El docente: de la disfonía a la fatiga por zoom en época de “norma antiestrés”

El docente: de la disfonía a la fatiga por zoom en época de “norma antiestrés” Dra. Densy Malena Peláez Pacheco Palabras clave: fatiga por zoom, tecnopatologías, burnout, NOM-035, estrés, Cancún, México. Ser docente es una de las actividades más nobles y gratificantes, pero también es una actividad demandante; el estar frente a grupo en una modalidad presencial o en un entorno virtual puede generar algunos problemas de salud. En nuestro país, la salud en el trabajo se fundamenta en el artículo 123 de la Constitución política del Estado y las Normas Oficiales Mexicanas que emite la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) determinan las condiciones mínimas necesarias para la prevención de riesgos laborales. En los últimos días, algunos anuncios en redes sociales han causado confusión en la población respecto a la promulgación de la NOM-035, llamada “norma antiestrés” o “norma de ambientes tóxicos”. Si bien es conocido que las actividades propias de la pandemia por COVID-19 han incrementado los problemas de salud emocional, se debe dejar claro que esta norma relacionada con la prevención del riesgo psicosocial no derivó de la pandemia; la NOM-35 ya se había publicado el 2018, entró en vigor el 2019, en este 2020 se encuentra en su segunda etapa; definitivamente, no es para que el trabajador obtenga un beneficio económico después de demandar al empleador por el estrés que el trabajo le genera. “Si la organización no cumple con las medidas de seguridad y estabilidad que marca la NOM-035, la STPS multará a la empresa. Este cobro no será una retribución para el trabajador o trabajadores afectados” (Rodríguez, 2020). En resumen, la NOM-35 tiene el objetivo de establecer las herramientas necesarias para poder cumplir la  identificación, análisis y prevención de los factores de riesgo en el trabajo.  Apoya a los trabajadores para tener un ambiente laboral agradable; vigila el cumplimiento de las acciones en casos graves de acoso, de riesgos psicosociales tales como la sobrecarga de trabajo y el liderazgo negativo, entre otros; además amplía el apoyo de psicología organizacional a las empresas que lo requieran. Constituye un gran paso para potenciar las capacidades de la organización a través de buenas prácticas, pero también es un gran reto porque según datos de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) México es el país donde más horas trabaja una persona al año, con un promedio de dos mil 257 horas, por arriba de la media internacional de mil 759; además, si se profundiza su aplicación en los centros educativos, aparecen algunos cuestionamientos derivados de ciertas particularidades como lo son el número de alumnos y las normativas de la Secretaría de Educación Pública (SEP) entre otros. Las escuelas además de recibir a supervisores escolares e inspectores de prevención y protección civil y PROFECO, tendrán que recibir a inspectores de la STPS que muy probablemente no tengan capacitación pedagógica. Y si los centros de trabajo fallan, pueden ser multados por incidente, con multas [….] de $21,122 a $422,450. Cualquiera de estas cifras llevaría a la quiebra a muchas escuelas del país. (Reforma, 2019) Desde la publicación de la NOM-035, se han ofertado diplomados, cursos y similares para capacitar a los responsables de recursos humanos; sin embargo, en el caso de los docentes, más que un curso sobre la norma, ayudaría tener en cuenta algunas recomendaciones para el cuidado de la salud física y mental en conjunto con los líderes de la institución educativa. Según la UNESCO, en la década pasada, para los docentes, se mencionaban algunos padecimientos frecuentes, tales como la disfonía (pérdida del timbre normal de voz), el lumbago (dolor lumbar) y la flebopatía crónica de los miembros inferiores (várices). Hoy, con la aparición de nuevas modalidades de enseñanza, y con el uso de plataformas digitales, aparecen y se reconocen las tecnopatologías, llamadas también tecnoenfermedades o enfermedades 3.0; éstas son una serie de alteraciones físicas y psicológicas que cada vez se evidencian más, y si bien no se hallan todavía del todo tipificadas, se consideran inevitables por el uso excesivo de dispositivos móviles, computadoras y  tabletas, entre otros.  “Por mucho que el ratón haya ido mejorando con el paso del tiempo, su forma poco ha variado […] cambia tu ratón tradicional por uno vertical” (De Usera, 2020). Una posición sostenida y levantada de la muñeca frente al teclado o al mouse puede desarrollar: el síndrome del túnel carpiano quedando comprometida tanto la movilidad como la sensibilidad de la mano; también se puede presentar la nedrinitis palmar, que se caracteriza por la inflamación de las palmas de las manos después del uso reiterado de ciertos dispositivos. En cuanto a la tendinitis de la muñeca, actualmente se ha presentado en varios docentes; sin embargo, cabe resaltar que ésta no es consecuencia directa del uso de nuevas tecnologías, sino que ha ido cambiando de denominación según las costumbres y hábitos sociales; entre otros, ha recibido el nombre de codo de tenista y artrosis de las costureras. Para evitar estas tres afecciones,  es aconsejable tomar un descanso de 15 minutos cada 2-3 horas de trabajo, realizar ejercicios en brazos y muñecas, evitar posturas forzadas del cuerpo y procurar el uso  de  dispositivos del tamaño adecuado y con diseño ergonómico. “El nivel de ruido de fondo con 17 alumnos realizando un trabajo de grupo es aproximadamente 45-50 dB” (Heart-it, 2020). La OMS recomienda que el nivel más alto permisible de exposición al ruido en el lugar de trabajo sea de 85 dB durante un máximo de 8 horas al día; sin embargo, en clase en línea, para tener mejor resolución de audio, frecuentemente se utilizan audífonos, con lo que se incrementan las señales de sonido llegando incluso a los 100 dB en un intento de neutralizar las interferencias externas; esta falta de regulación del volumen promueve el llamado: mal de iPod y la pérdida de audición prematura. Todo depende de la intensidad sonora como del tiempo de exposición, por ello se recomienda regular el uso de audífonos. “Si normalmente se parpadea  de 16 a 20 veces por minuto, al usar la computadora se
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