la calle Palos”. Las obras de las cubiertas y la cúpula de la Iglesia de la Anunciación, en la Encarnación, está previsto que terminen los trabajos en enero del próximo año. Respecto a la financiación, y después de que la Junta haya aprobado el reparto presupuestario para 2023 en el que recoge catorce millones “estratégicos” para los campus públicos y la subida salarial del 0,5%, el rector ha desvelado que “se está trabajando en opciones para paliar la situación sobrevenida por la que todas las universidades hemos tenido que suspender el pago del premio de jubilación”. El proceso de negociación de un Plan de Pensiones de la US “está en marcha, con el objetivo de hacerlo efectivo a partir de enero de 2024” como una “medida alternativa”. Sobre gestión de personal, Miguel Ángel Castro ha asegurado que los “éxitos en la captación de recursos humanos han determinado que en la anualidad de 2023” se haya continuado con el “aumento de los investigadores postdoctorales, llegando a 388, lo que supone un aumento del 250% respecto a los valores de 2016. “Los resultados obtenidos reflejan el éxito y el compromiso de la Universidad de Sevilla en la promoción de la excelencia en la investigación y la innovación”, ha subrayado el rector. A lo largo de 2023, “se ha ejecutado prácticamente la oferta de empleo público de 2022, habiéndose dotado y sacado a concurso público 271 plazas: 58 cátedras, 146 de titular de Universidad y 67 plazas de profesor contratado doctor (actualmente, profesor permanente laboral, según la LOSU). Sobre el sistema experimental de evaluación de la actividad docente del profesorado de la US –docentia-us–, éste se ha ido implantando de manera “gradual” en el curso 2022/2023. La primera convocatoria para que el profesorado pudiera participar en el “sistema experimental” se ha saldado con un total de 469 solicitudes admitidas: 72 de la rama Arte y Humanidades; 78 de Ciencias; 68 de Ciencias de la Salud y 165 de Ciencias Sociales y Jurídicas. El nivel de autofinanciación de los Servicios Generales de Investigación ha alcanzado un hito histórico al superar por primera vez el 100%. Los ingresos en 2022 alcanzaron los 1,2 millones de euros, superándose “ampliamente” los 850.000 euros. En cuanto a la aplicación del nuevo calendario académico en la Universidad de Sevilla a partir del curso 2022/2023, con el adelanto de los exámenes de septiembre a julio en la Universidad de Sevilla (US), ésta se ha traducido en una tasa de rendimiento en la segunda convocatoria de exámenes –segundo cuatrimestre y, por tanto, mes de junio– de cinco puntos superior a la obtenida en el curso 2021/2022, “los mejores resultados de todos los años” del informe desarrollado dentro del proyecto Unirse del Observatorio Académico de la Hispalense. Es uno de los detalles que se recogen en el informe de gobierno que el rector de la Universidad de Sevilla, Miguel Ángel Castro, ha presentado al Claustro. En este informe, y en relación con la modificación del calendario académico, se señala que estos cambios “no sólo no han perjudicado sino que han mejorado los resultados académicos alcanzados por los estudiantes”. Los resultados del informe muestran que las tasas de rendimiento correspondientes a la segunda convocatoria se mantienen en valores estables desde 2017″, aunque si el análisis del rendimiento se hace segmentando los resultados por cuatrimestres “podemos comprobar que, para ambos, los resultados son estables, mejorando sus valores en el curso 2022/2023 frente a los obtenidos en los dos cursos previos –sobre todo para las asignaturas de segundo cuatrimestre y anuales–“. El Rectorado ha “profundizado” en el análisis y ha segmentado la tasa de rendimiento de la segunda convocatoria “diferenciando no sólo por cuatrimestres sino también entre aquellos estudiantes que no superaron la asignatura en primera convocatoria por las dos alternativas posibles (suspenso o no presentado)”, pudiéndose “observar” –recoge el informe ejecutivo– que “para el caso de las asignaturas del segundo cuatrimestre y anuales, aquellos estudiantes que habían suspendido en primera convocatoria han alcanzado en el curso 2022/2023 una tasa de rendimiento en la segunda convocatoria de cinco puntos superior a la obtenida en el curso anterior”. La Universidad de Sevilla defendió el nuevo calendario académico, con el adelanto de los exámenes de septiembre a julio, para atender a los estudiantes con becas del Ministerio, ya que el adelanto en el calendario de solicitud de las ayudas de casi cinco meses permite que éstas puedan estar resueltas antes, y se puedan cubrir así adecuadamente las necesidades del estudiantado. Alrededor de 26.000 estudiantes de la US se benefician actualmente de estas becas. La segunda razón esgrimida estaba relacionada con la admisión en los másteres más demandados en el ámbito nacional. “Son muchos los estudiantes que no pueden conseguir ser admitidos al no haber finalizado el curso en el mes de julio, a veces sólo por una asignatura”, explicaba entonces la US. En tercer lugar, se tuvo en cuenta que las tasas de estudiantes presentados en las convocatorias de septiembre y diciembre son bajas, por lo que se pretendía “aumentar
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