Cuidado ambiental como símbolo de peruanidad

David Auris Villegas – davidauris@gmail.com Curiosamente, al amanecer un pajarillo posado en mi ventana me despertó con un dulce trino, recordándome que soy un intruso. Esta inesperada visita me empujó a escribir este artículo desde mi peruanidad. En nombre de la modernidad, hemos demolido sus casas verdes, reemplazándolos con edificios que simbolizan nuestro rimbombante progreso. Disfrutamos de la vida y las aves, antes dueñas de los árboles, ahora son apenas sobrevivientes y forasteros que a veces se dejan ver en las grandes ciudades como en la mañana de hoy. La “peruanidad” es un término que el recordado pensador peruano, Víctor Andrés Belaúnde, acuñó. Se refiere al sentimiento de identidad que vincula a los peruanos con la nación asentada en su tierra biodiversa y sus tradiciones, su historia y cultura. Además de esto, ser peruano significa valorar y gestionar el medio ambiente, apelando a nuestra inteligencia ecológica desarrollada en las escuelas desde la más temprana edad. Esta proximidad del 5 de junio, Día del Medio Ambiente, y el 7 de junio, Día de la Bandera en Perú, destaca a la educación ambiental como una herramienta catalizadora que fusiona el patriotismo y la conciencia ecológica. La integración de la educación ambiental es un enfoque que evidencia que, la defensa de la bandera también implica un compromiso activo con la preservación del entorno natural. De esta forma, cultivamos una peruanidad que valora nuestra identidad cultural, así como nuestra abundancia ecológica. Para el pensador alemán, Hans Jonas, la responsabilidad ecológica no es una opción, es una obligación moral. Esto significa que preservar el entorno no es solo una decisión personal, sino una obligación ética de todos, inherente a nuestra existencia. Esta responsabilidad moral de salvaguardar los ecosistemas para las futuras generaciones es nuestra tarea para asegurar la sustentabilidad y el bienestar de todos los seres vivos en la Tierra.  Asimismo, la aldea global ha cambiado de escenario. Ahora la naturaleza se encuentra dentro de las polis, convertida en una cuestión política, que está en nuestra responsabilidad protegerla o no, señala el filósofo español Alfredo Marcos Martínez. No obstante, en la actualidad parece que se nos va de la mano, debido a que nuestro voraz apetito de explotar por un supuesto bienestar actual, se ha apoderado de nuestra cultura depredadora como estilo de vida moderna. En estos momentos difíciles, cada nación debe establecer en sus prioridades el cuidado del medioambiente y consideremos que nosotros no somos superiores a los demás seres vivos. Como únicos individuos inteligentes, nuestra responsabilidad y desafío es proteger y dejar una mejor versión de la naturaleza a las generaciones venideras. © David Auris Villegas. Escritor peruano, columnista pedagógico, profesor universitario y creador del ABDIVCP.

A través de diversos programas, la BUAP se suma a un futuro más verde y sustentable

Con el fin de concientizar a los universitarios sobre la alimentación y su impacto en la seguridad alimentaria, el cambio climático y la preservación de los recursos naturales, a través de la Coordinación de Gestión Ambiental de la Coordinación General de Desarrollo Sustentable, la BUAP puso en marcha el programa “Alimentación Sostenible en la BUAP”, enfocado a contribuir al logro del Objetivo de Desarrollo Sostenible de la ONU, “Hambre cero”. El coordinador de Gestión Ambiental, Diego Ariel Riva, precisó que se busca sensibilizar sobre una alimentación saludable, optimizar los recursos naturales, la conservación de la biodiversidad y la mitigación del cambio climático, además de formar profesionistas con estos enfoques. El programa consta de cuatro etapas: diagnóstico, concientización a la comunidad, medición de impacto y recomendaciones. “En una primera etapa hemos realizado un diagnóstico del consumo y su relación con la cadena de suministro y residuos orgánicos en las cafeterías de la comunidad universitaria, para conocer las prioridades alimentarias y de consumo de estudiantes, docentes, administrativos y concesionarios de las cafeterías”, comentó. Precisó que se encuestaron a mil 410 personas, en las áreas de Ciudad Universitaria y de la Salud, así como en tres preparatorias. Entre los resultados destaca que la mayoría considera que su alimentación es de regular a mala; no existe una relación clara entre el consumo de alimentos locales, envasados o sanos; hay un alto índice de desperdicio; y, los estudiantes buscan opciones más baratas sin importar su valor nutrimental. “Esto revela la necesidad de modificar los hábitos de consumo de la comunidad universitaria”. En la segunda etapa, concientización de la comunidad universitaria, se impulsará el consumo responsable y sostenible, alimentos locales y no perecederos a precios accesibles y reducir el consumo de productos procesados. “Este programa busca medir el impacto de la comunidad hacia el consumo y promover recomendaciones para mejorar los estilos de vida. Se espera un cambio positivo que favorezca la alimentación sostenible, la salud de la comunidad universitaria, el medio ambiente y la economía local”, señaló Ariel Riva. Fuente: [2024-30-abril]. BUAP. A través de diversos programas, la BUAP se suma a un futuro más verde y sustentable. https://www.boletin.buap.mx/node/3430

Impulsa la UNAM iniciativas rumbo a la transversalidad de la sustentabilidad

La educación ambiental, definida como constructora de ciudadanía socioambientalmente responsable, es un factor fundamental para salvar al planeta; sin esta preparación no lograríamos avanzar a un futuro más sustentable, alerta la subdirectora de Educación y Vinculación para la Sustentabilidad de la Coordinación Universitaria para la Sustentabilidad (CoUS) de la UNAM, Verónica Solares Rojas. A propósito del Día Mundial para la Educación Ambiental, que se conmemora el día 26 de enero, la también académica de la Escuela Nacional de Ciencias de la Tierra, indica: ese proceso de enseñanza-aprendizaje está enfocado a la formación de ciudadanía con valores y actitudes que buscan la responsabilidad ambiental, basada en el conocimiento sólido sobre los problemas en la materia. “Dicha causa debe desembocar en la construcción colaborativa de respuestas y de posibles soluciones, no solo en el conocimiento y la generación de esto, sino tender a la acción, a la praxis, a las acciones colectivas”, subraya. La también académica de la CoUS resalta que la enseñanza ambiental es un componente importante dentro de las universidades que debe impulsarse; sin embargo, “no debemos dejar de lado la importancia de la instrucción no formal en este rubro, la que está contenida en guías culturales, en charlas y pláticas de divulgación, las cuales se llevan a diferentes espacios públicos”. En ese sentido, la experta comenta en entrevista que en la UNAM se impulsan iniciativas para lograr que la sustentabilidad sea un tema transversal, que no se trate solo de enfocarse en quienes están en carreras afines a cuestiones ambientales, lo que buscamos es que todas las profesiones tengan algo qué realizar, un impacto a partir de su quehacer diario. Reconocemos que todas las profesiones pueden incorporar esta visión de sustentabilidad en su actividad cotidiana. Las estrategias incluyen procesos de capacitación, formación enseñanza-aprendizaje, por ello se implementará la materia transversal “Principios de sustentabilidad”, asevera Solares Rojas. Se trata de una asignatura optativa, cuyo objetivo es que los estudiantes de licenciatura de la UNAM la cursen sin importar la carrera en que estén inscritos. “Se iniciará este semestre en la FES Iztacala, así como en las carreras de la Escuela Nacional de Estudios Superiores Juriquilla, y la Facultad de Psicología”. Asimismo, se busca llegar a otros espacios como la plataforma Coursera-UNAM en donde la sociedad puede tomar cursos de capacitación, así como uno masivo abierto en línea (MOOC, por sus siglas en inglés), que se denomina “Introducción a la Sustentabilidad”. También se efectúan talleres y pláticas de sensibilización con los trabajadores de las áreas verdes en Ciudad Universitaria, a fin de inducirlos a prácticas sustentables, por ejemplo en la recuperación de especies nativas dentro de la fauna del Pedregal. Protección efectiva Otra de las vías en las que se puede avanzar para el rescate del planeta hacia una sociedad más sustentable tiene que ver con el desarrollo en la ciencia, no solo por las aplicaciones prácticas sino también para saber más sobre nuestra biodiversidad debido a que actualmente el porcentaje de especies existentes que conocemos es mínimo, y no podemos conservar algo que desconocemos que está ahí. Además, un factor destacado para progresar -ligado a la educación ambiental- son las políticas públicas a todos los niveles: regional, nacional y global. “Necesitamos políticas que protejan la condición de los ecosistemas de manera efectiva. Aun cuando se cuente con áreas naturales protegidas, existen algunas actividades con grandes impactos ambientales contradictorios; por ejemplo la minería, que consume y contamina gran cantidad de agua y suelo, por lo que hay que encontrar un balance entre las actividades productivas y su impacto”, sugiere. Cabe mencionar que el Día Mundial de la Educación Ambiental tiene la finalidad de sensibilizar a las personas acerca de la importancia de preservar y proteger el medio ambiente, así como incentivar su participación en las iniciativas que se realizan a nivel mundial. Fuente: [2024-26-enero]. Boletín UNAM-DGCS-056. Impulsa la UNAM iniciativas rumbo a la transversalidad de la sustentabilidad. https://www.dgcs.unam.mx/boletin/bdboletin/2024_056.html

México: Participan egresados mexicanos en Concurso Internacional de Emprendimiento Social Hult Prize “Premio Nobel de los Estudiantes”

México: Participan egresados mexicanos en Concurso Internacional de Emprendimiento Social Hult Prize “Premio Nobel de los Estudiantes” El concurso internacional de emprendimiento social Hult Prize, el llamado “Premio Nobel de los Estudiantes”, al que acuden cada año más de 25 mil jóvenes de todo el mundo. Es organizado por la Fundación Hult Prize, la Hult International Business School y la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para apoyar emprendimientos sociales basados en los Objetivos de Desarrollo Sostenible. En este concurso, cinco egresados de la Licenciatura de Ingeniería en Energías Renovables (LIER) de la UNAM, aprovechan frutas maduras consideradas como desperdicios para producir botanas saludables. Con su proyecto llamado “Solar4Eat” lograron pasar a la tercera de cuatro etapas. Los concursantes son Ana Lilia César Munguía, Carolina Medrano Nava, Héctor Samuel Ruiz Segoviano, Guillermo Olvera Guerrero y Luis Roberto Ángeles Álvarez, egresados de la LIER que imparte el Instituto de Energías Renovables (IER, ubicado en Temixco, Morelos) de la UNAM, ganaron la primera fase “On Campus”; por ello, ahora representan a la Universidad Nacional a nivel internacional. Es la primera vez que un equipo mexicano llega a la tercera etapa y significa que estaremos un mes en Inglaterra (del 8 de agosto al 8 de septiembre) dentro de una incubadora de negocios”, señaló Héctor Samuel Ruiz Segoviano. A su vez, Ana Lilia César Munguía detalló que competirán con otros 41 equipos mundiales; si son seleccionados para avanzar entrarán en la cuarta fase “Finales”, a la cual solo acudirán seis equipos. El equipo ganador recibirá un millón de dólares de capital semilla; el premio se otorgará en septiembre en la sede de la ONU en Nueva York. Desidratar y aprovechar furtas, el proyecto “Solar4Eat” utiliza como materia prima frutas maduras consideradas como desperdicio por productores y comercializadores de alimentos, porque ya no son adecuadas para su consumo fresco, pero que aún son utilizables.   Roberto Ángeles Álvarez detalló que el proceso inicia al deshidratar mediante fuentes renovables de energía, en especial un secador solar, y producen botanas de plátano, manzana, piña y mango. Las dos últimas adicionadas con chile. “Con este proyecto reducimos las pérdidas de productores y distribuidores locales, le damos una segunda vida a las frutas y obtenemos alimentos saludables y sustentables”, dijo Luis Roberto Ángeles Álvarez. De igual forma agregó que, las botanas conocidas como “Soltrix” no están adicionadas con sal, azúcar ni aceite, por lo que conservan sus propiedades de sabor y calidad nutricional. “Aprovechamos frutas cuando disminuye su valor comercial y aumenta su probabilidad de convertirse en desperdicio. Los deshidratamos utilizando energía solar, los empaquetamos y vendemos al público”, señaló Guillermo Olvera Guerrero. Carolina Medrano Nava detalló que también ofrecen “Soltrix” en línea, a través de redes sociales y en puntos de venta fijos en Morelos, Estado de México, Puebla y Ciudad de México. Además de continuar con su proyecto, los egresados del IER distribuyen deshidratadores solares domésticos y se preparan para brindar talleres de secado solar de alimentos a productores agrícolas y familias mexicanas.  
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