Necesario, impulsar la innovación en México para lograr mayor bienestar social

Es importante no temer a las nuevas tecnologías, sino apropiarse de ellas para controlarlas y no que éstas lo controlen a uno Dra. Gabriela Dutrénit La doctora Gabriela Dutrénit Bielous, investigadora del Departamento de Producción Económica en la Unidad Xochimilco de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), exhorta que es fundamental que el gobierno apoye las iniciativas de innovación en las empresas, lo que conllevaría una mayor competitividad, productividad y rentabilidad y, por tanto, mejores salarios, pues se requeriría una mano de obra más calificada, y esos beneficios se verían eventualmente reflejados en el total de la sociedad. También agregó que a mayor innovación, mayor riqueza en el país y, por ende, un mejor bienestar social. Por eso es vital crear políticas de ciencia y tecnología necesarias para fomentar la transmisión de saber que se disemine por la sociedad y estimular al sector productivo. En todo ello el gobierno tiene un papel preponderante. La innovación se entiende como un producto nuevo que se introduce en el mercado con algún grado de novedad, a veces se cambia de manera radical el uso de un producto, su forma o característica, y otras, son pequeñas mejoras. Entre 50 y 60 por ciento del gasto en ese rubro se asocia con maquinaria y equipo. En México no hay mucha inversión al respecto, más bien se hace adaptación de lo que viene de otros lados. En Estados Unidos, por ejemplo, hay más apoyo gubernamental a las empresas e instituciones que confieren conocimiento, como universidades y centros de investigación para que se vinculen, por ello allá hay más empresas inventoras. Sin embargo, hay lugares donde se cree que la innovación provoca incertidumbre, porque no se sabe si va a dar resultados, así que prefieren quedarse en el lugar de confort en lugar de arriesgarse. Puntualizó que las universidades no producen innovación en términos de la introducción al mercado de productos, procesos, servicios y modelos de negocios, pero generan conocimientos e incluso algunos desarrollos tecnológicos que pueden propiciar las condiciones para que las empresas hagan vínculos y estrechen acuerdos. Esto ha dado pie a un mayor compromiso social de las empresas más allá de la rentabilidad. Si bien, en un principio eran pocas las que se comprometían y lo hacían por vocación, después se vieron obligadas a hacerlo por la demanda de la sociedad y ahora por los Objetivos de Desarrollo Sustentable (ODS). Hoy lo social y lo sustentable están presentes en los discursos de las grandes empresas y en muchas acciones. La doctora Dutrénit Bielous, una de las responsables en la creación del posgrado en Economía, Gestión y Políticas de Innovación e integrante del Área de Economía Industrial e Innovación de la Unidad Xochimilco, al dictar la ponencia ¿Cómo la innovación puede contribuir a detonar al sector industrial?, dijo que se está trabajando en un proyecto interinstitucional con investigadores de la UNAM y de la UAM para estudiar cómo las grandes empresas construyen capacidades tecnológicas, qué tanto están avanzando hacia la industria 4.0 y cómo se están involucrando con la transformación digital, de capacidades y la sustentabilidad. Las indagaciones de la académica de la Casa abierta al tiempo se basan en estudios de caso sobre grandes corporaciones multilatinas, es decir, tienen plantas en otros lugares del mundo, pero sus corporativos están en México y son de capital mexicano. En todo momento sale a la luz el tema de cómo se están desarrollando nuevos productos y nuevos procesos atendiendo a la normatividad actual en materia de sustentabilidad. La doctora en Economía señaló que en México 99 por ciento son Pequeñas y Medianas Empresas (PyMES), “es un sector sustancial que debe fortalecerse y para ello se requieren políticas y tiempo para impulsar el emprendimiento, que en los jóvenes de hoy lleva una carga de compromiso social”. Hoy se habla de la cuarta revolución como el conjunto de tecnologías que están conectadas, donde interviene el internet de las cosas, la robótica, la inteligencia artificial, tecnologías disruptivas, que si se aplican en una fábrica originarán una gran eficiencia productiva. La industria 4.0 implica el uso de estas tecnologías para conectar todos los procesos necesarios. Cuando la mayoría de las empresas opere con la totalidad de las tecnologías disponibles, probablemente haya una reorganización de los procesos y una reducción de la jornada laboral sin que signifique una disminución de los salarios. Es importante no temer a las nuevas tecnologías, sino apropiarse de ellas para controlarlas y no que éstas lo controlen a uno, concluyó la doctora Gabriela Dutrénit. Fuente: [2024-09-abril]. UAM. Necesario, impulsar la innovación en México para lograr mayor bienestar social. https://boletines.uam.mx/archivos/numero-152/

Programas de Bienestar garantizan una vida digna y cierran la brecha a la desigualdad

Texcoco, Méx.- Los programas de Bienestar que ha implementado la Maestra Delfina Gómez Álvarez, Gobernadora del Estado de México, son la vía para lograr mejores ingresos, cerrar la brecha a la desigualdad y garantizar que las y los mexiquenses gocen de una vida digna, aseguró Juan Carlos González Romero, Secretario de Bienestar. “Es falso que la gente pobre deje de trabajar porque recibe un programa social. Al contrario, los programas sociales son una herramienta para armonizar las desigualdades que un sistema roto incrementó en lugar de abatirlas” durante casi 100 años de abandono a los mexiquenses, apuntó el Secretario de Bienestar. Al inaugurar el séptimo Foro de Consulta Popular para integrar el Plan de Desarrollo del Estado de México 2023-2029, donde se abordó el eje “Bienestar Social”, el Secretario del ramo subrayó que este ejercicio de participación ciudadana representa una oportunidad histórica para construir un futuro más justo y equitativo para todas las familias. “El Poder de Servir radica en escuchar a la gente, con el liderazgo de la Gobernadora Delfina Gómez estamos realizando estos foros para dialogar, construir e incorporar las opiniones de expertas y expertos en desarrollo social”, dijo González Romero. Desde el Centro Mexiquense Cultural Bicentenario, el Secretario de Bienestar señaló que el objetivo de esta administración es “entender la pobreza desde su dimensión humana y darle rostro”, porque lo que sucede con las personas y sus ingresos, afecta su vida y su desarrollo. Durante su participación, Rafael Flores Mendoza, Director General del Comité de Planeación para el Desarrollo del Estado de México (COPLADEM) agradeció el interés de la ciudadanía en este ejercicio que la Maestra Delfina Gómez impulsa para escuchar a las y los mexiquenses. Flores Mendoza precisó que en los Foros de Consulta se ha registrado la participación de más de 150 mil personas de manera presencial y virtual, y se han recibido más de 3 mil 500 propuestas. El Director General del COPLADEM resaltó la importancia de este Foro para el Bienestar ya que está dirigido a mejorar las políticas sociales para garantizar bienestar y justicia social a las personas que diariamente padecen diversas carencias. En este sentido, destacó que en 2022 la tasa de pobreza aumentó un punto porcentual en comparación del 2018, lo que representa más de 7 millones de personas en situación de pobreza. Mientras que más de 11 millones de mexiquenses viven con alguna carencia social y más de un millón no cuenta con acceso a todos los servicios básicos en sus hogares. Por ello, el titular de COPLADEM resaltó la importancia de los programas que ha impulsado la Gobernadora Delfina Gómez, ya que buscan garantizar que cada persona goce de una vida digna y plena cerrando las brechas de desigualdad que históricamente han aquejado al Estado de México. El funcionario reiteró que, como un acto de responsabilidad y una cuestión de justicia, el Plan de Desarrollo procurará el bienestar de las y los mexiquenses sin distingos, especialmente, de quienes se encuentran en condiciones de pobreza y vulnerabilidad. Como parte de esta sesión se dictaron dos conferencias magistrales; la primera a cargo de Cynthia Martínez Domínguez, Oficial Nacional de Desarrollo Social y Económico del PNUD México, impartió la ponencia “Desarrollo humano, pobreza y agenda 2030 en el Estado de México”; la segunda fue dictada por el Doctor en Economía, José Nabor Cruz Marcelo, Secretario Ejecutivo del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social, con el tema “Indicadores de pobreza multidimensional y carencias sociales en el Estado de México 2022.” Esta sesión para elaborar el Plan de Desarrollo del Estado de México fue distribuida en siete mesas temáticas y los resultados finales de las mismas se alinearán con los 17 Objetivos de Desarrollo Sustentable de la Organización de las Naciones Unidad para no dejar a nadie atrás. Los temas que se abordaron en la jornada de trabajo fueron: Reducción de la pobreza y carencia sociales y atención integral a grupos vulnerables; Educación de calidad y apoyo integral para niñas y niños y jóvenes mexiquenses, la generación de la esperanza; Acceso con plenitud a la salud; Fomento de cultura, arte, deporte y atención a los pueblos originarios; Vivienda, trabajo y productividad agropecuaria socialmente divina; Mujeres con bienestar integral, y Salud mental para el bienestar. Entre las propuestas presentadas en las siete mesas temáticas, están la profesionalización de docentes; impulsar la inclusión educativa y crear un sistema integral para un solo proceso de admisión de educación superior y evitar la duplicación de gastos. Fuente: [2023-14-diciembre]. Noticias El Valle. Programas de Bienestar garantizan una vida digna y cierran la brecha a la desigualdad.

Educación y calidad de vida

Educación y calidad de vida Felipe Hernández Hernández La búsqueda de una mejor calidad de vida es una natural aspiración humana, su relevancia es tal que prácticamente todos los gobiernos lo plasman en sus planes de desarrollo, lo colocan como un propósito central de su quehacer político y, alrededor de ella giran sus programas y acciones. Calidad de vida es un término que se acuñó hace relativamente poco tiempo -alrededor de los años cincuenta del siglo pasado- con la finalidad de indagar si las personas consideraban que tenían una buena vida y si sentían que tenían también seguridad económica (Urzúa y Caqueo-Urízar, 2012); en los tiempos actuales muchas personas lo pueden considerar como un concepto obsoleto, mercantilista o neoliberal, por lo que han formulado otros para, desde su punto de vista, explicar mejor esta aspiración de vivir mejor. De tal manera que hoy se habla de bienestar social, satisfacción plena, bienestar objetivo, bienestar material con justicia, mínimo vital social, salud plena y felicidad, entre otros, los cuales son usados para designar lo que a su juicio se refiere a tener condiciones de vida adecuadas para desarrollar las potencialidades humanas. Sin embargo, a pesar de lo anterior, calidad de vida sigue siendo un concepto que da idea de un nivel de vida más justo y equilibrado para una persona y para lo sociedad misma. De forma tal que también se habla de tiempo de calidad, calidad en el servicio, calidad humana, relaciones de calidad y educación de calidad, entre tantas expresiones que aluden al mejoramiento de condiciones específicas de los individuos. Coincidentes con Ardila (2003), quien señala que calidad de vida se refiere a un estado de satisfacción general del individuo que incluye tanto aspectos psicológicos y sociales como físicos o materiales; mismos que pueden ser subjetivos u objetivos, pero ambos de gran importancia porque aluden, los primeros, a la percepción y a las emociones de las condiciones que tienen de salud, economía y seguridad, entre otros, mientras que los segundos a las condiciones materiales visibles de bienestar, salud, educación, empleo y de las relaciones que tienen con su entorno físico y social. En lo antes mencionado, se asume calidad de vida como el conjunto de condiciones objetivas y subjetivas que facilitan la realización de las potencialidades humanas y el bienestar de los individuos, de tal manera que las personas no solo deben tener dichas condiciones, sino que también deben percibir que las tienen. Entre los aspectos objetivos de la calidad de vida sobresalen los siguientes elementos: “el bienestar material; las relaciones armónicas con el ambiente; las relaciones armónicas con la comunidad, y; la salud objetivamente considerada” (Ardila, 2003, p. 163). Como se observa son múltiples las condiciones para identificar la calidad de vida de los individuos, incluye aspectos económicos, sociales, ambientales, de salud física y emocional, e incluso del tipo de relaciones con su comunidad. El agrupamiento de estas condiciones da lugar a la definición de diversos tipos de bienestar: físico, material, social, emocional y de desarrollo, entre otros. En los cuales las personas descansan sus preocupaciones de salud e integridad, de seguridad económica y acceso a los bienes y servicios, de ambiente social armónico y saludable, de respeto a sus creencias y motivaciones y de manera particular al desarrollo de sus potencialidades mediante la educación y el empleo. Dado que tener mejor calidad de vida es una aspiración ampliamente compartida, el énfasis se debe centrar en el camino para lograr dicho propósito, el cual debe transitar por políticas públicas que tengan como base un diagnóstico para identificar las necesidades sociales, la definición de programas o acciones que las atiendan y su posterior implementación. Diversos estudios elaborados por organismos de carácter nacional -INEGI y CONEVAL- y otros de naturaleza internacional –PNUD- proporcionan información suficiente y debidamente sustentada que dan cuenta de las debilidades que tiene la sociedad para saber hacia dónde orientar los esfuerzos gubernamentales. El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) es uno de los más importantes cuyo Índice de Desarrollo Humano (IDH) conjuga tres indicadores fundamentales, salud, educación e ingresos, para valorar el nivel de vida de las personas. El nivel de salud se calcula considerando una expectativa de 20 años de esperanza de vida al nacer y una máxima de 83.4 años; el de educación toma en cuenta los años promedio de escolaridad y los años que se espera que pueda tener de escolarización; el de ingreso o de percepciones económicas también incluye a los demás aspectos del desarrollo humano que no están reflejados en los anteriores (PNUD, 2015). Si bien todos estos indicadores se pueden analizar y valorar por separado, lo cierto es que están íntimamente relacionados, pero de estos tres, la educación se puede considerar como la palanca para mover los otros indicadores por lo que tiene la responsabilidad de promover, desde cualquier tipo y modalidad educativa, el desarrollo de las potencialidades humanas para favorecer las oportunidades con justicia y equidad, y con ello mejorar su calidad de vida (Vicenzi y Tudesco, 2009). Desde el año 2002 la UNESCO resaltaba que la educación es el mejor instrumento para superar los obstáculos sociales y económicos y facilitar el logro de las posibilidades humanas, de manera concreta mencionaba que la alfabetización tiene una influencia favorable para mejorar la calidad de vida de las personas y de manera textual subrayaba que el “vínculo entre la alfabetización y la esperanza de vida es muy sólido. Los padres con más años de estudios tienen hijos con mejor salud y que viven más tiempo”, por ejemplo. (UNESCO; 2002, p. 14). El reconocimiento de que estos aspectos están íntimamente ligados, resalta que la educación constituye la palanca esencial para el desarrollo individual y social. Lo cual significa que la estrategia más adecuada para el mejoramiento de la calidad de vida debe tener como piso una buena educación y esta es tarea de los sistemas educativos nacionales. Al respecto la UNESCO (2014) resalta los aportes positivos que realizan los buenos sistemas educativos a los individuos y a la sociedad:
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