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¿Es el Learning Analytics una burbuja o una herramienta imprescindible en el entorno educativo del futuro?

¿Es el Learning Analytics una burbuja o una herramienta imprescindible en el entorno educativo del futuro? Mª Covadonga de la Iglesia Villasol   El uso de estrategias de Learning Analytics (LA) está expandiéndose en los entornos educativos a un ritmo acelerado, generando numerosas corrientes de investigación de naturaleza muy distinta y prometiendo ser una radiografía eficaz del proceso de aprendizaje de los estudiantes. Cabe preguntarse qué nos aporta disponer de dicha información a un solo click en un contexto en el que la docencia presencial se complementa con la docencia on-line y el uso generalizado de las TIC con muy diversas plataformas, desde el campus virtual institucional del centro educativo, o los blogs redes sociales. Más aún, dada la actual situación provocada por la crisis mundial del covid-19, es un hecho que la docencia presencial ha dejado paso a la docencia online, y disponer de ésta información permite detectar a los estudiantes con limitaciones en el acceso y que pueden quedar descolgados en el seguimiento de la docencia. En la era digital el docente e investigador asume, o debe asumir, muy diversos roles que pasan por ser orientador, generador y evaluador de contenidos multimedia y multiformato que se adapten a los entornos virtuales, sin dejar de ser un experto en la materia curricular que imparte. Pero también está llamado a ser un analista de datos, encaminado a la gestión y el análisis de la información obtenida en las plataformas digitales en las que se apoya la docencia, con objeto de conocer mejor su propia acción docente, la tipología de sus estudiantes en cuanto a los usos electrónicos, las actitudes (frecuencia, franjas horarias, intentos, contenidos visitados, etc.) y el compromiso que los estudiantes adquieren con el programa formativo, e incluso sus resultados, dado que cada vez más la evaluación de contenidos y de competencias se vincula a las plataformas docentes electrónicas. Querer penetrar en la niebla instalada, a la que se refieren Long y Siemens (2011), lleva a afirmar sin fisuras que el análisis de los datos registrados a modo de huellas o registros virtuales va a tener (o tiene ya) un papel significativo en el futuro de la Educación. Y esto para todos los agentes implicados: los profesores y educadores, los propios estudiantes, los gestores o responsables de los centros, por cuanto permite conocer la eficiencia de los recursos empleados, la existencia de nichos de ventajas competitivas, mejoras en la calidad y rendimientos de la experiencia de aprendizaje. En la última década hemos asistido a una extraordinaria proliferación de investigación en éste ámbito, especialmente empírica, agrupada en comunidades de aprendizaje distintas, que ordena y sintetiza los usos del ingente volumen de información de los usuarios (estudiantes y profesor) que queda registrada en los diversos “senderos digitales” (uso de foros, blogs, campus virtuales, intranet, redes sociales, etc.). Estos datos están siendo validados tanto para definir perfiles de los usuarios, a partir de datos estáticos (aspectos demográficos, sociales, familiares, o del pasado académico) y/o datos dinámicos (referidos al proceso de aprendizaje: compromiso con el proceso, comportamiento, rendimiento, satisfacción, valoraciones, etc.), como para disponer de indicadores que profundizan en la aplicación de métodos y herramientas en análisis descriptivos, predictivos y/o prescriptivos con recomendaciones desde la óptica del Learnig Analytics, justificados en aras de facilitar y mejorar el aprendizaje en su conjunto, no solo convirtiendo los datos en conocimiento, sino también filtrándolo para la toma de decisiones. Así, cabe establecer una clasificación de los usos los datos, por ejemplo referidos a la predicción del rendimiento del alumno, proporcionar retroalimentación para los instructores, agrupación de estudiantes por perfiles de aprendizajes, detectar conductas atípicas o ritmos diferenciados, análisis de usos en redes sociales, análisis del desarrollo de competencias, planificación y programación de cursos, etc., por lo que el campo de la investigación empírica está abonada para las siguientes generaciones de docentes (de la Iglesia, 2019). El alcance futuro de la estrategia del uso del Learnig Analytics se puede hacer a partir de la revisión de las implementaciones que ya son una realidad en numerosos Centros Educativos y Universidades, tanto por el registro de los usos digitales en los planes formativos formales (reglados) o informales (principalmente los MOOCs), con casos de adaptación de tecnologías, innovaciones educativas, o buenas prácticas a imitar, y que aportan extensas colecciones con diversos enfoques multidisciplinares. Este hecho, buscar sinergias entre actores y grupos con perfiles profesionales distintos, se deriva de la porosidad en los márgenes entre las distintas disciplinas que tienen cabida en el Learning Analytics, algunas más instrumentales como la estadística, la inteligencia artificial, la ciencia computacional, o más genéricas como la educación y los estilos de aprendizaje o específicas como el diseño de perfiles psicológicos, sociológicos, conductuales y cognitivos. La definición oficial del Learning Analytics se fecha en la convocatoria de la First International Conference on Learning Analytics and Knowledge (LAK 2011), y ha sido adoptada por la Society for Learning Analytics Research (SoLAR), como la medición, recopilación, análisis e informe de datos sobre los alumnos y sus contextos, con el fin de comprender y optimizar el aprendizaje y los entornos en los que se produce. A partir de esta definición, cabe acotar la ramificación en las siguientes redes científicas de investigación: i) relacionados con el uso de big data en el entorno educativo y sus implicaciones; 2) estudios de caso del desarrollo de iniciativas de Learning Analytics para el estudio de desarrollo de competencias; 3) estudios que analizan o evalúan buenas prácticas nacionales vs. internacionales; 4) trabajos innovadores sobre el diseño, evaluación e implementación de programas formativos basados en estudios del Learning Analytic; 5) retos y oportunidades para una docencia de calidad de disponer de herramientas de análisis de masiva información, por ejemplo. Así, los retos que las comunidades científicas del Learning Analytics afrontan son tanto de orden técnico y tecnológicos y pedagógicos. Respecto de los primeros, vienen derivados del tratamiento de los datos, su procedencia desde múltiples fuentes y formatos, naturaleza y calidad, así como las existencia de una diversidad de técnicas o herramientas interactivas para su procesamiento y visualización de forma sintética para ser utilizados por los usuarios o

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Claudia Islas Torres

Los ecosistemas digitales, ¿moda, construcción social, realidad?

Los ecosistemas digitales, ¿moda, construcción social, realidad? Claudia Islas Torres En los últimos años las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC) han tomado un papel importante en la sociedad y pueden aplicarse en un gran número de actividades y en la mayoría de sectores: la educación, administración, comunicación, entre otros. Las Tecnologías, por tanto, juegan un rol relevante en cuanto al desarrollo de la vida cotidiana de la mayoría de personas no solo en México, si no, en diferentes partes del orbe, esto dado gracias al fenómeno conocido como globalización, que sin duda alguna nos acerca a nuevos contextos y situaciones que están pasando en tiempo real en cualquier otro lugar del mundo. A raíz de estos temas hay un campo de investigación emergente llamado ecosistemas digitales, área de estudio que tiene como objeto el desarrollo de nuevas tecnologías de la información  y fomentar el crecimiento, la innovación, la inclusión social, mediante la evolución y desarrollo de softwares especializados para el aprendizaje (Méndoza, 2016), y dar pie al desarrollo de competencias  en los usuarios actuales; las competencias son conceptos relacionados con el aprendizaje del alumno y/o  desarrollo profesional del docente en el aula, estas se relacionan con actividades que se aprenden o realizan utilizando medios electrónicos con fines de informar y comunicar. Considerando que los medios digitales pueden suponerse como seres que tienen identidad y vida propia y que cambian en función de cómo consumimos sus contenidos, es que puede asegurarse que los sistemas digitales son ecosistemas, es decir, medios biológicos cuyos contenidos evolucionan o mueren tal y como lo hacen las especies (Barahama, 2010). Si observamos contenidos tan dispersos e impredecibles como las fotografías que subimos a Flickr, Instagram, Facebook, etcétera, es que podemos entender que cualquier contenido es posible que cobre vida cuando es, por ejemplo, etiquetado. Mientras es un contenido en extinción, ya que nadie más que su dueño y unos pocos sabrán que existe y por ende podrán usarlo, compartirlo, enviarlo, y más. Otro ejemplo de lo vivo que están los contenidos y de que sí poseen una evolución que los hace destacarse y sobrevivir, es ver cómo se comportan en las redes sociales permitiendo que evolucionen sobre la base de los comentarios. Una publicación que posee contenidos determinados deja de ser lo que su autor creo gracias a la intervención de las personas cuando dejan sus huellas en él. O todos los nuevos sistemas digitales debieran ser sociales por defecto ya que los contenidos siguen vivos cuando los usuarios dejan sus comentarios, los comparten, etiquetan y envían, eso permite que el conocimiento que hay en él evolucione de manera indeterminada (Barahama, 2010). En el campo educativo los sistemas digitales también introducen cambios e igualmente modifican el centro de poder entre quien enseña y quien aprende, favoreciendo al segundo ya que el enfoque esta puesto sobre su aprendizaje y en la construcción de conocimiento bajo un esquema que rompe lo tradicional, configurándose escenarios a través del internet y las redes que fungen como bases que implican cambios estructurales. El potencial de internet y sus aplicaciones va más allá de un simple medio de presentación, se trata de un entorno donde se dinamiza la expresión creativa y comunitaria, dando poder al ecosistema para combinarse y reconstruirse a partir de la participación de los usuarios (De Léon, 2015). Se puede decir que, en el contexto actual, el rápido desarrollo tecnológico y el cada vez mayor acceso tanto a dispositivos como a la World Wide Web pueden ser vistos como causas, pero también como parte de los cambios señalados previamente. Yehya (2008) define la tecnología como un conjunto de instrumentos inanimados que se utilizan con fines particulares y subraya cómo ésta ha mostrado su capacidad de expandirse, mutar y adoptar tal fuerza que genere fenómenos inesperados o de gran impacto. Los ecosistemas digitales se refieren a entornos extendidos e interconectados en los que se intercambia información digitalmente a través de sus propios componentes; por ejemplo: internet es un ecosistema digital grande, abierto y dinámico donde los usuarios individuales y aplicaciones de software son los componentes pequeños que contribuyen a la creación y consumo de información digital.  El concepto de ecosistema digital tiene sus raíces en la metáfora de los sistemas de biología (Reyna, 2011) donde se denomina ecosistema al conjunto de seres vivos y los elementos del contexto con los que se relacionan e interactúan entre sí, de tal forma que las relaciones que se producen entre ambos componentes son capaces de desarrollarse y auto-replicarse generando espacios en los que se asimila y consume energía. A partir de este concepto se hace una analogía con un ecosistema digital en el que se suponen mejoras a los sistemas de información tradicionales, favoreciendo la interacción entre los elementos que los componen a partir del abanico de posibilidades que la red de internet ofrece, sustentado en una metodología de vida y dinámica de evolución que sostiene a todo ecosistema. Este concepto se ha tomado de la biología y utilizado desde hace un tiempo para describir los sistemas de software adaptativo, los ambientes de producción, reutilización y adaptación de contenidos, sometidos a un ciclo de retroalimentación mantenido durante cierto tiempo, produciendo evolución en las especies y el contexto desde los flujos de innovación-aceptación-consolidación-obsolescencia, (García, Seoane, 2014) Los ecosistemas digitales en términos educativos ofrecen retos para el aprendizaje, puesto que requieren que la educación escolar se transforme para atender la personalización del mismo donde la diversificación de oportunidades, experiencias y recursos se ofertan en función de las necesidades e intereses de los aprendices. Por lo que a partir de las premisas anteriores se puede deducir que los ecosistemas digitales son una realidad en nuestros días y el resultado de una construcción social que va más allá de una moda pasajera. Una construcción social, comprendida por pocos por la complejidad conceptual que implica, pero que incide en la cotidianeidad de muchos, reflejada en las actividades académicas, económicas, empresariales, políticas, etcétera; por lo que puede ser una moda que ha nacido para quedarse y

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Olga Ericka Reyes Toriz

Comunicación audiovisual como una estrategia de sensibilización actual

Comunicación audiovisual como una estrategia de sensibilización actual Arq. Olga Ericka Reyes Toriz Arq. Nancy Castillo Ponce Este articulo habla sobre cómo la transformación en la comunicación en el siglo XXI nos ha llevado a modificar el proceso de enseñanza aprendizaje, planteando como propuesta de estrategia sensibilizadora la comunicación audiovisual, justificando como medio digital el uso de una película con alto contenido de inteligencia emocional; Identificando y describiendo las competencias susceptibles de desarrollar o promover, como lo son las competencias personales, sociales, y de aprendizaje; destacando la importancia de esta etapa para el desarrollo humano, para el crecimiento personal y para las inteligencias intrapersonal e interpersonal del estudiante universitario. Se presenta el desarrollo de los siguientes indicadores: Fundamento y justificación del uso de la película –Con Honores- (guion: William Mastrosimone, Director: Alek Keshishian) como herramienta digital en apoyo a la estrategia de sensibilización; considerando la Viabilidad, Pertinencia, Características didácticas y Aspectos pedagógicos que favorecen el proceso Enseñanza – Aprendizaje; Identificando las características cognitivas – digitales de los estudiantes universitarios y describiendo las competencias susceptibles de desarrollar o promover con el uso de la película en el aula, como parte de la sensibilización. Los resultados mostrarán un desarrollo de la inteligencia intrapersonal, la cual podemos tomar como base de las demás inteligencias. Según la Torre (1997:17) al proyectar una película intencionalmente, está aportando valores culturales, humanos, técnico-científicos o artísticos, y se mejora el conocimiento, las actitudes y opiniones de los espectadores. La proyección de una película dentro de la etapa de sensibilización no solo es viable, sino también es pertinente, puesto que el espectador puede generar su propio aprendizaje reflexivo, poniéndose en contacto con su inteligencia intrapersonal, se eligió  la película –Con Honores- (guion: William Mastrosimone, Director: Alek Keshishian), orientada a la sensibilización del estudiante universitario; para obtener mejores referencias del tema principal y subtemas abordados en la película, se puede elaborar una lista de cotejo, diseñada con puntos sobresalientes que prioricen las emociones personales del concurrente. En últimas décadas el mundo cinematográfico ha atraído a los profesionales de la educación para enfatizar actividades relacionadas con las inteligencias intrapersonales e interpersonales, no es fortuito que se elija esta herramienta como estrategia de sensibilización en estudiantes universitarios. Destacando sus características didácticas podemos mencionar: Motiva al estudiante para una mayor disposición de aprendizaje, Optimiza tiempo y dedicación de la relación enseñanza aprendizaje y Potencializa la curiosidad del estudiante mediante la forma de abordar diferentes temas. Esta herramienta provee un sinfín de materiales que pueden ser utilizados en la docencia a todos los niveles académicos, desde preescolar hasta posgrados, como lo señalan Sevillano, M.L., de la Torre, S. & Carreras, C, (2015) en el documento – El cine, recurso formativo. 18 años de investigación del grupo GIAD –. Debido a que la narración de una historia, en una película se expresa con imágenes en movimiento, es atractiva y sugestiva, además que el espectador se puede sentir identificado con uno o varios personajes, situación que lo invita a aprender en un contexto ameno y de reflexión propia. Como peculiaridad las películas demuestran ser una herramienta muy poderosa, que puede influir y cambiar la manera en que nos comportamos debido a que permite que el espectador cambie la perspectiva desde donde observa regularmente las situaciones; sin sentirse invadidos directamente en su espacio vital, permitiéndose ser estremecidos por diferentes historias conmovedoras y profundas, dándoles incluso la idea de habitar otros mundos. “Las películas constituyen atractivos textos culturales para los estudiantes porque no están completamente contaminadas por la lógica de la enseñanza formal.” Giroux H. (2003, p. 16) Con mayor énfasis a nivel universitario, podemos considerar la utilización de películas como instrumento de sensibilización formativa, que estimulen las capacidades en valores y de crítica en los estudiantes y al mismo tiempo reforzar su ethos cultural y promover e integrar nuevos aprendizajes. Resultando ser atractivo y motivante para el aprendiente de la era digital. Sevillano, M.L., de la Torre, S. & Carreras, C. (2015)   La película no es una herramienta que pueda tomarse a la ligera, es necesario tener presente diversos aspectos antes de utilizarla como herramienta pedagógica en la enseñanza, considerando: su viabilidad (si la escuela, el salón de clase o el grupo, cuentan con el recurso y medios para trasmitirla), su pertinencia (si la película elegida es un tema comprensible para el estudiante según su grado escolar, su edad y su madurez; y sobre todo, si el tema abordado está aportando una enseñanza para el aprendizaje significativo del aprendiente).   Considerando que al ver una película, no únicamente se tiene un rato de esparcimiento, sino que se trabajan varios aprendizajes previos, desde el momento que se escoge la película, se están conectando aprendizajes pre-formativos y de sensibilización; en este sentido tanto el docente como el estudiante forman sus propios aprendizajes a partir de las imágenes, resúmenes o referencias que tengas de la gran variedad de películas a elegir, formando una decisión que es motivada por la emoción que despierta alguna de las opciones. Si bien es cierto que popularmente escuchamos la frase –Una imagen vale más que mil palabras – también se debe considerar que cada observador tiene un criterio propio, que los hace ver y percibir cosas diferentes de la misma imagen, evidenciando la importancia de las películas no únicamente como instrumento didáctico curricular, sino como formativo de currículum oculto de cada persona.   Diversos autores como Bell Hooks. (1996: 2) resaltan la importancia pedagógica que tiene la industria cinematográfica asegurando que es más fácil tratar temas (como sexo, raza religión reparto de poder) que en un texto escrito.   Tomando en cuenta lo que dicen José Luis Córica y Patricia Dinerstein en el libro – Diseño Curricular y nuevas generaciones – ellos pertenecen a la generación ¨Y¨ que son los nacidos entre los años 1980 y el año 2000, y en quienes la evolución de las tecnologías, determinó su forma de relacionarse, la forma de entender el mundo, e incluso con su forma de ver y de adquirir conocimiento; crecieron en la era

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Pluma anonima

La educación en tiempos de contingencia ¿es posible?

La educación en tiempos de contingencia ¿es posible? Alara Allen   La educación ha enfrentado diferentes cambios en aras de las TIC´s aplicadas en su práctica, de modo que los agentes educativos han tenido múltiples respuestas ante esos cambios. De las mejores respuestas son aquellas en las que los agentes educativos tratan de adaptarse y aprender de ello, de las peores respuestas tenemos aquellas en las que los agentes se resisten, niegan las ventajas de lo beneficioso que puede ser el cambio y se acomodan en lo conocido. En estos tiempos de contingencia, las ventajas que tienen las TIC´s se han multiplicado, la educación a distancia abre sus puertas a por mayor para nuestro país, sin embrago, lo ingenuo esta en pensar que en México la educación tiene cobertura total para manejar esta modalidad educativa. Nos enfrentamos a lugares que carecen totalmente de acceso a lo mínimo requerido para una educación a distancia, y en contra punto nos enfrentamos a lugares con todo lo necesario para acceder a esta, pero -y ese “pero” va con toda intención-, muchos de los agentes educativos son los que se niegan a aceptar esta modalidad educativa. Pues, ayer, preguntando a estudiantes de diferentes grados de la educación básica, me encontré con la sorpresa de que su educación en tiempos de contingencia se ha reducido a tareas y seguimiento de guías. Testimonios a la pregunta ¿cómo son tus clases en esta contingencia? Nos dejaron actividades para dos semanas y por el correo nos van dando más actividades, nos preguntan si hay dudas que mandemos correo, ¡ah! y abrieron un foro en Facebook sobre una actividad que nos dejaron, pero estuvo casi nadie comento, y es que, si a veces no entendía en clase, así de que estoy sola, menos y no me late preguntar por correo, ya cuando regresemos preguntaré o busco la respuesta en internet y ya (estudiante de preparatoria –zona urbana-)  …pues nos preguntaron si queríamos clases por internet o que, si nos dejaban tarea, y pues dijimos que mejor tarea y solo nos dejaron mucha tarea para cuando entremos nos la revisen… (estudiante de preparatoria –zona rural-). Solo nos dieron tarea y nos dijeron que al correo nos mandarían más actividades, pero a veces tengo dudas con lo que nos dejaron, lo que hago es anotarlas para preguntar después, pues tampoco tengo como resolver las dudad, he preguntado a mis papás, pero me dicen que les pregunte a mis maestros…  (estudiante de secundaria –zona urbana-). Nada más nos dejaron tarea y completar los libros y nos dijeron que podíamos adelantar en los libros si acabábamos antes, que hiciéramos o diéramos nuestro correo y lo revisáramos en tres semanas para que nos dijeran que sigue, pero no he podido ir a revisarlo… (estudiante de secundaria rural-). Tengo actividades que me dejo el maestro y me ayuda mi mamá, pero extraño a mis compañeros y amigos, mi mamá luego me dice que me falta y a ella en whatsapp le dice el maestro si debo hacer más cosas, como ver videos para aprender a eso de fracciones o así (estudiante de primaria –zona urbana-)  Solo me dejaron unas hojitas que dicen que debo hacer y ya casi las acabo, y me ayudan mis papás (estudiante de primaria –zona rura-l). A mi hija le dio su maestra solo una guía y ya, con eso según debemos hacer las actividades en esta contingencia, pero no sé si este bien eso, pero como va en el kínder pues no es mucho, no si dejen más actividades, tal vez nos avisen por whatsapp… (estudiante de preescolar -zona urbana-). Pues somos nosotros sus maestros en casa, nos dieron las actividades, pero nos dijeron que les enseñáramos esas actividades con tareas del hogar lo que hacemos todos los días, como contar los frijoles mientras los limpiamos para ponerlos a cocer, o que le digamos los colores de las cosas que hay en la casa y así… y las actividades pues son fáciles para ella, pero luego no sé cómo darle ejemplos de los que nos dijeron y más se me complica para que aprenda las letras… (estudiante preescolar –zona rural-).  Entre estos y los demás testimonios (de estudiantes de educación pública), nos dan cuenta de un México plural en educación, donde como siempre la brecha entre lo que se piensa, se dice en ley, decreto, acuerdo, lo que se planea y lo que se espera con lo que se hace y resulta, dista bastante. Tenemos enormes pendientes en educación en relación con la adecuada aplicación de las TIC´s que emplean nuestros agentes educativos, las razones, pueden ser múltiples desde el propio contexto en el que se ubican, limitaciones económicas, culturales y hasta de carácter social, las condiciones educativas que presenten, las oportunidades de acceso y cobertura para las TIC´s, que sean o no nativos digitales, la capacitación que tienen en el uso y manejo de estas, etcétera. El punto es, que preocupa la educación en tiempos de contingencia, no son tiempos de echar la culpa a nadie, eso no ayuda en nada, son tiempos de tomar acciones desde nuestras posibilidades, los agentes educativos somos todos, autoridades, directivos, maestros, padres y madres de familia, estudiantes, la comunidad. Todos somos responsables en la educación, y es tiempo de apoyarse, de dejar resistencias, de pasar la bolita, de enfrentarnos a la tecnología para nuestro bien, y “hacer lo posible porque la educación en México sea posible”, construyamos de esta amenaza un área de oportunidad para la educación, donde todos estemos involucrados y sean los padres actores en la educación de sus hijos cuando enseñen los colores que hay en su andar, que sean los maestros los que replanteen objetivos curriculares, que sean los directivos que busquen la forma de dar seguimiento a distancia, que sean los estudiantes quienes se desarrollen como autodidactas, que seamos todos por la educación en México. Nota final: Los testimonios en este escrito, son sólo los de un México en esta pluralidad de Méxicos que tenemos.

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Nancy Castillo Ponce

Aprendizaje basado en las TIC: las soluciones de hoy

Aprendizaje basado en las TIC: las soluciones de hoy Nancy Castillo Ponce Olga Ericka Reyes Toriz   Poza Rica de Hidalgo, Veracruz; El artículo siguiente hace referencia a los beneficios de la utilización de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) a nivel universitario, la mejora en el aprendizaje significativo y activo, permitiendo entablar un ambiente cordial, asíncrono, movilizador que nos permite interactuar en todo momento. Estas TIC, en la situación mundial en la que nos encontramos (COVID-19), ha permitido continuar con gran cantidad de actividades, trabajo de oficina (home office), atención a clientes, la continuación de la preparación académica de los estudiantes, etc., apoyando a la actividad del país y fomentando las acciones en casa. Un aprendizaje de calidad a través de las TIC requiere un compromiso tanto del docente como del aprendiente, que genere un ambiente innovador y de interés, para lograr un autoaprendizaje con actitud comprometida, es necesario restructurar las estrategias metodológicas de las praxis, fomentando las áreas de oportunidad y aprovechando las fortalezas de nuestros aprendientes. Como dice Ayala Linares en su publicación: “Un modelo de comunicación virtual” hace mención a la importancia de establecer contratos mínimos que mejoren el proceso de comunicación, ya que requiere de formas de expresión para mediar las relaciones de los aprendientes (Ayala Linares, 2000, pág. 5). La utilización de la Tecnología se ha vuelto indispensable y hoy es una herramienta básica para la vida cotidiana, la educación ha tenido que evolucionar para integrarse al uso de las TIC, a favor de una mejora en el proceso de enseñanza-aprendizaje, logrando llegar a un mayor número de aprendientes y generando una vía de intercomunicación, donde se facilita la proporción del andamiaje específico concerniente a cada asignatura, así como la realización de actividades asíncronas y síncronas. Siendo la tecnología una herramienta, con la que se encuentra la juventud totalmente familiarizada y que consideran indispensable (el uso del smartphone o celulares inteligentes), el lograr integrar dicha tecnología a su método de enseñanza, proporciona una visión más amplia e innovadora para lo cual, no todas las generaciones se encuentran preparados. La respuesta de los estudiantes en relación al uso de las plataformas ha sido muy positiva, ya que las actividades resultan dinámicas e innovadoras, los aprendientes interactúan más, motivándolos a investigar sobre las tareas a desarrollar, ya que son más agradables e interactivas. Los retos que pueden identificar, entre otros son los que se presentan: El docente se puede perder en el proceso de enseñanza-aprendizaje, viéndose rebasado por la información contenida en la WEB 2.0; por lo que se requiere inmiscuirse en un estudio continuo, para lograr familiarizarse con los avances tecnológicos, y si bien no dominarlos, si ser capaces de proporcionar la guía necesaria para estos nuevos escenarios de forma innovadora y correspondiendo a la interacción necesaria, es decir, romper los paradigmas y salir de nuestra área de confort, para experimentar y replantear las Praxis, fortaleciendo las competencias necesarias para brindar una educación de calidad. Aún con los esfuerzos del gobierno federal, en un país con una economía emergente como es México, dónde el ancho de banda no abarca el acceso total del territorio nacional ni la cobertura satelital; aunque se han mejorado los costos, debido a la sana competencia, siguen teniendo un valor considerable, lo que restringe a un porcentaje de la comunidad estudiantil a continuar con sus estudios utilizando esta modalidad. Al iniciar el uso de esta herramienta con los estudiantes en la modalidad presencial, a diferencia de aquellos quienes lo hacen extra muros y en línea (Online) resulta ser más complicado, por lo que se necesita generar el compromiso, dedicación y responsabilidad para continuar su aprendizaje en esta nueva temática, sensibilizándolos para cumplir con esta metodología.   -una pedagogía activa centrada en el estudiante, conlleva a que ésta contenga su saber y sus competencias, convenciéndolo de que él mismo debe corresponder y elaborar el proceso de aprendizaje- (Pleitez, 2011, pág. 65).   Si bien el tema no es nuevo, considero que al presentarse un caso extraordinario como el que se vive actualmente con la Pandemia, ha obligado a las instituciones educativas y a los docentes a trabajar a marchas forzadas en la utilización de las TIC, acelerando el proceso de aprendizaje, teniendo que incursionar en nuevas alternativas o softwares de la WEB 2.0; que permita el acompañamiento para los estudiantes, buscando el desarrollo de las actividades en ambientes alternativos y dinámicos que fomenten interés, motivación y que a su vez proporcione una relación de lo teórico con lo práctico. El desafío tiene que ser abordado en conjunto, entre las instituciones educativas, los docentes y los estudiantes, convirtiéndonos en aprendientes continuos; teniendo el compromiso de seguir formando y enriqueciendo el conocimiento día tras día. Si bien las instituciones universitarias, en su mayoría cuentan con una plataforma virtual, es responsabilidad del docente crear las estrategias, elegir las herramientas y elaborar las actividades acordes para el desarrollo de su praxis docente, así como el papel del estudiante será comprometerse de forma autorregulada para planificar tiempos y abarcar las tareas a realizar. El uso de las plataformas virtuales, como las aplicaciones de videoconferencia han apoyado a la problemática actual, permitiendo estar en contacto con los estudiantes, brindándoles el acompañamiento necesario para continuar con su aprendizaje; de igual manera existen una gran variedad de herramientas digitales en las que es necesario incursionar. Las plataformas permiten la programación de actividades, el intercambio de información, etc., asimismo con las videoconferencias permanece la comunicación, cercanía y actividades síncronas, sin embargo, se requiere de la utilización de otros instrumentos que fomenten la interactividad de manera más dinámicas como el uso de vídeos educativos, softwares que diversifiquen las tareas, programas, la creación de vídeos, mapas mentales, foros, chats, entre otros. Las ventajas que proporcionan estas herramientas a nivel educativo, directamente reflejadas en todos los usuarios, es la amplia y variada formación en espacios de comunicación, las experiencias formativas y expresivas que potencializan las habilidades de los participantes, la flexibilidad en tiempos y espacios, reforzando valores como: respeto, compromiso, responsabilidad, honestidad,

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Fuente: @edilbertomendi5

Una educación en el medio rural ¿Ha sido posible?

Una educación en el medio rural ¿Ha sido posible? Edilberto Mendieta García   Ocotlán, Tlaxcala, México. En pleno siglo XXI, existen cientos de comunidades rurales a lo largo y ancho del territorio mexicano, las cuales exigen atención a su población infantil y juvenil con educación y es deber del Estado mexicano otorgarla según lo manifiesta la constitución en el Artículo 3°. ¿Qué es una comunidad rural? El concepto mismo no siempre es muy claro, porque si bien existen criterios demográficos como el que emplea una institución como el Consejo Nacional de Fomento Educativo (CONAFE) de no mayores a 2,500 habitantes, sin embargo, el vulgo inserta dentro del concepto “comunidad rural” otros más como “caseríos”, “ranchos”, “rancherías”, “colonias agrícolas” o “barrios”, los cuales obedecen a criterios de ubicación geográfica y/o de organización político-social. Para los fines de este texto, me permitiré expresar como “comunidad rural” a un grupo de individuos que tienen su asiento habitacional en una zona campestre, los cuales pueden o no constituir una representatividad gubernamental autónoma, pero que no implica una capacidad organizativa para gestionar beneficios ante autoridades locales o federales, y que pueden desarrollar actividades agropecuarias más estas no son exclusivas, y que su número poblacional no es mayor a 2,500 habitantes. ¿Ha sido posible llevar educación a las zonas rurales de este gran país? Educar conlleva el aprendizaje de modales, conductas y valores en el seno familiar, hasta el aprendizaje de alguna actividad económica para su futura manutención, además de la escolarización que se puede adquirir en el aula, donde un docente puede reforzar los modales, las conductas y los valores, pero a la vez inculca conocimientos científicos y artísticos. Educar es una ardua tarea que tanto padres de familia, cuidadores y docentes comparten (a veces de manera muy coordinada). Desde el más profundo ideal humanista, la meta de educar es convertir a un individuo en un ser responsable, autónomo y comprometido a buscar el mejoramiento de su entorno social y natural. ¿Ha sido –reitero- posible llevar a cabo este ideal en las comunidades rurales? A continuación describiré muy brevemente cómo ha sido este importante proceso en la historia de México, y al final esbozaré algunos planteamientos ante los nuevos retos de la educación en este sector específico de la población. Estas comunidades desde épocas más remotas, como la prehispánica, eran proveedoras de recursos naturales, primero para autosatisfacer sus necesidades, ulteriormente se insertaron en las órbitas de las grandes urbes (cuando estas surgieron) como Teotihuacan, Palenque, Monte Albán o Tenochtitlan, sin embargo, hasta donde el registro arqueológico y las fuentes históricas lo permiten (escritas o pictográficas), sus habitantes se dedicaron a actividades económicas como la agricultura, la cría de algunos animales (perros y guajolotes), a la alfarería de autoconsumo, a la caza y la recolección, generando mercados locales; y de existir productos de interés para las élites metropolitanas, los enviaban a través de rutas comerciales bien establecidas ¿Qué educación pudieron tener? Los adultos enseñaban a los niños y las niñas generalmente oficios y quehaceres propios de su sexo y de su calpulli[1], es altamente probable que no hubiese escuelas, en el término más académico, como se desarrollaron en las grandes ciudades, y quizá las élites de la comunidad pudieron enviar a un hijo varón a una ciudad para prepararse mejor en los Telpochcaltin o en los Calmecaque, y éstos pocos afortunados, pudieron aprender arquitectura, matemáticas, la cuenta calendárica, canto, historia o administración, conocimientos que aplicaron a su regreso en sus pueblos. Tras la conquista española, esta situación no cambió mucho, si bien los elementos españoles y africanos comenzaron hacerse presentes, y posteriormente el surgimiento de las castas, la forma de educarse de las comunidades rurales prácticamente fue igual al periodo anterior, aunque la aparición de la Hacienda si permite replantear algunos cambios. Los hacendados surgieron a fines del siglo XVI e inicios del siglo XVII, hombres y mujeres venidos de España o ya criollos con importantes recursos económicos, los cuales permitieron pagar a un maestro para los niños y alfabetizarlos hasta cierta edad, posteriormente podía proseguir sus estudios en alguna capital provincial como Puebla, Valladolid o Mérida, en la ciudad de México, o quizá hasta en España. Algún párroco ilustrado pudo instaurar en su sede parroquial una escuela de primeras letras y brindar una limitada educación académica a los habitantes, como en su momento hizo Miguel Hidalgo en Dolores. El surgimiento de algunos colegios –administrados generalmente por una orden religiosa- y de seminarios, como el de San Nicolás Obispo en Valladolid, dio oportunidad a rancheros con mejores posibilidades económicas, para enviar a sus vástagos, principalmente si eran españoles (o criollos), y en menor medida si eran miembros de alguna casta; como fue el caso de José María Morelos, quien a fines del siglo XVIII y principios del siglo XIX a parte de aprender algunos oficios, tuvo la oportunidad de salir de la zona rural y cultivar estudios académicos. Las mujeres fueron educadas para labores del hogar, aprender oficios como la alfarería, el bordado, el hilado y confección de ropa; y quizá algún hacendado permitió la llegada de alguna institutriz que les enseñó las primeras letras y modales cortesanos muy admirados por esas épocas. No obstante, el nivel de alfabetismo entre 1521 y 1821 seguramente fue muy alto en las comunidades rurales. Consumada la Independencia y hasta el surgimiento de la Secretaría de Educación Pública (SEP) con José Vasconcelos, el México rural tampoco cambió drásticamente. Los gobiernos republicanos, centralistas o federalistas, e incluso los monárquicos, tuvieron en sus agendas la gran empresa de la educación, mas la tarea no pudo consolidarse, lo convulso que fue este siglo (1821-1921) entre guerras civiles, intervenciones extranjeras y grupos delictivos, hicieron que las políticas educativas no tuvieran importantes impactos en la sociedad rural mexicana. Quizá esfuerzos más limitados y locales, como comunidades que gestionaban ante las capitales locales un profesor (que podía pasar meses sin cobrar) o por algún sacerdote que instauraba una escuela de párvulos en su curato, o de algún hacendado que por sus recursos pagaba algún hombre

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Karina Puente

Las políticas públicas en torno a la formación docente inicial en Argentina

Las políticas públicas en torno a la formación docente inicial en Argentina En las últimas dos décadas, en Argentina se han abordado diferentes estudios en torno a la formación docente inicial. Muchos de ellos, en un sentido estricto, no pueden ser considerados investigaciones con sustento empírico. Sin embargo, se ha considerado el valor académico de los artículos que tienden a dar cuenta del debate actual sobre el tema y el aporte de elementos significativos a la hora de reflexionar y analizar el mismo. Los estudios permiten dar cuenta de un estado de situación que pone en evidencia la desarticulación hacia el interior del sub-sistema formador, así como, desde éste, con los demás niveles del macro-sistema educativo, especialmente los vinculados a los niveles obligatorios de nuestro país. Los abordajes, de carácter descriptivo y analítico, se han realizado sobre los modelos de las políticas públicas en torno a la formación docente inicial y tienden a poner en debate la necesidad de mejorar la gobernabilidad del sub-sistema en términos de legitimidad, calidad, articulación y participación; considerando que éstas son las condiciones requeridas en toda trasformación tendiente a dar respuestas a las nuevas demandas de la sociedad y que las mismas, deberán ser plasmadas, paulatinamente, en cualquier programa de políticas públicas sobre el sub-sistema formador. En cuanto a la gobernabilidad democrática de los sistemas educativos y de las instituciones del nivel superior, los resultados permiten reconocer y afirmar que la educación debe ser considerada como una tarea de todos, con la centralidad del Estado, con una actitud pluralista y negociadora y con decisiones adoptadas en forma participativa desde el consenso en el marco de una nueva relación entre el Estado y la sociedad. En lo que respecta a la legitimidad, se plantea la necesidad de proyectar políticas educativas establecidas a través de procesos de concertación, con acciones estratégicas, teniendo en cuenta escenarios de largo y mediano plazo, con criterios consensuados en cuanto a la pertinencia de prioridades y metas en términos de equidad social y de financiamiento disponible. Por otra parte, resguardar la calidad, implicaría que la oferta educativa se corresponda con las tendencias mundiales, posicionando académicamente a las instituciones formadoras y sus colectivos docentes; lo cual permitirá brindar respuestas satisfactorias a las necesidades de la población estudiantil y a la sociedad en su conjunto. Esto requiere de una buena gestión de los procesos y de los recursos humanos, financieros y materiales involucrados, mayor profesionalización de docentes y de un proceso permanente de evaluación de resultados y de impactos. La participación, como requisito de la gobernabilidad democrática, plantea la necesidad de promover un mayor protagonismo de la sociedad organizada, en la planificación de las políticas de educación superior y en la conducción de estas. Ello supone integrar la participación de representantes de las organizaciones sociales y del Estado, siempre en el marco de una autonomía institucional fortalecida a partir de nuevas modalidades de participación y de representación. Si bien se puede apreciar una tendencia de estudios que establecen las condiciones requeridas para la trasformación del sub-sistema formador, también es relevante considerar una línea de investigaciones que ponen el énfasis en el estado de situación y en las necesidades sentidas de éste sub-sistema. En ella, se exponen diferentes estudios que ponen en relevancia  parámetros que permitan pensar un marco de políticas educativas para el nivel y, para la formación docente en particular, desde el supuesto que solo los problemas históricos del sistema educativo respecto al: fracaso, deserción y bajo rendimiento, podrán ser superados en la medida en que se proyecte una renovación en la formación de los profesorados; constituyendo esta postura un  aspecto considerado “crucial” en cualquier proceso de transformación escolar. En la última década las investigaciones en el campo de las políticas públicas en torno a la sub-sistema formador, no solo han avanzado sobre un diagnóstico del mismo, sino también, consideran la urgencia de lograr la legitimidad del cambio desde políticas que se construyan desde el consenso y la participación de los actores involucrados, entre los cuales el Estado y la sociedad en su conjunto, deben asumir una gran responsabilidad. Tal consideración, se sostiene desde el supuesto principal, que el Estado garantizará el ordenamiento de las políticas públicas en relación al sub-sistema formador, en una acción coordinada entre el nivel nacional y jurisdiccional -por cuanto este constituye una pieza clave dentro del proceso de cambio educativo- y, tal ordenamiento asociado a una trasformación integral de la formación docente inicial, asegurará la educación como bien público y un derecho personal y social, en los demás niveles del sistema educativo. Uno de los mecanismos para asegurar el servicio educativo como “derecho”, se vincula directamente a la toma de decisiones estratégicas en la dirección, planificación, desarrollo e impulso de las políticas en respuesta al requerimiento social. Por otra parte, ese piso de orientaciones comunes en los países de Latinoamérica supone intervenir en la formación docente entendiéndola como una profesión cuya especificidad se centra en la enseñanza, entendida como acción intencional y socialmente mediada para la transmisión de la cultura y el conocimiento en contextos escolares diversos, como uno de los ámbitos privilegiados para dicha transmisión y, para el desarrollo de potencialidades y capacidades de los alumnos. Como tal, la enseñanza es una acción compleja que requiere de un proceso de reflexión y comprensión de las dimensiones sociopolíticas, histórico-culturales, pedagógicas, metodológicas y disciplinarias para un adecuado desempeño en las escuelas y en contextos diversos, resguardando la identidad, el desarrollo personal y garantizando un servicio de calidad desde prácticas de equidad, para responder oportunamente a las exigencias de nuestra sociedad en el Siglo XXI. Al respecto, se entiende que las políticas de planeamiento del sistema formador se sustentan en la necesidad de iniciar un camino desde la prescripciones, desde la institucionalización de un marco normativo que permita instrumentar la cohesión del sistema formador, es decir que brinde las respuestas requeridas para el accionar en las actuales circunstancias socio-históricas de contextos reconocidos desde lo diverso. Condición que se instituye como un elemento fundante de los argumentos de las actuales

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Dora del Carmen Yautentzi Díaz

Los espacios que perdemos

Los espacios que perdemos​ Dora del Carmen Yautentzi Díaz En el conjunto de los denominados espacios culturales, donde se gestan esos muros invisibles de la belleza de los pueblos, se articularon por siglos redes de comunicación que los seres humanos utilizaron como una forma representativa de contener aquellos saberes ancestrales de representación simbólica, aquellos espacios compartidos dotaron de aprendizaje y apego al territorio y a la propia identidad bien sea familiar o en un ámbito colectivo más amplio. Hablemos hoy de esos espacios que, al calor de la contemporaneidad han ido perdiendo fuerza y vigencia, sumado al hecho de la cada vez más avasallante ola de jóvenes quienes recurren a los lugares virtuales de la inmaterialidad como una forma de reestructurar esas relaciones sociales y como escape a esos territorios donde por generaciones eran depositarios de los sueños y los temores, de la magia y los peligros. Compartamos unos minutos de reflexión en torno a esos espacios que se avizoran cada vez más lejanos en una lógica de la liquidez baumaniana, de la aparente fluidez a manera de invitación a navegar con la corriente y no estancarnos en esos recovecos de la memoria que hasta hace unas generaciones eran imposibles de evadir. Comencemos por hablar brevemente en torno a la memoria colectiva familiar como fuente de conocimiento histórico y como repositorio de recuerdos, donde cada miembro de ese grupo social se reencuentra con su propio pasado y construye su historia personal. Recordemos que los recuerdos de familia se desarrollan en forma multidimensional, y cada dimensión corresponde a esos recuerdos de una situación compartida que todos recuerdan de forma particular. Aunque las conciencias personales sean muros impenetrables todas comparten el hecho de ser comunes y abiertas en ciertos aspectos, dotando de unidad e importancia a esas representaciones concordantes con las que los miembros de la familia se identifican. Pero volvamos al asunto de los aspectos espaciales donde se recrean esas memorias, echemos un vistazo a esa idea melancólica de los lugares compartidos donde construimos la memoria, fuente de una huella indeleble a manera de ideal social. Es posible encontrar esos espacios en las zonas alejadas de las ciudades, aunque son cada vez más escasos y la lógica de crecimiento poblacional amenaza con desaparecer esos lugares en la suerte de la temporalidad veloz que exige inmediatez y prontitud en todos los procesos de la vida cotidiana. Por siglos se gestaron innumerables dramas, comedias, relatos y andanzas alrededor de la sobremesa, del fuego, de las copas y de los rezos. Lo mismo sucedía en festividades litúrgicas que cohesionaban la dinámica de la integración familiar a manera de contribuir al discurso y evocación de los episodios históricos de la vida familiar. Cuántas mesas con tazas de café vacías y platos desperdigados han sido mudos testigos de las andanzas de los vivos y muertos de la familia. Estos elementos de la cultura de una situación olvidada que el otro nos hace recordar, esos secretos habían encontrado un sistema de transmisión de padres a hijos en el que el ingrediente principal siempre fue la imaginación, como forma de rebasar la propia realidad y nos da la posibilidad de interpretar los hechos colectivos y crearnos a nosotros mismos más allá de nuestro propio grupo social. ¡Cuántas abuelas al calor del tlecuil compartían recetas aderezadas con el anecdotario de sus antepasados! Cuantos niños horrorizados escucharon a tíos y abuelos narrar sus encuentros con la Llorona y el muerto mientras volvían de la faena ya caída la noche. Cuantas historias de la revolución gestada en las fábricas textiles tlaxcaltecas han quedado como fervientes y sacros homenajes al valor de hombres y mujeres que vivieron y convivieron en otro tiempo, en otro espacio. Debemos entender la función de esas anécdotas familiares: no es solo entretener, su función va más allá de un mero espíritu recreativo, se trata de ayudar a los miembros de un grupo familiar a comprenderse a sí mismos y a desarrollar su personalidad como miembros de ese grupo social. A partir de ese entramado de relaciones entre los miembros familiares fue posible concretar una suerte de relación espacio-temporal que mantenía fijas las afinidades y la amplitud de intereses como de personalidades subyacentes en este grupo social. Esos relatos al calor de las emociones contenían información valiosísima sobre la forma de vida de la familia, que podía ser representativa de toda una sociedad con características similares, eran también productos culturales estéticos. No solamente bastaba con contar una historia familiar extraordinaria, debía tener un entramado de belleza y riqueza artística que incluso proveía de materia prima a la literatura popular. Era posible también crear y recrear esa serie de condiciones de soporte que nos identificaba como miembros de una riqueza particular que sólo la identidad familiar podía explicar. En la lógica contemporánea de modernidad y globalización, hemos hecho del tiempo un enemigo a vencer a toda costa. Ya esos modelos de temporalidad que correspondían otros espacios, se han vaciado y no queda más que la obsolescencia de la visión temporal donde se contenía y se retraía la memoria y se dotaba de sacralidad a los espacios de intercambio de recuerdos. Con la transformación espacial derivada de una idea capitalista hemos diseñado una compleja idea reductora del espacio que prolonga ese plano devastador de difusión en que la idea de obtener un usufructo económico rompe el sentido de lo privado y de lo sacro en aquellos espacios de convivencia familiar de antaño. Ahora con la transformación territorial, el espacio adquiere otra lógica donde subyace un malévolo sentido de la irracionalidad cultural y un sentido de espacio abierto, que solo favorecen recorridos de marcaje en la lógica del tiempo urbano. Estamos experimentando una práctica de la historia que no se sustenta más sobre la relación ritual de la memoria colectiva familiar, o por lo menos no como la conocemos quienes rebasamos las cuatro décadas de ese flujo aprehensivo llamado tiempo. No es este un llamado el rescate de la creación y recreación oral generacional, es un llamado a la preservación

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La educación con Morena y las Universidades del Bienestar

La educación con Morena y las Universidades del Bienestar El lunes 13 de enero el área de la salud (universidad de la salud) de las universidades del bienestar Benito Juárez publicó la convocatoria para recibir su primera generación de estudiantes en el mes de junio. Algunos señalamientos destacan que ello ocurre pese a no tener ni maestros ni instalaciones, aunque se espera que 200 maestros integren la planta docente en el plantel de la ciudad de México y que la misma se instale en la cuarta sección del bosque de Chapultepec donde estaba la escuela de ingenieros militares. Las notas publicadas destacan que en estas universidades no se realizará examen de admisión, pues el presidente sostiene que éste dejaba fuera a muchos estudiantes bajo el “pretexto” de que no lo pasaban, aunque contará con una etapa propedéutica en la que se decidirá el ingreso, de la cual no se detalló cómo funcionará. A diferencia de las actuales carreras que duran 7 años, 5 de clases y dos más entre servicio social y prácticas profesionales o internado, ésta tendrá una duración de seis, cuatro de asistencia a clases, y uno de internado, en tanto que la carrera de Enfermería durará cinco años. Si se revisan las carreras que ofrece el área saltan algunas dudas que contradicen lo planteado como justificación para la creación de dichas universidades. Veamos esto a detalle. En la Cd. De México se oferta Medicina Integral y Salud Comunitaria, en Chiapas Enfermería y Obstetricia además de Medicina Integral y Salud Comunitaria, en Guanajuato Medicina Veterinaria y Zootecnia, en Guerrero Medicina Integral y Salud Comunitaria, en Michoacán Medicina Integral y Salud Comunitaria además de Medicina Veterinaria y Zootecnia, en Morelos Medicina Veterinaria y Zootecnia, en Oaxaca Medicina Integral y Salud Comunitaria, en dos planteles y en otro Enfermería y Obstetricia, en Puebla Medicina Integral y Salud Comunitaria, en Querétaro Medicina Integral y Salud Comunitaria, en Tamaulipas Medicina Veterinaria y Zootecnia y en Yucatán medicina Integral y Salud Comunitaria. En síntesis, de 15 carreras de la salud, 9 son de Medicina Integral y Salud Comunitaria, 4 de Medicina, Veterinaria y Zootecnia y 2 de Enfermería y obstetricia. Podemos decir que 40 por ciento de las carreras del área de la salud van a competir con las universidades ya establecidas que tienen tiempo de ofertarlas y sólo 60 por ciento ofrecen nuevas opciones de estudio acordes con lo planteado para justificar su creación (ver http://ubbj.gob.mx/registro). Si revisamos el sitio de las universidades del bienestar podemos observar que convocaba a interesados en estudiar que no habían podido acceder a la educación superior ofertando carreras pertinentes a las problemáticas de las comunidades y municipios hasta ahora excluidos buscando arraigarlos a sus comunidades para convertirse en motor de transformación y superación de la desigualdad ofreciéndose como organismos descentralizados con autonomía de gestión y patrimonio propio, con docentes y planes de estudio acordes al objetivo señalado y con seguridad de ingreso a los alumnos y programas de actualización para docentes y profesionales en cada área de conocimiento (https://ubbj.gob.mx/registro). Las otras universidades (áreas de conocimiento) también inician este 2020 pero con periodos diferenciados, unas el 10 de febrero y otras el 10 de junio. La meta es que los 100 planteles que ofertarán 36 carreras capten al 39 % de los jóvenes de entre 18 y 22 años. Es de destacar que el presidente en su primer informe, septiembre de 2019, aseguró que ya estaban funcionando con 39 mil 170 alumnos y 815 maestros laborando (https://www.animalpolitico.com/2020/01/gobierno-universidades-bienestar-2020/). Una investigación al respecto realizada por Animal Político encontró que en Villa del Carbón, donde supuestamente habría un plantel tomaban clases en el auditorio de la casa de cultura, en Tlaltizapán de Zapata, Morelos, utilizan por la tarde los salones de una escuela primaria, en Tepoztlán, también utilizan la Casa de Cultura, en Chilcuautla, Hidalgo, los dos grupos de alumnos están separados, unos toman clases en la Unidad Deportiva del municipio, y otros en espacios que les prestó el comisariado ejidal (https://www.animalpolitico.com/2020/01/gobierno-universidades-bienestar-2020/ ) ¿Es necesario competir contra egresados de universidades ya establecidas? Tan solo en Puebla se ofertan 36 carreras del área de la salud, 4 de licenciatura en medicina, 3 en la BUAP, y no conforme con ello, se abren dos más, una de la USEP (Universidad de la salud del estado de puebla) y la del Bienestar en Zinacatepec. ¿Dónde van a trabajar sus egresados? Si ni el gobierno abre las plazas necesarias en el sistema de salud, ni los jóvenes doctores están dispuestos a moverse al interior por la inseguridad y carencias que campean. Ello sin considerar la falta de infraestructura necesaria en muchos de estos centros educativos ya que, por ejemplo, la del bienestar en Zinacatepec se plantea funcionar en las instalaciones del palacio municipal. Algunos dirán: ya empezaron a construirse las instalaciones, ¿pero por qué no se construyeron primero las escuelas que ya faltaban? ¿no importan? Pareciera que el modelo educativo de las nuevas universidades es diferente al anterior, como si viera a la educación igual que Vasconcelos, como un instrumento de liberación y de transformación social, o como Torres Bodet, como una práctica libertaria. Pareciera que quiere combatir su elitización, la burocratización y el escaso compromiso docente, sin embargo, considero que se deben discutir los criterios en la formación docente, la calidad educativa, los costos de la masificación, las remuneraciones docentes y las condiciones laborales. Es incuestionable que debemos ampliar el acceso a los servicios educativos, pero también racionalizar los recursos económicos, sin olvidar la calidad. La misma Secretaria de Educación tenía claro que una escuela de calidad tiene estrictos procedimientos de ingreso, permanencia y egreso, en alumnos y docentes, con equilibrio entre profesores antiguos y nuevos, con una formación académica idónea; con elevada producción académica, con un currículum académico actualizado y pertinente; con infraestructura funcional, con resultados evidentes de inserción laboral. También es cierto que los resultados educativos evidencian la necesidad de un nuevo tipo de gestión educativa, pero ello pasa por fortalecer las áreas que nos enseñan a pensar, la filosofía,

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